Este miércoles arranca el juicio contra nueve manifestantes del 11J en Cuba. Este grupo de acusados que participó en las protestas en Güines, Mayabeque, se enfrenta a condenas de cárcel que van desde cuatro hasta 25 años. La vista está prevista para este miércoles, jueves y viernes en el Tribunal Provincial de Mayabeque, ubicado en San José de las Lajas.
Entre los procesados se encuentra Maikel Puig Bergolla, de 40 años, con la petición fiscal más elevada, 25 años, y a quien el régimen acusa de delitos de "desórdenes públicos, desacato, desacato a la figura agravada, instigación a delinquir y asesinato tentado".
"El día 12 de julio, un día después de las protestas, una serie de patrullas llegó a la casa y sin más explicación lo detuvieron y se lo llevaron", cuenta a DIARIO DE CUBA Saily Núñez Pérez, la esposa de Puig Bergolla, quien considera el caso como una "injusticia" y un golpe para ella y los dos hijos que tienen en común.
"La detención de Maikel fue inesperada y traumática, ver tantas patrullas, fueron miles de preguntas de los niños. Maikel no hizo nada, no hay pruebas, lo están procesando como si hubiera matado a un ejército de personas", añade.
Según Núñez Pérez, el 11 de julio ella y su esposo solo observaron en distintas locaciones del pueblo "lo que estaba pasando pacíficamente".
Puig Bergolla se encuentra en la prisión de Quivicán hace tres meses "en una celda en solitario, por una orden que se dio y cuyos motivos desconocemos. Allí ha estado desatendido médicamente", denuncia Núñez Pérez.
"Está viviendo en condiciones infrahumanas, en una celda que se filtra, con salideros en el inodoro, tapiada, que no cruzan ni los rayos del sol, que el guardia en ocasiones se le olvida hasta llevarle la mala comida", dice.
Puig Bergolla padece de hipertensión arterial desde hace varios años. Debutó en la cárcel con diabetes y también sufrió linfangitis.
"Después de tantas denuncias lo empezaron a atender médicamente. Me han hecho perder el miedo. Maikel ahora mismo es mi dolor", afirma su esposa.
"La abogada nos indica que todo está a favor de Maikel, pero estos son juicios falsos que montan a base de mentiras e injusticias. Mi esposo no sale en ningún video. Solo hay una foto en la que se le ve caminando solo, con las manos detrás, con su nasobuco, no violando nada, no gritando, no agrediendo, no haciendo nada", defiende.
"Quienes acusan a Maikel son cinco policías ¿Qué más se puede esperar? No tienen otros testigos contra él", asegura Núñez Pérez, quien reclama "que se revise el caso" de su esposo.
Además de Puig Bergolla, durante los días 12, 13 y 14 de enero serán juzgados por su participación en el 11J en Güines Yanier Santana Díaz, acusado también de "desórdenes públicos, desacato, desacato a la figura agravada, instigación a delinquir y asesinato tentado" y con una petición fiscal de 15 años de privación de libertad.
Asimismo van a juicio Noslen Roque Cordero, acusado de los mismos delitos, para quien la Fiscalía pide 18 años de cárcel; Noel Martínez Tápanes, acusado de "desórdenes públicos, desacato y desacato a la figura agravada", con petición de seis años de privación de libertad; Mariurka Díaz Calvo, con cargos de "desórdenes públicos, desacato, desacato a la figura agravada, instigación a delinquir", con petición fiscal de 20 años de cárcel.
Igualmente, Dunieski Ruiz Cañizares, acusado de "desórdenes públicos, desacato, desacato a la figura agravada y atentado", quien enfrenta una pena de ocho años; Luis Miguel Valls Pérez, bajo cargos de "desórdenes públicos, desacato, desacato a la figura agravada, instigación a delinquir, asesinato tentado y evasión de presos", para quien la Fiscalía pide una sanción conjunta de 20 años; Yeriel Cruz Pérez, acusado de "desórdenes públicos, desacato, desacato a la figura agravada, atentado, resistencia y evasión de presos", con petición de 15 años de cárcel, y Erick Rodríguez León, por presuntos "desacato y atentado", con petición de seis años de cárcel.
Argumentos de la fiscalía
La Fiscalía argumenta en su petición que todos los acusados "se desplazaron, por el centro de las calles y obstruyendo la circulación de vehículos, hacia el área del parque central de Güines donde se unieron alrededor de 2.000 personas en tanto gritaban reiteradamente consignas de acuerdo con sus ideas políticas y otras dirigidas a denigrar la función policial y la figura del presidente del país tales como 'Díaz Canel Singao y Policía Pinga'".
También dice que "escandalizaban, realizaban con diferentes instrumentos disímiles ruidos con los que alentaban a los vecinos por donde se trasladaban".
Además de señalar a los acusados Puig Bergolla y Santana Díaz de vociferar las mismas frases antes mencionadas, el documento señala que "con total irrespeto a las autoridades y para impedir que estas neutralizaran la concentración gritaron 'maten a la Policía' y corrieron hacia los agentes del orden, al tiempo que les lanzaban piedras con las que alcanzaron el carro patrullero por la baliza y les ocasionaron un orificio".
Sobre Puig Bergolla, la petición fiscal dice que "no participa en las organizaciones de masas en su lugar de residencia, se relaciona con personas de desajustada conducta social, las autoridades lo catalogan como persona proclive a la comisión de hechos delictivos, altera el orden público".
La esposa de Puig Bergolla cree que las autoridades pretenden denigrar al detenido. "A pesar de que lo quieren presentar como un antisocial y delincuente, las cosas no son así. Somos un matrimonio que vamos a cumplir 11 años juntos, tenemos a nuestro cargo dos niños, una hembra y un varón de 12 y nueve años respectivamente. Maikel con los niños es inseparable. La frase de ellos para él es siempre 'eres el mejor papá del mundo', su superhéroe", declara Núñez Pérez.
"Es él quien lleva a los niños a la escuela, los recoge, nunca ha faltado a un inicio de curso, está siempre pendiente de ellos. Es el padre que los consciente, quien les da el despertar en las mañanas. Si volviera a nacer lo vuelvo a escoger como esposo y padre", afirma.
Según la mujer, su esposo "se levanta muy temprano, apenas duerme, trabaja".
"Era trabajador de Viales, siempre riendo, alegre, pero esa sonrisa con la que siempre aparece en sus fotos se va apagando por las condiciones en que está", lamenta.
"Pasábamos mucho tiempo juntos, somos más que pareja, somos amigos. Soy su mamá, su hermana, su todo. En el pueblo de Güines todos nos conocen, y es 'Maikel, el esposo de Saily' o 'Saily, la esposa de Maikel'. Rara vez estamos separados, hay absoluta confianza".
Hoy la situación es muy diferente para esta familia. Puig Bergolla solo tiene llamadas dos veces a la semana, lunes y jueves, y una visita al mes.
"Nos vemos una sola vez en el mes. Ese mismo día está establecida la visita conyugal y después la visita familiar", dice Núñez.
"Ahora la soledad es tremenda, no tenerlo, extrañarlo. Las visitas familiares son traumáticas, se hacen muy cortas, para los niños es muy duro, no saber cuál será el fin de esto y cuándo volverá a estar papá en casa", agrega.
"A Maikel lo ha afectado muchísimo. No solo está preso, sino que lo quieren desestabilizar mentalmente, destruyéndolo poco a poco. Casi no habla, a no ser en los interrogatorios. Lee mucho. Ojalá que esta pesadilla acabe. Solo me queda pedir libertad para Maikel Puig Bergolla y libertad para todos los detenidos del 11J", concluye.