Victoria Martínez Valdivia, madre de Felipe Octavio Correa Martínez, de 26 años, y Luis Miguel Alarcón Martínez, 32 años, los dos hermanos detenidos el pasado 6 de mayo tras las protestas de Caimanera denunció la violencia policial que sufrieron los jóvenes. Según contó al diario digital independiente 14ymedio, después de visitarlos en varias ocasiones en la Unidad Provincial de Investigaciones Criminales y Operaciones de Guantánamo pudo notar que se encontraban "en muy malas condiciones".
"Las primeras veces que fui a visitarlos me di cuenta de que mi hijo Luis Miguel escondía la cara y después supe que era porque con los golpes le habían tumbado dos dientes, casi no podía reconocerlo de tan mal que estaba", dijo Martínez a 14yMedio. "Mis hijos están en los puros huesos, el más pequeño estaba hasta temblando", detalló la madre.
En su testimonio da cuenta de varios actos de violencia policial contra sus hijos, ambos han sido víctimas también de violaciones a sus garantías procesales a lo largo de las tres semanas que llevan detenidos.
Advirtió que el lugar donde realiza la visita a sus hijos "está en unas condiciones que es evidente que están filmando todo lo que hacemos". "Hay una mesa, dos sillas y todo está preparado de una manera que se nota que hay una cámara en algún lugar para grabar lo que conversamos y hacemos mientras estamos ahí", apuntó.
La policía política intenta además que los familiares de los detenidos den ahora un testimonio distinto al que ofrecieron al periodista independiente Yeris Curbelo Aguilera tras la protesta. El reportero denunció en un video que transmitió el portal Cubanet, que "están tejiendo una telaraña" para desacreditarlo porque ha estado "cubriendo las protestas y lo que acontece contra estos jóvenes en Guantánamo".
Victoria Martínez, de 51 años, contó también que ha tenido que contratar ya a dos abogados; explicó que pagó 4.200 pesos por cada uno, algo "muy difícil" para su familia porque son "personas de bajos ingresos". Sin embargo, los abogados no han podido hablar con sus hijos.
Según relató, al primer abogado tuvo que retirarlo del caso porque en una semana "no hizo nada" por sus hijos y además porque los sentenció por adelantado: "Cuando fui a verlo para mostrarle los videos de la protesta donde se ve que Felipe Octavio y Luis Miguel no habían hecho ningún acto de violencia, me dijo que ellos 'ya estaban embarcados'".
Contó además que el instructor policial del caso, el primer teniente Dailovis Torres, le dio un papel que decía que sus hijos están siendo procesados "por desorden público" y que a Correa Martínez le pusieron también que lo estaban procesando "por resistencia".
"Le pregunté hasta cuándo van a estar detenidos, pero me dicen que sus expedientes están en Fiscalía Militar. No sé por qué, porque ellos son civiles ¿Por qué les hacen esto?. (…) No nos dan fecha para el juicio ni detalles de qué va a pasar con ellos, no nos dicen nada, solo nos dan largas, nos quieren entretener", dijo la madre al dar su testimonio al citado medio.
Para Martínez sus hijos simplemente "se cansaron". Cuenta que en Caimanera los pobladores se están "muriendo de hambre" y que los últimos chícharos que les vendieron por el mercado racionado "estaban llenos de gorgojos".
"Ellos salieron a la calle diciendo la verdad y se le comenzó a incorporar el pueblo, que los apoyó. Se quejaban por el mal suministro de la comida, que tampoco hay combustible para las ambulancias. Ellos se manifestaron de manera pacífica, sin armas", añadió la mujer.
Recordó que los Boinas Negras llegaron en la noche y le dieron golpes a sus hijos "como si fueran animales". "A mi hijo lo arrastraron por tres cuadras. Su hermano se acercó para saber qué le estaban haciendo y lo golpearon también. Desde ese día están presos", dijo.
Después del 6 de mayo la situación se ha vuelto aún más compleja para esta familia, la madre cuenta que su hijo Luis Miguel "está casado" y tiene a su cargo al hijo de su esposa y dos sobrinos. "Nosotros hemos vivido toda la vida en Caimanera, tengo 51 años y nací aquí, mis padres también son de aquí. Tengo bajo mi cuidado a una hermana postrada, que tiene una discapacidad, y el arresto de mis hijos me ha complicado más el día a día", lamentó la mujer, que agregó: "Yo no quiero ni comer, no puedo dormir, no tengo vida desde ese día que se los llevaron".
Correa Martínez y Alarcón Martínez forman parte del grupo de cinco detenidos durante las mencionadas protestas. Todos fueron arrestados de manera violenta tras iniciar una manifestación pacífica en la que una multitud se congregó en las calles de la ciudad al grito de "¡Libertad!", "¡Patria y Vida!" y "¡Abajo el sistema comunista!".
La madre de ambos jóvenes remató sus declaraciones a 14ymedio apuntando: "Ahora han tratado de calmar la situación en Caimanera surtiendo las tiendas. Trajeron aceite y picadillo. Nos tienen de cola en cola para que no nos quejemos, para que no podamos pensar en otra cosa".
El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias calificó lo ocurrido como una acción iniciada por personas en estado de embriaguez y negó la represión, pese al material audiovisual que circuló en redes sociales en medio de cortes de internet y de otros servicios de telefonía en toda Cuba.
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