Un joven cubano de 28 años de edad murió el martes último mientras estaba bajo custodia de la Policía en la Unidad de Operaciones de Guantánamo, denunció un familiar.
Según el testimonio citado por el proyecto de asesoría legal Cubalex, el fallecido se nombra Joelvis Viscay Hernández, quien "perdió la vida en circunstancias no esclarecidas, a causa de un presunto suicidio por ahorcamiento, mientras estaba detenido en la Unidad de Operaciones de Guantánamo".
En un hilo en sus redes sociales, Cubalex indicó que el familiar que brindó la información, cuya identidad no fue revelada, aseguró que el joven fue detenido "en horas de la madrugada de ese día, en la vivienda de la familia en Guantánamo, a raíz de un operativo policial para detener a Viscay Hernández".
Cubalex puntualizó que se desconocen las razones de la detención.
"Tras su arresto, fue trasladado a la Unidad de Operaciones, también conocida como El Técnico, perteneciente al Órgano de Investigación Criminal en Guantánamo, bajo la dirección del teniente coronel Liuban Mesina Santos", señaló.
"En la tarde del propio día 28, la familia fue informada sobre el presunto suicidio. El familiar que proporcionó la información destacó la falta de detalles sobre cómo ocurrió el acto, considerando que en los calabozos no se permiten cinturones, cordones o sábanas", pormenorizó la denuncia.
"El mismo familiar, además, señaló que el cuerpo no presentaba signos evidentes de ahorcamiento, generando dudas acerca de la versión oficial", agregó.
De acuerdo con Cubalex, el cadáver de Viscay Hernández fue enterrado este jueves 30 de noviembre en el cementerio municipal de Guantánamo.
"La muerte bajo custodia estatal implica el fallecimiento de una persona detenida en prisiones, centros de detención o en custodia de fuerzas de seguridad. Puede ser resultado de diversas circunstancias: negligencia, condiciones inhumanas, tortura o ejecuciones extrajudiciales", advirtió Cubalex.
Y enfatizó: "Una muerte bajo custodia es potencialmente ilícita y es obligación del Estado investigarla, según el derecho internacional. Esta investigación debe ser rigurosa, independiente, imparcial y transparente, con el fin de implementar medidas correctivas y preventivas".
La noticia se difunde apenas una semana después de la muerte de Luis Barrios Díaz, preso político condenado a nueve años de cárcel por participar en las protestas del 11J, quien falleció presuntamente debido a la negligencia de las autoridades carcelarias.
Barrios Díaz, de 36 años, murió en el hospital La Covadonga, de La Habana, tras haber sido trasladado desde la cárcel donde se encontraba preso, según una denuncia del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) y de la familia del fallecido. La atención médica habría llegado demasiado tarde.
La familia y el OCDH habían explicado que las autoridades del penal negaron durante meses la asistencia sanitaria que necesitaba Barrios. Luego, "en un intento de librarse de su responsabilidad producto de su negligencia", tramitaron una licencia extrapenal para el prisionero político "con celeridad inaudita".