El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) registró 661 protestas públicas espontáneas en Cuba en febrero de 2024, para un incremento de 5,3% respecto a las 626 compiladas en enero.
Las denuncias de actos represivos siguieron aumentando y, por segunda ocasión consecutiva, encabezaron todas las categorías de este informe mensual. Las protestas por la crisis alimentaria, agravada por una progresiva inconsistencia en la entrega de cuotas de la subsidiada canasta básica, terminaron el mes virtualmente empatadas con las que se derivaron de la inédita ola de violencia social en el país, informó el OCC en una nota de prensa.
Las entradas del registro basadas en actos represivos volvieron a escalar en febrero a tres dígitos (157) y superaron por 24 las del mes anterior en esta categoría (133), y por 89 las 68 de diciembre. Para el OCC "esta clara ofensiva de represalias indicaría que el Gobierno cubano percibe que el malestar de la población por tantas penurias sin alivio y en todos los órdenes se aproxima de nuevo a una masa crítica, como la que precedió el levantamiento nacional del 11 de julio de 2021".
Durante febrero, como ya en habitual en los procederes de los cuerpos represivos, el OCC registró intimidaciones, amenazas, confinamientos y procesos judiciales contra manifestantes, activistas, periodistas independientes y críticos en las redes sociales. En este mes, además, la Asamblea Nacional denegó una petición de Ley de Amnistía en favor de los 1.066 presos políticos.
En las prisiones, continuó el desgaste físico y sicológico contra los presos políticos por medio de golpizas, celdas de castigo, negación de medicamentos, mala alimentación y escasa agua, uso de sicarios, y suspensión o negativa de determinados derechos que el régimen denomina "beneficios".
Bajo la categoría "Inseguridad ciudadana", el OCC registró en febrero 124 protestas, comparadas con 144 en enero. Durante el mes el observatorio contabilizó seis feminicidios y tres intentos; 22 asesinatos u homicidios consumados, más seis intentos; 20 desapariciones de personas; y 46 quejas por robos y asaltos. "La alarma de la ciudadanía ante la inusitada convivencia con el crimen parece haber forzado a las autoridades a ejercer presión sobre la Policía para que entregue resultados de sus investigaciones, así como a reconocer tácitamente el problema, si bien desviando la culpa hacia EEUU y la crisis global", detallaron.
Las 75 protestas contabilizadas en febrero en relación con los servicios públicos evidenciaron una agudización de los problemas en esta categoría, con apagones eléctricos cada vez más frecuentes y masivos en el horario pico nocturno, una escasez de combustibles que ha disparado sus precios y las tarifas de los transportistas privados, y una crisis en el suministro de agua que motivó protestas de varias comunidades.
Las protestas en relación con la salud pública (51) volvieron a exponer la creciente dependencia que padecen los pacientes cubanos de las redes sociales, la caridad pública o el mercado negro para conseguir medicamentos y otros recursos que necesitan, en algunos casos con urgencia de vida o muerte. Otras manifestaciones de malestar se centraron en aplazamientos o negativas de cirugías, negligencias médicas que causaron muertes o discapacidades y los bajos salarios de los doctores.
Entre otras incidencias sociales asentadas en el registro de febrero del OCC (41) se contaron tres suicidios de adultos desesperados por la crisis, incluido un maestro de primaria y la continuación de acciones filantrópicas de la sociedad civil, principalmente con recursos recabados en las redes sociales, como contrapartida al abandono del Gobierno.
En medio del recrudecimiento de la represión se registraron en el mes 73 desafíos al Estado policial, entre ellos: una protesta ante una estación de Policía por la ineficiencia ante el crimen; cuestionamientos de militantes de base del Partido Comunista a sus líderes; un llamado de organizaciones opositoras a un paro nacional; mensajes contra la dictadura insertados por hackers en la web de los estatales Bufetes Colectivos y una huelga de hambre de 12 días del preso político, educador y paciente de cáncer Pedro Albert, que requirió su ingreso en un hospital.
