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La Fiscalía pide diez años de prisión para dos hermanas cubanas de 22 años por participar en las protestas del 11J

Lidianis Rodríguez Isaac, una de las dos hermanas, es madre de una hija de tres años a la que no ha visto en más de dos meses.

La Habana
Lisdany y Lidianis Rodríguez Isaac.
Lisdany y Lidianis Rodríguez Isaac. Barbarita Isaac/Facebook

La Fiscalía Municipal de Placetas en Villa Clara pidió una sentencia de diez años de privación de libertad para las hermanas Lisdany y Lidianis Rodríguez Isaac, por su participación en las protestas del 11J, publica Radio Martí.

Las mellizas de 22 años, que han estado en la cárcel de Guajamal  bajo medida cautelar de prisión preventiva desde el 15 de julio, están acusadas de desórdenes públicos, desacato y dos cargos de atentado

Su hermana, Lismari Rodríguez Isaac, declaró al medio estaounidense que las acusan de algo que ellas no hicieron. 

"Ellas sí fueron a la marcha, pero su comportamiento fue pacífico, no hicieron ningún atentado a ninguna persona. En realidad, las están castigando por ir a las protestas ¡Y dicen que aquí hay libertad de expresión!", criticó.

"No agredieron a nadie, no tiraron piedras, no rompieron propiedad estatal. Solo pidieron medicamentos, comida, y gritaron 'Patria y Vida'", contó la madre de las jóvenes, Bárbara Isaac Rojas, a la periodista Claudia Padrón Cueto, quien publicó una entrevista en su página de Facebook.

La madre de las mellizas es además abuela de una niña de tres años, hija de Lidianis, a la que ha hecho creer que su mamá fue a trabajar a una galletería y regresará pronto. La señora está viviendo prácticamente de la caridad de amigos y familiares.

"Uno de los momentos más duros de mi vida fue el 12 de octubre de 1998, cuando de las cuatro niñas que tenía en la barriga solo tres nacieron vivas. Los otros dos momentos han sido después del 11 de julio, cuando detuvieron a dos de mis trillizas y el delegado las mandó a esposar frente a mí como si fueran criminales. Eso nunca lo olvidaré. Sin embargo, el peor de todos fue el día que las trasladaron a prisión y no me dejaron verlas", cuenta la madre.

"De ahí cada día es peor, y yo sin poder hacer nada. Mis hijas me han llamado dos veces de la cárcel para pedir antibióticos porque tienen unas picadas muy infectadas y allí no les dan nada. Y yo afuera tampoco tengo. Una madre no puede dormir con eso", explica.

Esta madre y abuela no vacila en reconocer, no solo que ella y sus hijas vieron las protestas en Placetas y se sumaron, sino que las tres gritaron, además de "Patria y Vida", "Díaz-Canel, singao".

"Yo no tengo nada que agradecerle, al contrario", dice. "Hace unos meses, por ejemplo, fui a Asistencia Social a ver si me podían dar una ayuda económica, porque tengo un prolapso en la válvula del ventrículo izquierdo y no puedo trabajar en el campo como antes. A veces no tengo ni para sacar los mandados, y la respuesta oficial fue: que tus hijos te lo paguen. Por eso, el 11 de julio fui a exigir mis derechos, caminamos por Placetas pacíficamente, pasamos por el Partido. Ahí no se tiró ni una piedra".

Sin embargo, Isaac Rojas cuenta que tres días después, le tocaron la puerta a las 2:00 AM.

"Eran un policía y dos agentes de la Seguridad, vestidos de civil, para llevarse a mis hijas. Ellas se negaron a ir con tres hombres a esa hora porque no se sentían seguras. Al otro día fueron conmigo y las dejaron detenidas".

"El jefe de la Policía las acusa de desacato, atentado, vandalismo, propagación de epidemia y desorden público. Ellas son auxiliares pedagógicas, nunca habían tenido problema con la Policía. El 18 las mandaron para la Cárcel de Mujeres de Guamajal. No he visto más a mis hijas, y eso me provoca un dolor muy grande; pero lo peor es que tengo una nietecita de tres años y medio que me pregunta todo el tiempo cuando llega su mamá".

Para intentar contentar a su nietecita, le compra un dulce o un refresco y le dice que se lo mandó su mamá. "Pero ella ya no mira ni eso. La extraña mucho y me repite que quiere dormir con su mamá", dice Issac Rojas, que incluso le pidió a una amiga que llamara a la niña haciéndose pasar por Lidianis. Pero no funcionó.

"Nazli (la niña) es muy inteligente y me dijo: 'abuelita mi mamá no habla así'", cuenta Isaac Rojas.

"Yo me pongo a ver los muñequitos con ella y de pronto me dan unas ganas de llorar. No puedo pensar que nos quedemos solas. He vendido cosas de la casa, ropa mía. He llegado a vender parte de los mandados para con ese dinero pagar los míos y la corriente".

"Desde el 18, que se las llevaron, mi rutina es levantarme pensando qué le podré llevar a mis hijas a la prisión, que inventaré, qué puedo vender para llenar la jaba. Gracias a Dios, al papá de Nazli y a la gente buena que me ha ayudado, en estas semanas hemos tenido qué comer".

Al temor por las condiciones de sus hijas en prisión, a que sean condenadas y a verse sola, enferma, sin pensión y al cuidado de su nieta que añora a su mamá, Bárbara Isaac Rojas suma ahora el temor de que la Policía vaya a buscarla también por hablar con la prensa independiente, señala Padrón Cueto.

En agosto, cuando las hermanas cumplían más de un mes de arresto, su madre escribió una carta al presidente del Tribunal Supremo, Rubén Remigio Ferro, solicitando la liberación de sus hijas.

"Él dijo en la Televisión Nacional que manifestarse no es delito y como mis niñas lo que hicieron fue participar en las protestas de aquí pensé que sabiéndolo él tomaría alguna acción para ponerlas en libertad", contó entonces.

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3 comentarios

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El pueblo, quien juzga a la dictadura fascista, pide la horca para cada uno de los miembros de la familia mafiosa Castro y de aquellos de la prostituta Díaz - Singao.

En Cuba hay que ser socialista a la fuerza o vas a la carcel,ese criminal gobierno narcotraficante esta peor que el de Corea del Norte ,hasta los haitianos tienen mejores condiciones de vida .Diaz Canel singa0.PATRIA Y VIDA.

Y en caso de que algunos no lo sepan, este tipo de cosa NO escandaliza a una enorme proporción de la humanidad, incluyendo muchos que presumen de su supuesta pasión por la justicia social.