El Banco Central de Cuba autorizó el otorgamiento de créditos en divisas a las cooperativas no agropecuarias y a las pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) a través de la Financiera Iberoamericana S.A., una empresa cubano-española con sede en el Centro de Negocios de Miramar, informó la agencia Prensa Latina.
La nueva regulación dirigida al sector privado cubano fue incluida en la Gaceta Oficial No.125 y debe entrar en vigor a finales de esta semana.
De acuerdo con la Guía Excelencias Cuba, la Financiera Iberoamericana es una empresa mixta propiedad conjunta del español Banco de Sabadell y el Banco Internacional de Comercio S.A.
La entidad tiene como objeto social otorgar financiamientos a corto, mediano y largo plazo a personas jurídicas dentro del territorio nacional, así como intermediar financieramente.
Este lunes también abrió una nueva convocatoria para la presentación de solicitudes de creación de MIPYMES y cooperativas no agropecuarias en la Isla, informó la Agencia Cubana de Noticias.
En esta ocasión se podrán presentar proyectos relacionados con actividades del sector de la construcción así como servicios de transporte, aunque se mantiene abierta la posibilidad de solicitar la aprobación de actividades correspondientes a la convocatoria anterior, como es la producción de alimentos, las exportaciones, los proyectos de desarrollo local, los negocios en parques científicos y tecnológicos así como los de base tecnológica, economía circular y reciclaje, manufactura e informática.
En los últimos dos meses el Gobierno cubano ha aprobado 324 MIPYMES, de las cuales 307 son privadas y ocho estatales, además de nueve cooperativas no agropecuarias (CNA).
El licenciado en Ciencias Políticas Dimas Castellanos afirmó en DIARIO DE CUBA que, aunque las MIPYMES "constituyen un paso positivo, el aferramiento al poder de la clase gobernante ha restringido su alcance hasta reducirlas a un cambio de forma para conservar el contenido, y por tanto insuficiente para sacar al país de la crisis crónica en que se encuentra".
Una de las críticas que ha recibido la legislación es la falta de incentivo a la inversión extranjera. El economista Pedro Monreal afirmó en sus redes sociales que "hay indeterminación respecto a la posible asociación de PYMES privadas y capital extranjero, y ofrece un tratamiento asimétrico a actores privados y estatales".
Por otra parte, las personas que decidan asociarse a una de estas empresas no lo podrán hacer con otras, lo que podría terminar provocando la aparición de socios fantasmas y testaferros.