La influencer cubana Sulmira Martínez (Salem de Cuba), encarcelada desde el 10 de enero de 2023 por sus publicaciones en Facebook, está "muy deprimida". Según declaró Norma Pérez, madre de la joven, en una entrevista con Martí Noticias, en la última visita que le hizo a su hija en la cárcel El Guatao, en La Habana, la notó "muy mal psicológicamente".
"Mi hija está muy mal. La mandaron al psicólogo y al psiquiatra, porque parece que de Villa Marista viene fundida ya. Dice que quiere ahorcarse, que quiere plantarse, que no da más ya, que está cansada. Me lo dijo con los ojos aguados", añadió.
Pérez realizó la visita a su hija, presa política de 21 años, el pasado viernes. Contó que la vio "muy extraña" y no "como otras veces", además señaló que no le gustó "su manera de mirar" ni "su manera de hablar".
Martínez fue detenida el 10 de enero de este año por haber publicado al menos dos mensajes en redes sociales en los que convocaba a "otro 11 de julio". "¡Necesitamos organización... corran la voz!", apuntó en uno de ellos. "Para los que dicen que el que empuja no se da golpes: estoy planeando una manifestación, es pa' la calle, no detrás de una pantalla", señaló en otra publicación.
"El día de la detención se llevaron la computadora, tres teléfonos celulares, las tarjetas de crédito, una cámara que ella tenía. En los interrogatorios le preguntan que quién le paga, cuando las tarjetas de ella no tenían dinero", declaró Norma Pérez, cuando denunció el caso a mediados de febrero pasado.
A casi seis meses de su detención, todavía Norma Pérez no ha sido informada de manera oficial sobre los delitos que le imputan a su hija. Explica que el único documento que ha recibido fue el acta de ocupación de los equipos que se llevaron de su casa poco después del arresto.
Para Norma Pérez, es justamente esa incertidumbre sobre su caso lo que está afectando a su hija. Advirtió, además, que desde que la joven llegó a El Guatao, su abogado la ha podido visitar solamente en una ocasión. El delito por el que la Fiscalía quiso procesar a la joven en un primer momento fue el de propaganda contra el orden constitucional, pero luego fue cambiado por el de instigación a delinquir.
Pérez señaló también, como uno de los factores que lastimó la salud mental de su hija, los 67 días que estuvo recluida en Villa Marista, donde fue sometida a numerosos interrogatorios y a malos tratos, prácticas que defensoras de derechos humanos han denunciado como torturas psicológicas.
"Ella me dijo que en Villa Marista sufrió cantidad, que le quitaban los cigarros y le daban la fosforera sola, o si no, le daban los cigarros y no le daban la fosforera; le dejaban la luz prendida; le decían que eran las 3:00 de la mañana y eran las 12:00 del día. Tremenda guerra que le metieron, entonces parece que eso la ha traumatizado bastante. Ella tiene secuelas de Villa Marista que le están saliendo ahora", contó.
Pérez explicó que también afectó mucho a su hija la transmisión que hicieron las autoridades cubanas por televisión nacional, y sin su consentimiento, de imágenes suyas durante un interrogatorio en Villa Marista. Un video editado en el que la influencer hizo declaraciones que la autoincriminaban y se notaba que estaba bajo mucho estrés.
El video se hizo público en el programa oficial Razones de Cuba, que acusó a Martínez Pérez de generar "contenidos nocivos y engañosos en los espacios digitales”. La "confesión" fue arrancada a Martínez Pérez durante los más de 60 días que estuvo detenida en Villa Marista.
Pero el traslado para la prisión de mujeres de El Guatao no ha sido un alivio para Martínez: "No hay agua para bañarse, tienen que salir a otro sitio a buscarla y cargar agua. La tienen desyerbando con las manos y sin guantes. La comida sigue mala, no tienen agua fría para tomar", lamentó la madre de la joven.