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Represión

Los desafíos de los cubanos al Estado policial aumentaron en noviembre

El Observatorio Cubano de Conflictos registra 517 protestas públicas de diversa naturaleza durante el penúltimo mes de 2023.

Madrid
Cierre de vía en La Habana por madres cubanas exigiendo el servicio de agua potable.
Cierre de vía en La Habana por madres cubanas exigiendo el servicio de agua potable. Cubanet

El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) registró 517 protestas públicas en Cuba en noviembre de 2023, un mes en el que los desafíos al Estado policial superaron a todas las demás categorías, con 121 hechos de esa naturaleza, entre ellos, las protestas de madres con sus hijos y el cierre de vías de tránsito para exigir servicios públicos básicos.

De acuerdo con el informe mensual que emite ese organismo, las protestas exigiendo derechos económicos y sociales, que sumaron 295, el 57,06% del total, superaron por un margen más estrecho que en los dos meses anteriores a las relacionadas con derechos civiles y políticos, que sumaron 223, el 43,13%.

Según el resumen, entre las protestas exigiendo derechos económicos y sociales, destacaron al menos 116 derivadas de la ola de violencia social e inseguridad ciudadana que afecta a Cuba, seguidas por las demandas cuyo origen tiene que ver con la inseguridad alimentaria (75).

Un grupo menor de protestas (32) tuvo que ver con quejas ante las deficiencias en los servicios públicos, salvo la salud, que totalizó 28 actos de descontento.

Por otro lado, los derrumbes de edificaciones en mal estado y otros problemas de vivienda motivaron 25 expresiones de descontento, mientras que las generadas por problemas sociales sumaron 18 en el penúltimo mes de 2023.

Subraya el informe que las "crecientes brechas en la venta mensual de víveres subsidiados, incluida la leche de los niños, llevaron durante el mes a numerosos cubanos, sobre todo mujeres, a manifestar su indignación en las redes".

Las protestas callejeras presenciales solitarias y colectivas, "caracterizadas por barricadas, sentadas y voceríos contra las crisis de la salud pública, la escasez de agua, los apagones eléctricos y la vivienda", volvieron a ser frecuentes.

Por ejemplo, en La Habana Vieja, tras 15 días sin servicio de agua potable, una docena de mujeres con sus hijos cerraron el tráfico con cubos, tanques y otros recipientes en una concurrida intersección.

Cada vez más frecuentes se hacen también las denuncias en torno a la situación de pacientes de hospitales sin las condiciones mínimas para su tratamiento, dígase medicamentos e insumos. En esa dirección, destaca el grupo de madres con sus hijos que se plantó en la céntrica Rampa habanera, frente a la sede del Ministerio de Salud Pública, para exigir atención y calidad de vida para los menores con patologías graves.

Luego, entre las 223 protestas vinculadas a los derechos civiles y políticos, "121 fueron retos abiertos a la censura instituida mediante un férreo cuerpo legal contra las libertades de expresión y manifestación; otras 102 fueron originadas por actos represivos, golpizas y otros abusos contra los presos de conciencia", indica el informe.

El Observatorio menciona el caso del preso político Luis Barrios Díaz, de 35 años, quien murió en prisión por la negación de una oportuna atención médica por parte de las autoridades penitenciarias, lo que generó repudio y numerosas denuncias.

Recuerda el Observatorio que, "durante el Examen Periódico Universal de Cuba en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, realizado el 15 de noviembre, organizaciones no gubernamentales y países miembros presentaron decenas de recomendaciones al Gobierno cubano, que negó sin inmutarse la existencia de presos políticos en la Isla, tildando de delincuentes comunes a los más de 1.000 que mantiene en las prisiones, y provocando así la ira de los familiares".

Advierte el organismo que el resentimiento del pueblo cubano podría alcanzar un pico si se acentúan los incumplimientos en las entregas de los escasos productos que llegaban a los hogares cubanos a través de la libreta de racionamiento, "la cual el Estado había garantizado durante seis décadas".

"De esta manera, el régimen se ha buscado un poderoso enemigo en los millones de madres cubanas que no pueden contar ahora ni con el azúcar, ni la leche, ni el pan de las cuotas normadas para dar algo de comer a sus hijos. A menos que haya un alivio a esta nueva conflictividad, la caldera social cubana puede volver a ponerse al rojo vivo", advierte el informe.

El Observatorio Cubano de Conflictos es un proyecto autónomo de la sociedad civil cubana apoyado por la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba.

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