'Quieren liberar lo que no existe': el campesinado cubano reacciona a las medidas del Gobierno para la agricultura

Tras el anuncio del Gobierno de más de 60 nuevas medidas dirigidas a "producir más alimentos" y a "potenciar la producción agrícola", los campesinos cubanos reaccionaron calificándolas de tardías y expresando sus reservas ante la posibilidad de que estas por sí solas resuelvan un panorama de crisis que no para de agravarse.

"Son medidas bastante tardías. Si se hubieran tomado cuando debían, habrían tenido efecto", dijo a DIARIO DE CUBA Esteban Abascal, líder de la Liga de Campesinos Independientes.

"En estos momentos el país está devastado, sumido en una hambruna casi total. Hay desabastecimiento en todos los renglones de la economía, y estamos hablando de productos básicos que no existen", señaló, en referencia al anuncio de que los ganaderos podrán vender carne de res y leche una vez cumplido el "encargo estatal", cantidad obligatoria que deben entregar al Estado.

"Se mantiene abastecer los hospitales, a los niños, en cuanto a la distribución de carne de dieta y leche. Pero ambos son productos en déficit después de la Revolución. El Gobierno hizo oídos sordos todo este tiempo a las exigencias que le hicieron los campesinos. Toda la vida ha sido un delito la venta de carne de res en Cuba. Ahora están tirando patadas de ahogado. Tratan de liberar lo que no existe, porque ellos mismos lo han agotado desestimulando al campesino".

Sobre el cese de Gustavo Rodríguez Rollero al frente del Ministerio de la Agricultura, Abascal apuntó: "Cambiar al ministro de la Agricultura no va a cambiar las cosas. Yo tengo 54 años y todo este tiempo nos han mantenido engañados con demagogia, ocurrencias que se han prestado para la burla, cuando han sido desastrosas: la vaquita Ubre Blanca, la moringa... Nos han criado sustituyendo ministros, porque cuando no funcionan los proyectos que el Gobierno lanza, en vez de sustituir al presidente del país, que es quien está al frente de todo, sacan a alguien de abajo para ganar un poco más de tiempo".

"Hoy en día está ociosa la tierra y desaparecida la masa ganadera. Hasta los 80 había vaquerías y potreros, pero ahora todo está lleno de marabú. Estas medidas son para ganar tiempo, para darle a entender al pueblo que ahora habrá producción, desviando la atención sobre objetivos falsos".

"El ganado vacuno y ovino caprino no es una gallina, que en un par de meses te está dando huevos y pollos. Un ternero necesita un tiempo de desarrollo para llevarlo a la ceba, como cualquier tipo de ganado mayor. Ahora no existe el pie de cría, a no ser que lo importen masivamente. En Camagüey, que es donde lo hubo, la masa ganadera ha desaparecido casi totalmente. Las vaquerías donde se producía la leche están obsoletas. Los guajiros que tienen 30 o 40 vacas están guapeando. Estamos prácticamente tocando fondo", señaló.

"Si hablamos de bajar los precios de los insumos, el agua, la electricidad, es bueno. Nunca se debieron subir esos precios. En todo esto que estamos hablando hay un personaje que sigue haciendo estragos, que es Acopio, que sigue teniendo un papel protagónico, pues sirve como intermediario, pero lo que hace es llenarse el bolsillo con los campesinos, igual que el señor feudal, que va a recoger lo que no sembró. Los precios topados también hacen estragos", agregó.

Para Abascal, la única salida para la crisis de producción de alimentos en Cuba es otorgar libertades "en todos los sentidos. El pueblo de Cuba lo que tiene ahora en abundancia es represión y miedo. El campesino está viendo lo que sucede, los descréditos contra otros campesinos a través de la radio y la televisión, y eso ha dado pie a que se desmotiven más. Y crea una incredulidad muy grande con respecto al Gobierno".  

"Le zumba tener que esperar que el Gobierno decida lo que podemos o no hacer con lo que es nuestro"

También en Holguín los campesinos reaccionaron con escepticismo. "Hay que esperar a ver si no es más de lo mismo", dijo Javier, un productor de cultivos varios especializado en tomates.

"No mencionaron los problemas con los créditos, que es un dolor de cabeza, porque no te entregan el dinero cuando te hace falta y los aprueban con morosidad; tampoco nos liberarán de Acopio, que te obliga a venderle a ellos aunque no te de negocio, al precio que digan", recordó, en diálogo con nuestra redacción.

"Y tampoco va a cambiar que el Estado [las empresas estatales agropecuarias que son intermediarias] te venda los insumos, cuando hay, al precio que les dé la gana también, siempre subiendo, sin que a nadie le importe el costo de producción. No se puede negociar, es lo que dicen y punto. Todo eso debería ser particular y que uno le compre al que más le conviene", sugirió.

"Pero mientras sea así, impuesto como es ahora, y siempre perjudicando al que trabaja, no va a funcionar. Hay que seguir por la izquierda y tratando de esquivar al Estado", concluyó.

Luis, un tabaquero, tiene preocupación porque no se mencionan entre las nuevas medidas alguna relacionada con su cultivo. 

"El otro día dijeron que estaban revisando los precios de compra, pero ahora no lo mencionaron. Ojalá suban el precio, porque subió solamente 1,7 veces, y los insumos sin embargo subieron hasta diez veces. Y la mano de obra al triple", apuntó.

"Es un producto exportable y, según dicen, están potenciando la exportación, pero si no lo pagan bien lo dejamos y sembramos algo que dé más resultado. ¡Allá ellos! Ya este año hay menos gente haciendo planes de tabaco para sembrar comida. Si no mejoran el precio se les va a caer el tabaco", advirtió.

Con respecto a la novedad de permitir que los dueños del ganado vacuno puedan sacrificar algún que otro ejemplar bajo una serie de condiciones, las reacciones son menos efusivas de lo que se podría esperar, tras décadas de prohibición, multas y hasta prisión con los que la han violado.

"Hay que ver cómo será eso. Si va a ser solamente a los que tienen la ganadería como objeto social o es para todos los campesinos", dijo Carlos, dueño de dos hectáreas dedicadas a cultivos varios. 

"La mayoría tenemos una yunta de bueyes y una o dos vacas, porque para tener más hay que contar con potreros grandes y todo el mundo no tiene. Falta saber si podremos comernos el añojo todos los años y mantener la masa, o nos lo seguirán quitando. Difícil que lo permitan. Le zumba que tengamos que esperar que el Gobierno decida lo que podemos o no hacer con lo que es nuestro. Eso estuvo mal, está mal y seguirá estando mal. Es una falta de respeto al que trabaja", finalizó.