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represión

Un padre cubano encarcelado por el 11J, un niño con depresión severa y una madre bajo acoso

El niño 'tiene alopecia, lesiones en la piel' y su situación 'preocupa a los médicos, en el Ministerio de Justicia, en la escuela, pero nadie hace nada', denuncia la esposa de Maikel Puig Bergolla.

Madrid
Sayli Núñez, esposa del preso del 11J Maikel Puig Bergolla.
Sayli Núñez, esposa del preso del 11J Maikel Puig Bergolla. s. núñez/facebook

La pesadilla de la familia del preso cubano del 11J Maikel Puig Bergolla no parece tener fin. El mal sueño que se inició en los días posteriores al 11 de julio de 2021 y continuó meses después, no acaba. Puig Bergolla fue sentenciado a 12 años por su participación en las manifestaciones en Güines, Mayabeque. Ya en prisión, recibió otra condena de dos años por un supuesto delito de "atentado". Ha sido trasladado a una cárcel a más de 150 kilómetros de su residencia. Su esposa, Saily Núñez, no cesa de reclamar la libertad del padre de sus dos hijos y denunciar arbitrariedades en torno al caso. Eso le ha valido la represión del régimen. De hecho, este viernes se somete a uno de los interrogatorios de la Seguridad del Estado.

"Supuestamente un diálogo, no sé que tipo de diálogo", denunció Núñez en un mensaje enviado a DIARIO DE CUBA. Ella teme por sus dos pequeños, uno de ellos ya muy golpeado por la ausencia del padre, al punto de que ha requerido tratamientos médicos especializados.

"Mi esposo actualmente se encuentra recluido en Agüica, Matanzas, separado por más de 150 kilómetros del hogar y lugar de residencia. Por ende, lo vemos con poca frecuencia. No asistimos a todas las visitas por motivos de lejanía, economía y la situación que todos saben que hay aquí", contó Núñez en diálogo con DIARIO DE CUBA. 

"La última vez que vi a mi esposo fue el 24 de enero. Ya desde diciembre mis hijos no acuden a verlo, fue la última visita. Van a ser dos meses sin ver a su padre. Esta situación nos está afectando grandemente. Lo he denunciado muchísimas veces", añadió.

Núñez describió lo que está padeciendo su hijo más pequeño (tenía diez años cuando su padre fue detenido) como una situación alarmante y peligrosa.

"El caso de mi niño lo conocen todas las entidades, la Seguridad del Estado, saben que tiene una gran afectación que le está haciendo daño y no se hace nada al respecto. No se gestiona traslado alguno de mi esposo. Los papeles de mi esposo están en el aire, continúa sin su sentencia en las manos", dijo.

"La situación de nuestro hijo menor se sigue complicando. A él le diagnosticaron una depresión severa por la ausencia del padre. Ha tenido que tomar medicamentos fuertes para su edad, medicamentos que algunos le han sido retirados tras provocarle reacción. Continúa con otros, pero tiene alopecia, lesiones en la piel, la situación del niño preocupa a los médicos, en el Ministerio de Justicia, en la escuela, pero nadie hace nada al respecto", lamentó.

"Responsabilizo a la Seguridad del Estado y a todas las entidades de lo que pueda pasar a mi niño, porque su vida corre peligro", manifestó.

Sobre la situación de Puig Bergolla en prisión, la mujer lamentó la cuestión de la alimentación.

"La situación de la comida es más que crítica, es caótica. En mi caso, al no poder asistir a las visitas ordinarias, cuando voy a la visita conyugal es que le llevo su llamado saco, con cosas de alimentación, lo cual se dificulta mucho", dijo.

Pese a la escasez y a que las autoridades carcelarias conocen la situación de la familia, se desentienden.

"Ellos saben que yo no asisto más a la prisión, esa sola vez al mes, y ha habido problemas a la hora de pasar ese saco, no quieren admitirlo (todo)", denunció.

Acerca del hostigamiento que este mismo viernes ha sufrido por su constante activismo en favor de los presos del 11J, sobre todo por la libertad de su esposo, Núñez dice que no piensa echarse atrás.

"La presión sobre mí es cada vez más fuerte por mis denuncias. Pero no voy a parar. No pienso de ninguna manera callarme porque se lo debo a mis hijos, que son quienes están viviendo la peor parte. No me perdonaría si algo les pasara", declaró.

La esposa de Puig Bergolla culpa a los represores del régimen "por toda la situación tan triste" que están atravesando.

Maikel Puig Bergolla tenía de 40 años cuando fue detenido a raíz de su participación en el 11J. Tenía una de las peticiones fiscales más elevadas, 25 años. El régimen lo acusó de delitos de "desórdenes públicos, desacato, desacato a la figura agravada, instigación a delinquir y asesinato tentado".

Al final del juicio del 11J, Puig Bergolla fue condenado a 20 años. Tras una apelación fue finalmente sentenciado a 12 años de privación de libertad. Sin embargo, en otro proceso iniciado estando ya en la prisión de Quivicán, por un supuesto delito de "atentado", fue condenado a dos años más.

En los últimos días, el grupo independiente sobre detenciones políticas Justicia 11J incorporó 13 nuevos nombres de personas detenidas en el contexto del 11J a su listado de presos relacionados con las históricas protestas. La ONG elevó el número total de detenidos a 1.540. De estas personas, 675 permanecen en detención y 730 han sido juzgadas.

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