La presa política del 11J Lisdany Rodríguez Isaac fue excarcelada este martes bajo licencia extrapenal. Según confirmó a DIARIO DE CUBA su madre, Bárbara Isaac Rojas, el beneficio es de un año de duración y fue otorgado por las autoridades debido a las condiciones de riesgo que tiene el embarazo de su hija.
La joven fue detenida en julio de 2021 junto a su hermana Lisdiany cuando ambas tenían 22 años. Recibieron una condena de ocho años de privación de libertad por participar en las protestas antigubernamentales del 11 de julio. Rodríguez Isaac fue diagnosticada con placenta anterior baja. Tiene 24 semanas en embarazo.
Su madre denunció recientemente, en una entrevista ofrecida al portal de noticias CubaNet, que a la joven, ahora de 25 años de edad, "le salió" ese problema en unos exámenes en la semana 22, pero no se lo informaron en ese momento. Explicó que solo lo supo dos semanas más tarde, cuando los médicos le detectaron además "una cardiopatía".
"La llevan a las consultas, pero no le informan bien de los resultados. Ella preguntó y fue que la doctora le dijo que tenía que hacer reposo, pero eso es imposible (en la cárcel). Tiene que estar haciendo fuerza todo el tiempo porque no tienen agua y tienen que cargarla", explicó entonces Isaac Rojas.
La madre también ha denunciado que la Seguridad del Estado cubana estuvo presionando a su hija para que abortara en contra de su voluntad. En declaraciones a DIARIO DE CUBA, Isaac Rojas dijo en enero pasado que su hija estaba pasando hambre y que la Seguridad del Estado quería interrumpir el embarazo porque en la prisión no hay comida. Además de las pésimas condiciones de la prisión, y de las presiones de los oficiales para obligarla a abortar, su embarazo ha estado amenazado por los maltratos que recibe.
Asimismo, Isaac Rojas advirtió que su hija tenía la hemoglobina baja debido a la pésima y escasa alimentación que recibe en la prisión de mujeres Guamajal, de la provincia de Santa Clara, donde no hay proteínas "ni leche" para ofrecer a las reclusas.
La ONG Prisoners Defenders (PD) denunció el caso ante varios organismos internacionales y alertó del peligro que significaba para esta mujer seguir en prisión.
En 2023, la organización dijo en un informe que el Gobierno de Cuba recibió "una dura comunicación acusatoria", que mencionó el caso de las hermanas Lisdany y Lisdiany, de parte de la Relatora Especial sobre la libertad de religión o de creencias, del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria, de la Relatora Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, y del Relator Especial sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación.
Esta comunicación estaba dirigida a señalar el patrón de represión de las religiones en Cuba, entre ellas la Yoruba, y acusaba a La Habana en el caso particular de Lisdany y Lisdiany, ambas vinculadas a la Asociación Yorubas Libres de Cuba.
Lisdany y Lisdiany se manifestaron el 11 de julio de 2021 en Placetas, Villa Clara. La madre de las hermanas ha denunciado también que el régimen cubano le ha negado a sus hijas en varias ocasiones el cambio de régimen penitenciario para uno de menor severidad.
Ambas fueron arrestadas seis días después de las protestas del 11J y luego juzgadas por los delitos de "desórdenes públicos", "desacato" y "atentado".