La ONG Amnistía Internacional se reunirá con el Gobierno de Pedro Sánchez y diferentes partidos políticos españoles para exponer las violaciones de derechos humanos en Cuba. Johanna Cilano Pélaez, la investigadora de la organización que atiende la región del Caribe, ofreció declaraciones a DIARIO DE CUBA en Madrid.
"Para nosotros es muy importante aprovechar cualquier espacio para seguir contando la situación que viven las personas que deciden ejercer sus derechos de libertad de expresión y asociación en Cuba", explica la cubana residente en México, que estará de visita en España hasta el 26 de octubre.
"También es muy importante abogar por la libertad inmediata e incondicional de las personas presas de conciencia", continúa Cilano, "y de todas aquellas que se encuentran privadas de su libertad injustamente hoy en Cuba por haber ejercido sus derechos. También seguiremos insistiendo en la necesidad de abolir las leyes represivas sobre el espacio cívico en Cuba, y de cesar la represión contra activistas, defensores de derechos humanos, periodistas y académicos".
Cilano insiste en que la condición de "presos de conciencia" no es excluyente, ya que todos los presos políticos cubanos pudieran obtenerla en algún momento. Se trata de una especie de reconocimiento simbólico que se utiliza estratégicamente en algunos países para resaltar casos de personas que están privadas de libertad por ejercer sus derechos. Quienes reciben esta condición pueden ser desde personas diversas sexualmente, hasta ambientalistas, activistas o defensores de los animales.
Ser preso de conciencia también es un reconocimiento frente a otras organizaciones "por la credibilidad del trabajo que desarrolla Amnistía Internacional", señala Cilano. "Para la prensa, por ejemplo, es más fácil citar a Amnistía, que ya hizo ese trabajo de llamar y verificar determinado caso".
El hecho de que alguien sea declarado preso de conciencia no solo atañe al preso político en sí, también sus familiares pueden beneficiarse. "Por ejemplo", recuerda la jurista egresada de la Universidad de La Habana, "los familiares de los 75 presos de la Primavera Negra, quienes fueron reconocidos como presos de conciencia, percibieron cierto grado de protección dentro de Cuba gracias a ese reconocimiento. En términos prácticos no te garantiza nada, porque el Gobierno cubano nos cierra las puertas totalmente, pero sí es un reconocimiento simbólico de peso".
Si no se han declarado más cubanos como presos de conciencia es por las condiciones de trabajo con que cuenta Amnistía Internacional para hacerlo. Cada caso depende de la aprobación y la colaboración de los familiares de los presos, quienes deben aportar la documentación necesaria para probar la represión.
"En el caso de Cuba nosotros tenemos una limitación material", explica Cilano. "Es que en el equipo del Caribe somos dos personas y tenemos que atender al resto de países. Nuestra principal limitación es la falta de recursos humanos. No tenemos personal suficiente para trabajar en todos los casos de Cuba".
Consultada sobre lo que distingue a Cuba de otros países del Caribe en materia de violaciones de derechos humanos, Cilano tomó como referencia a Haití: "La principal diferencia que existe entre Cuba y otros países de la región, como Haití, por ejemplo, es el tipo de régimen y el impacto que este causa en el ejercicio de los derechos. En términos de producción de servicios públicos, para satisfacer los derechos económicos, sociales y culturales, tenemos a Haití en una situación de gravedad extrema. Y Cuba está en el otro extremo, porque allí el Estado combina la poca capacidad de proveer con una gran capacidad de orden y control. En Haití hay una ausencia total de capacidad de orden, control y provisión por parte del Estado".
"Pese a las diferencias que existen entre ambos países", concluye Cilano, "Haití y Cuba terminan coincidiendo en la afectación de derechos humanos que sufren sus poblaciones. La inseguridad y la ausencia de los servicios de salud, alimentos o medicinas pueden ser incluso similares en ambos países. Alguien me decía hace poco que había comprado medicamentos de origen haitiano en Cuba. De hecho, cuando estalló esta última crisis en Haití, había cientos de cubanos que estaban allí comprando insumos que luego vendían en la Isla".
Enseñenle la foto al señor Patterson,de seguro dirá que el estrangulamiento al blanquito fue por ser de un grupo de extrema derecha racista.