El tabaco es el renglón agroindustrial más exportable de Cuba desde que se destruyó el 80% de la industria azucarera a principios del milenio. Aunque se halla muy por debajo de su potencial, solo las ventas en divisas de Tabacuba aportaron alrededor de 280 millones de dólares a las arcas del Gobierno en la pasada campaña 2019-2020.
Si bien en la contabilidad "preordenamiento monetario" esa cifra se equiparaba a 280 millones de pesos (tasa 1x1) en las finanzas de la empresa, en el nuevo contexto económico la razón es de 1x24, es decir 6.720 millones de pesos. Sin embargo, la conversión no ha llegado a los productores de tabaco de exportación, que garantizan la materia prima.
Aunque el costo de la mayoría de insumos necesarios y de la mano de obra para producir han subido más de tres veces, el nuevo precio estatal a los vegueros, como parte de la Tarea Ordenamiento, es solo 1,7 veces mayor que el anterior, no llega siquiera a duplicarlo.
"Está por verse si seguimos sembrando tabaco o no. Depende de si nos da negocio", dijo Jánner, un productor del valle de Mayarí, la región más tabacalera de la provincia de Holguín y una de las principales Cuba. "La gente anda vuelta loca ofreciendo 100 pesos por una lata (30 libras) de boniato o yuca, y hasta 800 pesos por una lata de maíz, y son cultivos que salen rápido. Con el tabaco te pasas casi un año para coger el dinero", razonó.
"Todo ha subido de precio tres, cuatro y hasta diez veces. La mano de obra, por ejemplo, se triplicó y, tal como va la cosa, habrá que seguir subiendo porque el dinero cada vez rinde menos. Por eso, si el tabaco no da resultado tendremos que sembrar otra cosa. Si quieren tabaco, tienen que pagarlo bien para que nos dé la cuenta. El precio debieron triplicarlo también, por lo menos", añadió.
Alexander, otro agricultor, recordó que el Gobierno cubano ha anunciado 63 medidas para estimular la producción agrícola, "pero del tabaco no dijeron nada".
"Están locos si creen que con el tabaco todo está bien. Este año estamos sembrando a ciegas, nadie sabe si va a dar o no ganancias. La esperanza es que dicen que podremos cambiar un porcentaje en (Moneda Libremente Convertible) MLC y, como en la calle el dólar está al doble (1x50 pesos cubanos), tal vez ese sea el negocio. Pero todavía ni se sabe qué porcentaje será, es un misterio. Y, además, eso es para otra cosa, para comprar en las tiendas nuevas de insumos. Esto tiene que ser rentable con el precio, no con inventos", criticó.
"El tabaco que nosotros sembramos va para afuera, se vende en divisas", dijo Alexander. Señaló que tras la Tarea Ordenamiento se esperaba un ajuste de los precios. "Aquí no hay analfabetos ya, ¿cómo puede ser posible que el precio de lo que uno produce no llegue ni a duplicarse?", cuestionó. "La cuenta no cuadra y lo peor es que todos perderemos: nosotros vamos a salir 'reventados', pero a ellos se les va a caer el negocio".
El pasado 13 de abril, el Gobierno anunció que adoptará 63 nuevas medidas para intentar impulsar el sector agropecuario. La mayoría está dirigida a rectificar otras que fueron tomadas en la arrancada de la Tarea Ordenamiento y que causaron protestas de los campesinos. Tal es el caso de las tarifas eléctricas y del agua, así como los precios de los insumos.
Otras devuelven cierta autonomía a los productores, para que no dependan obligatoriamente de una cooperativa disfuncional o una empresa agrícola ineficaz para, por ejemplo, comprar los insumos directamente. La más "novedosa" es la de otorgar permisos para el sacrificio de ganado vacuno por parte de los productores, aunque el Gobierno sigue poniendo los límites.
Según reportó el periódico Escambray, el ministro de Agricultura, Ydael Pérez Brito, dijo que "todas las formas productivas" podrán "sacrificar para el consumo y la comercialización un animal de cada tres de incremento en su rebaño; o sea, si crece en tres, mata uno; si aumenta en seis, mata dos, si creció en nueve, mata tres, y así sucesivamente", explicó el funcionario.
Esta medida satisface "a medias" una vieja demanda tanto de productores como de economistas.
Pero llama la atención en el paquete del Gobierno cubano la omisión de medidas para el cultivo del tabaco, un renglón exportable seguro para la economía cubana.
Durante la actual crisis económica que impacta en el sector agrícola, el tabaco no solo vio afectado su crecimiento por falta de recursos (mayoritariamente de producción nacional), sino que está siendo literalmente saboteado con un precio desfasado de la realidad económica del país y los costos de producción.
"Ya en la contratación que estamos haciendo para la venidera campaña se está viendo el impacto negativo del precio bajo del tabaco y los altos precios de otros productos con Acopio y en la calle", dijo a DIARIO DE CUBA un directivo de una cooperativa de Mayarí, que pidió mantenerse en el anonimato.
"Se ha logrado contratar con los campesinos solo el 70% de lo estimado. Varios productores no solo dejaron de crecer, sino que bajaron el plan, por la incertidumbre y porque el tabaco da mucho trabajo y lleva mucha inversión, mientras que las viandas ahora son oro puro y se invierte menos", añadió.
"Con el precio que pusieron no estimulan a nadie, más bien le restan interés incluso a los que ya tienen inversiones en infraestructuras. Hasta los comerciantes ilegales pagan mejor el tabaco que Tabacuba y se les fuga mucho tabaco, cosa que no pasaba desde los años 90, pero que ahora se ha vuelto negocio por el desabastecimiento de cigarros y tabacos torcidos. Si no reaccionan rápido y suben el precio, si no trabajan con mentalidad exportadora como dicen ellos mismos, se les cae el tabaco", concluyó.
