La salud de los presos políticos se deteriora en medio de las condiciones deplorables de las cárceles cubanas. Mientras la opositora Lizandra Góngora espera una cirugía que aplaque el dolor provocado por un fibroma diagnosticado este año, Roberto Pérez Fonseca padece ahora de una neumonía.
La situación de Góngora, encarcelada en la Isla de la Juventud, lejos de su familia residente en La Habana, fue expuesta por el centro de información legal Cubalex, que alertó en sus redes sociales del delicado estado de salud de la activista.
"Desde que fue hospitalizada a principios de marzo, Lizandra espera por una cirugía 'de urgencia' para tratar su condición. Lizandra tiene un fibroma de seis centímetros en uno de sus ovarios que le provoca intensos dolores. Tras varios días de negarle asistencia médica, cuando finalmente la llevaron a un hospital, le dijeron que no tenían ni especialistas ni medicamentos para tratarla y que solo podrían realizar una cirugía de urgencia en caso de que el fibroma 'reventara'", denunció Cubalex.
El centro condenó que actualmente Góngora sigue recluida en la prisión Los Colonos sin recibir atención médica especializada y en una condición que le impide realizar esfuerzos físicos, por lo que depende de otras reclusas para sus actividades diarias.
"La atención médica deficiente y la escasez de medicamentos siguen siendo problemas críticos en las cárceles de Cuba. Las personas privadas de libertad enfrentan riesgos mayores al no recibir la atención médica adecuada a pesar de presentar síntomas claros y persistentes. Esta falta de atención médica no solo prolonga el sufrimiento físico, sino que también puede exacerbar las condiciones de vulnerabilidad, particularmente para las mujeres, con necesidades específicas no atendidas en las prisiones", señaló la organización de defensa de los derechos humanos.
En marzo Ángel Delgado, esposa de Góngora, dijo a DIARIO DE CUBA que el estado de salud de la opositora era "delicado".
Aparte del fibroma, "ella es sicklémica y tiene los ganglios de las cuerdas vocales inflamados. Por eso hemos pedido que sea trasladada para un hospital en La Habana, donde hay un poco más de recursos, para que pueda ser operada", añadió.
"Mi esposa está desterrada en la Isla de la Juventud. Yo paso mil trabajos para llegarme hasta allá con nuestros hijos las pocas veces que puedo ir. A eso súmale que la Policía me ha puesto seis actas de advertencia por todas las denuncias que hago sobre la situación de ella", dice el esposo de esta presa política, madre de cinco hijos.
En julio de 2023, Delgado denunció que Lizandra Góngora fue amenazada por una reclusa común con un arma blanca. Las amenazas continuaron en meses posteriores, sin que las autoridades carcelarias tomaran medidas efectivas para protegerla, a pesar de que la opositora les hizo saber que temía por su vida en la prisión.
Góngora, miembro del Partido Republicano de Cuba, fue condenada a 14 años de cárcel bajo cargos de sabotaje y desorden público, debido a su participación en las protestas pacíficas del 11 de julio de 2021 en Güira de Melena, Artemisa. Es la mujer con la más alta condena de todas las procesadas por las protestas del 11J.
En la prisión de Aguacate, en Quivicán, el preso político cubano Roberto Pérez Fonseca fue diagnosticado de neumonía, denunció su hermano Alberto Fonseca en redes sociales.
Aparte de la grave enfermedad de las vías respiratorias, Pérez Fonseca sufre de úlceras estomacales y severas condiciones de encarcelamiento.
Detenido por manifestarse el 11 de julio de 2021 en San José de las Lajas, Pérez Fonseca fue condenado a diez años de privación de libertad. Su familia y amigos temen que los frecuentes confinamientos en celdas de castigo que sufre comprometan aún más su delicado estado de salud.
El pasado 19 de febrero el opositor se pronunció en el patio de la prisión en homenaje a Orlando Zapata Tamayo, fallecido durante una huelga de hambre en prisión, y como escarmiento fue conducido a una celda de aislamiento.
"A mi hermano le quedan más de siete años de injusta condena y no sé si saldrá vivo de ella. Lo están matando lentamente. Hago responsable a la dictadura cubana por la vida de mi sangre", escribió en X Alberto Fonseca.
Los comunistas llevan 6 decadas en la isla torturando y asesinando a todo el que se le opone, siendo especialmente crueles con los que no se doblegan, sin importarles si son mujeres o menores de edad.
Ademas de intentar acallar esas voces valientes, han pretendido siempre enviar a todos los esclavos el mensaje de lo que deberian esperar si osan enfrentar al cartel de Punto Cero, aun asi nunca podran aniquilar la resistencia de algunos a no ser sometidos.
El trato a todos los presos políticos en Cuba es harto conocido, pero con Lisandra se han extremado por su posición vertical y no claudicar. Cuando se pueda escribir la verdadera Historia de Cuba esta joven mujer tendrá una página importante.
Si el estado de salud de la opositora es delicado, parece lógico que activistas y opositores busquen a un ginecólogo en un país extranjero. Una consulta por teléfono con un médico desde el extranjero pone bastante presión a la dirección de la cárcel. Y ella tiene 5 hijos, estos pueden tratarse con psicólogos cubanos que residen en el extranjero, por teléfono 📞; y la presión no es poca (doctores cubanos en el extranjero consultando por teléfono con víctimas del totalitarismo.) Se fue la potencia médica.