¿Quiere o no quiere dólares el Gobierno cubano?

La suspensión del ingreso de dólares en efectivo en las entidades bancarias cubanas sigue causando sospechas en numerosos cubanos, que se preguntan a qué responde esta medida en un momento en el cual el Gobierno sigue ampliando los productos y servicios que se ofertan en la Isla exclusivamente en Monda Libremente Convertible (MLC).

Por otra parte, las autoridades cubanas continúan aceptando el ingreso de dólares para recargar las tarjetas en MLC, solo que actualmente los depósitos solo pueden realizarse a través de transferencias bancarias desde el extranjero.

Ante esta situación, DIARIO DE CUBA pidió criterios al respecto a los economistas cubanos Omar Everleny Pérez y Elías Amor, así como a la analista de temas económicos Rafaela Cruz.

De acuerdo con Omar Everleny Pérez, doctor en Ciencias Económicas de la Universidad de La Habana, "es real que el Estado cubano tiene dificultades para ir con ese efectivo a un banco internacional a hacer un depósito a nombre de la República de Cuba, sobre todo después de que Trump incluyó a Cuba en la lista de los países que no cooperan con la erradicación del terrorismo".

"Pero a la vez, el dólar sigue siendo moneda de referencia mundial, entonces lo que intenta hacer el Estado es bancarizar los MLC, es decir, que ya estén depositados en las cuentas en MLC pero por vía transferencias", agregó el economista.

El presidente del Partido Liberal Cubano, Elías Amor, recomendó no buscar "lógica ni racionalidad técnica o económica en las decisiones que adopta el régimen comunista", pues en su opinión las autoridades de la Isla "se orientan más por las prioridades políticas de muy corto plazo".

"Desde el punto de vista económico, la única lógica que debería seguir el régimen es darle fuerza al peso cubano y reducir la circulación de las divisas y la MLC como en el resto de los países del mundo", agregó Amor, pues "mientras que el peso siga siendo débil, inflacionista y mal fundamentado en las variables reales de la economía, seguirán los problemas y la necesidad de mantener en funcionamiento un circuito comercial de la economía en divisas, en concreto en dólares".

"Eso no existe en ningún país del mundo, y su razón de ser se encuentra en la poca competitividad de la economía estatal, que obliga al régimen a drenar todas las divisas que entran en el país", agregó.

Para Rafaela Cruz estas decisiones están dadas "tanto por la caída estrepitosa del valor del peso cubano, que se refleja en la inflación que sigue escalando, como por la estructura de la economía, dependiente en gran medida de remesas".

En ese sentido, cuestionó que el Gobierno cubano "quiere controlar, y dentro del Gobierno, GAESA, y encauzar hacia el consumo y no hacia la inversión" estas ganancias.

"En una primera circulación interna las remesas son usadas como consumo del receptor y en una segunda circulación son usadas como inversión del Gobierno, pues el Estado necesita una moneda fuerte y contraparte dentro de Cuba, que en su tiempo era el CUC, pero como perdió su paridad con el dólar porque imprimieron demasiados, lo eliminaron", agregó.

Respecto a los ingresos de dólares provenientes del exterior a través de transferencias, Pérez dijo que son admitidos porque "ya están depositadas en algún banco en el exterior, es decir, el Estado cubano no tiene que llevarlas, sino que tiene una obligación con el cliente, que tiene en su cuenta un deposito en MLC".

"Cuando un cubano en Canadá deposita un dinero en un banco determinado, este que ya cobró una comisión, envía una transferencia a Cuba, vía electrónica, y una vez recibida se le deposita al cliente en su cuenta. Pero el Estado cubano ya tiene un depósito de esa moneda en un banco internacional. Es decir, son operaciones bancarias normales", agregó.

Para Cruz, en cambio, esto podría responder al funcionamiento del MLC en Cuba, "una moneda digital, ya que la digitalización del comercio interior es un objetivo político vital para el castrismo, que va a cumplir ese rol de moneda cubana fuerte centralmente controlada".

Por ese motivo, Cruz afirmó que "la no aceptación del dólar cash es un espaldarazo al proceso de convertir el MLC en moneda sin que lo sea físicamente y ni siquiera esté legalmente instituido como tal, pero como moneda es todo medio comúnmente aceptado de intercambio de facto, ya lo es".

"La circulación interna del dólar, que estimulaba un mercado en dólares y por tanto mayor importación de esa divisa, iba contra el MLC, por eso le ponen está zancadilla al dólar y ahora el MLC absorbe la inflación y se solidifica como medio de cambio, es decir, moneda", concluyó.

Amor puntualizó que "las transferencias del exterior suponen un mayor coste para el emisor", pero, a la vez, representa "ganancias para los agentes que intervienen en su tramitación. El coste de estas operaciones es muy elevado y eso obliga a remitir más divisas para alcanzar un determinado compromiso monetario líquido".

Con la prohibición de los ingresos de la moneda estadounidense en efectivo, el régimen "asegura controlar todos los dólares que entran por remesas", afirmó Amor.

"Lo importante de estas medidas es que no van a resolver esos problemas de financiación internacional que denunció el régimen para justificarlas, tampoco van a provocar efectos en la base monetaria en pesos cubanos lo que no altera las condiciones financieras internas, ni mucho menos el descontrol de la inflación, y como consecuencia de ello, se reducirán las ventas en las tiendas en MLC, al tiempo que los mercados informales experimentarán un auge de negocio", agregó el economista.

"Las cotizaciones de las monedas, tras los primeros impactos, volverán a situarse en las tendencias anteriores: dólar fuerte respecto al peso, euro en sus coordenadas. No habrá correcciones cambiarias y más pronto que tarde el régimen tendrá que volver a devaluar el peso", concluyó.