La presa política Yanet Pérez Quevedo denunció desde la cárcel camagüeyana Kilo 5 las terribles condiciones en la que transcurre su embarazo de pocos meses.
"En esta área materna tenemos tremendas malas condiciones. La lavadora está rota, el fogón de gas está roto. Tenemos nada más que un frío [refrigerador], un televisor. Hay nada más que tres ventiladores y no sirven. A Yanisa, una embarazada de 23 años, la tienen viviendo en un cuarto donde no tiene agua, no tiene corriente", dijo Pérez Quevedo en una llamada telefónica publicada por el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
"Al lado del área materna hay un basurero, donde se meten las cucarachas, las hormigas, los alacranes. Está todo puerco (sucio), no hay condiciones para nosotros", añadió la presa política.
También alertó de que tampoco las embarazadas reciben el tratamiento médico ni la alimentación que requieren: "Me han llevado al hospital dos veces, pero no me han hecho nada".
Al respecto, Raúl Enrique Medina, responsable de Comunicaciones del Centro de Documentación de Prisiones Cubanas, dijo a Martí Noticias que la institución ha documentado "la escasez de alimentos y medicinas, la falta de atención médica oportuna y los maltratos directos como algunas de las situaciones que enfrentan las gestantes reclusas en Cuba".
"Aunque el Estado está obligado a garantizar las condiciones mínimas indispensables a las gestantes privadas de libertad, eso, generalmente, no se cumple. Muchas de estas mujeres que, embarazadas, permanecen en prisión, no tienen acceso a medicinas especializadas, no tienen acceso a dietas que necesitan para el normal desarrollo del bebé y además sufren maltratos, lo mismo de funcionarios de prisiones como de otras reclusas", añadió.
Medina dijo que, en el caso de las prisioneras por motivos políticos que están embarazadas, la discriminación ideológica acentúa su vulnerabilidad debido al tratamiento que reciben de las autoridades, que las pone en riesgo psicológico y físico.
En mayo la presa política del 11J Lisdany Rodríguez Isaac fue excarcelada bajo licencia extrapenal. Según confirmó a DIARIO DE CUBA su madre, Bárbara Isaac Rojas, el beneficio es de un año de duración y fue otorgado por las autoridades debido a las condiciones de riesgo que tiene el embarazo de su hija.
La madre también denunció que la Seguridad del Estado cubana estuvo presionando a su hija para que abortara en contra de su voluntad. En declaraciones a DIARIO DE CUBA, Isaac Rojas dijo en enero pasado que su hija estaba pasando hambre y que la Seguridad del Estado quería interrumpir el embarazo porque en la prisión no hay comida. Además de las pésimas condiciones de la prisión, y de las presiones de los oficiales para obligarla a abortar, su embarazo estuvo amenazado por los maltratos que recibió.
Amenaza de volver a la cárcel
El Tribunal Municipal de Caibarién, en Villa Clara, ratificó al preso político Carlos Michael Morales Rodríguez que, de no comenzar a laborar en una empresa estatal, le será revocada la sanción alternativa a la privación de libertad.
"Fui recibido por Sandro Rodríguez, presidente del Tribunal. Se encontraba un representante de la Policía, así como dos mujeres representando a los trabajadores sociales y al órgano de trabajo. Sandro preguntó si ya tenía un empleo con una empresa del Estado. Le dije que no. Me ofertaron una serie de trabajos con diferentes empresas estatales, los cuales rechacé de forma categórica", contó a Martí Noticias Morales Rodríguez, que labora como periodista independiente desde hace casi 20 años.
El abogado Alaín Espinosa explicó al medio que, de acuerdo con las leyes cubanas, "si la sanción impuesta es una privativa de libertad subsidiada por trabajo correccional sin internamiento, una de las obligaciones que tiene (el enjuiciado) es vincularse laboralmente".
"En esos casos hay dos opciones, el tribunal lo ubica en un centro laboral o él lo gestiona por su vía, pero siempre está obligado a trabajar y, hasta tanto no cumpla con dicha obligación, si está en libertad ese tiempo, no se cuenta como abonado", dijo el jurista del centro de asesoramiento legal Cubalex.
Tras cumplir de manera íntegra una condena de dos años y medio por su participación en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021, Morales Rodríguez fue detenido a principios de mayo por no asistir a dos citaciones oficiales de la Policía que, consideró, no cumplían con la legalidad.
Fue enjuiciado nuevamente el 22 de julio y sentenciado a ocho meses de privación de libertad por el delito de "desobediencia", sanción que fue subsidiada por trabajo correccional sin internamiento.
Mientras se encontraba en prisión provisional, en la cárcel La Pendiente de Villa Clara, el periodista realizó dos huelgas de hambre, la última de 26 días, que deterioraron seriamente su salud.
"Sandro no quería aceptar que todavía no he terminado el estudio médico que, de hecho, se ha retrasado un poco. Ratificó la amenaza de encarcelarme si me niego a trabajar con una empresa del Estado. En el sector particular, cuando recupere mi salud, estoy dispuesto a trabajar, pero con el Estado no lo voy a hacer nunca. Según palabras de Sandro Rodríguez, para el mes de septiembre pudiera ser revocado y llevado a una prisión", dijo Morales Rodríguez.
Al respecto, el abogado de Cubalex detalló que "en los casos de enfermedad se debe demonstrar la situación ante el tribunal que lo sancionó como un incidente de ejecución, y el tribunal, entonces, a partir de las pruebas que se presenten, puede modificar la variante de subsidio por alguna que sea más compatible con su situación de salud, o puede suspender la ejecución de la sanción".
"En el segundo caso, el tiempo que transcurra hasta alcanzar el alta médica tampoco se abona al cumplimiento", dijo.
Morales Rodríguez insistió en que lo que está ocurriendo no es más que una represalia contra él, que ha mantenido una actitud vertical frente a las arbitrariedades de las autoridades.
"Los motivos todos los conocen, estamos en presencia de un Estado que viola los derechos humanos del pueblo cubano", concluyó.
Y la infanta Mariela con sus maricongas.