Privación de alimentos, de líquidos y de atención médica, así como de ver a sus familiares; abusos físicos, y trabajos forzados son algunos de los métodos de tortura empleados en las cárceles cubanas contra los presos políticos. Las mencionadas se emplean incluso contra jóvenes entre 17 y 21 años. Los adultos, además, sufren confinamiento en celdas de castigo, entre otros suplicios.
Estas son apenas algunos de los tormentos contenidos en el Primer Estudio Integral sobre la Tortura en Cuba elaborado por Prisoners Defenders y presentado en la tarde de este 30 de mayo, en un evento en el que recibió duras críticas el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien visitó La Habana recientemente.
El director de la ONG radicada en Madrid, Javier Larrondo, explicó que el estudio se basó en 181 casos; de estos 164 fueron tomados al hacer y el resto fueron analizados exprofeso. La conclusión fue que "en Cuba se tortura vilmente a todos los presos políticos".
La muestra es representativa de los 1.277 cubanos que están o estuvieron presos durante los 12 meses que abarcó el estudio.
Contra las prisioneras, se emplean distintos tipos de humillaciones, se les amenaza con provocarles daños a sus familiares. Pero no están exentas de recibir los maltratos físicos que reciben los varones, como el uso de la temperatura para torturar, además de golpizas como las propinadas a las hermanas Angélica y María Cristina Garrido tras ser arrestadas en julio de 2021, por participar en las manifestaciones antigubernamentales conocidas como protestas del 11J.
Javier Larrondo también citó el caso de Gabriela Zequeira, de 17 años en aquel momento, a quien "le introdujeron un dedo en la vagina estando de cuclillas".
Zequeira es una de las cuatro personas menores de 21 años identificadas como víctimas de tortura en el informe. Se suman Jonathan Torres Farrat, Brandon David Becerra Curbelo y Cristian Enrique Salgado Vivar.
Otro preso político a cuya situación se refirió Larrondo fue José Daniel Ferrer, obligado a permanecer en ropa interior dentro de la celda, sometido a ataque sónicos y mantenido con la bombilla encendida durante las 24 horas, y envenenamiento del agua.
Fernando Almeida, coordinador jurídico de la organización, describió a Cuba como "un campo de concentración de 64 años", donde el Departamento de la Seguridad del Estado tiene la función de recabar información "para torturar a los disidentes y a sus familias para sembrar el terror".
También recalcó que los casos de torturas en las prisiones no son aislados ni producto de errores, sino de un diseño creado para garantizar la impunidad de los torturadores y no para proteger a las víctimas.
La presentación del informe de Prisoners Defenders se produjo tres días después de que Josep Borrell concluyera una visita a Cuba, en la que no tocó el tema de los presos políticos, ni se reunió con familiares de estos ni con representantes de la sociedad civil cubana.
Los participantes en la presentación cuestionaron la visita de Borrell a la Isla, que calificaron de "incompatible" con las torturas contra los presos descritas en el estudio de Prisoners Defenders. Estas violaciones de derechos humanos constituyen base suficiente para revisar el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación entre el régimen cubano y la UE, y suspender la ayuda económica proporcionada por esta última, sostuvo Leopoldo López Gil, miembro del Parlamento Europeo.
El eurodiputado por español por el Partido Popular Juan Salafranca anunció que el Parlamento Europeo intentará hacer comparecer lo antes posible a Borrell para que explique su proceder.
Dita Charanzová, vicepresidenta del Parlamento Europeo señaló que el régimen cubano, además de torturar a los prisioneros —pese a haber firmado la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura— se ha puesto "del lado del criminal de guerra (Vladimir) Putin". Para la eurodiputada checa esa es "la gota que colmó el vaso".
Participaron también en la presentación Carlos Sánchez Berzain, director del Instituto Interamericano para la Democracia, y Javier Nart, miembro del Parlamento Europeo, cuya intervención fue transmitida en video.