Las autoridades anunciaron nuevos ajustes a las medidas económicas de la Tarea Ordenamiento, ahora en respuesta a las quejas de los campesinos cubanos y las cooperativas, que calificaron como irrentables muchas de sus producciones debido al incremento de los precios de insumos y servicios que el paquetazo aplicado desde enero ha supuesto.
De acuerdo con la ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños, luego de varias reuniones con productores agrícolas, el Gobierno decidió rebajar el costo de la tarifa del agua para el regadío en un 32%, así como la electricidad para el mismo fin entre un 25 y un 28%.
La funcionaria indicó en la "Mesa redonda" de la Televisión Cubana que también disminuirá un 22% el precio de la fumigación aérea del arroz que realizan las empresas estatales.
"Esto supone un financiamiento adicional por 242 millones de pesos del presupuesto del Estado", dijo Bolaños, quien agregó que las medidas son un "ajuste necesario, porque es la prioridad del país, que es la producción de alimentos".
Sin embargo, la funcionaria reconoció que los agricultores no pueden producir para tener pérdidas. Dijo que estos poseen equipos eléctricos y de regadío muy gastadores, debido al tiempo de explotación que tienen.
Además, señaló que entre las quejas estuvo que el cobro automático de las facturas de agua y electricidad a las cuentas bancarias de las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) encontró que a menudo los depósitos en tales cuentas no tienen respaldo en los saldos. También reconoció que tras el Ordenamiento los productores deben enfrentar incrementos de precios de insumos a corto plazo, pero no tienen liquidez en sus cuentas para asumirlos.
Bolaños anunció asimismo que se mantienen los precios centralizados que paga Acopio para 11 productos: arroz, tabaco, leche, caña de azúcar, café, maíz seco, huevo fresco, cerdo en pie, frijoles, ganado vacuno y papa.
Fuera de ellos, el Gobierno decidió precios duales para la malanga, el plátano burro y el boniato, que una vez satisfecha la compra por el Estado a precios pactados por Acopio para el llamado "consumo social" y las dietas, podrán negociarse a otros precios con los gobiernos provinciales, que los destinarán a la venta minorista.
Con respecto al boniato, Acopio lo comprará a 20 pesos el quintal, más caro que lo anteriormente decidido. También las frutas (mango, guayaba, fruta bomba) y el tomate tendrán precios duales, en su caso para destinarlas a la industria para la producción de jugos y compotas.
El precio del arroz que compra Acopio también aumentará: de 5.439 a 6.922 pesos la tonelada, siempre y cuando se trate de un rendimiento alto por hectárea sembrada.
Con respecto a la leche fresca, uno de los temas más criticados por los productores, Bolaños aseguró que no habrá cambio alguno. El precio se mantendrá a 7.50 pesos por litro de leche de calidad máxima, aunque el acarreo y el enfriamiento se pagará aparte, y dependerá de la distancia del acarreo.
El nuevo ajuste vuelve a corregir selectivamente precios y tarifas adoptados por el Estado desde el inicio de 2021, sin tocar la esencia del problema, que es la imposibilidad del campo cubano de diversificar sus producciones libremente, ni poder decidir qué sembrar y a qué precio venderlo sin la intervención de las autoridades.
Los funcionarios no hicieron referencia a las enormes deudas del Estado con productores y cooperativas, ni a la escasez de insumos como combustible y fertilizantes, que los campesinos deben comprar al Gobierno.