Más de dos meses después de las protestas que comenzaron el 11 de julio y se extendieron hasta el 13 en varias ciudades de Cuba, la policía política continúa buscando "organizadores" de esas y otras manifestaciones más alejadas del foco mediático, como la ocurrida el 17 de agosto en la comunidad de Aguacate, en el municipio Madruga, provincia de Mayabeque.
"Ni el 11 de julio ni en los días siguientes, hubo detenciones o represalias en Aguacate, pero tampoco mejoró la situación que tiene sumido a este pueblo en la miseria total", dice a DIARIO DE CUBA Olga Lidia Medina Farramola, quien participó en ambas manifestaciones.
"Llevábamos un mes sin el servicio de agua potable, con apagones de cuatro y más horas diarias. A eso se sumó el gravísimo desabastecimiento de alimentos, medicinas y productos básicos en esta localidad. Esto parece un pueblo fantasma donde impera el contagio de Covid-19 que tuvo un pico de 78 contagiados en una población de apenas cuatro gatos y tres calles".
"Estas son las mismas causas que provocaron que más de cien personas, desde el barrio Suárez, saliéramos a protesátar a las calles el 17 de agosto. En esta ocasión tampoco hubo ninguna actitud violenta de nuestra parte, aunque sí hubo al menos tres detenciones, entre ellas la de Dariel Ruiz García", explica Medina Farramola.
La manifestante señala además que, tras la manifestación del 17 de agosto, los apagones en Aguacate empezaron a durar solo una hora, lo que demuestra que el régimen sabe quién es el culpable de las protestas.
Medina Farramola fue multada con 3.000 pesos, obligada a firmar un acta de advertencia por los presuntos delitos de propagación de epidemia y desorden público, y otra acta comprometiéndose a no volver a manifestarse. Además, pesa sobre ella una restricción de movilidad: no puede salir de su domicilio después de la 1:00PM.
"La actual situación en Aguacate es que continúan los interrogatorios a medio pueblo, las multas y otras represalias como las intimidaciones a amistades de nosotros por parte de la Seguridad del Estado, en busca de testigos en contra nuestra".
El pasado viernes 3 de septiembre, Medina Farramola fue nuevamente citada por elementos de la policía política, pero en esta ocasión el interrogatorio fue en el Técnico de San José de las Lajas.
"Me hicieron pasar uno de los peores días de mi vida. Llegué a las 9:00 de la mañana y me soltaron a las 5:00 de la tarde. Me hicieron una carta de detención y después una carta de libertad. Fue muy difícil para mí ya que nunca había estado bajo una investigación y me parece que no hice nada malo para llevarme a casi una prisión y someterme a una especie de tortura psicológica".
"No obstante a este mal día, considero que Dariel lo está pasando peor. Lo están usando como chivo expiatorio. Todos aquí estamos alerta porque nos puede pasar lo mismo", agrega.
Dariel Ruiz García fue arrestado en la mañana del 18 de agosto, un día después de que decenas de pobladores de Aguacate salieran a la calle e hicieran sonar calderos vacíos.
Su hermano, Janiel Ruiz García, residente en el extranjero, cuenta a DIARIO DE CUBA que Dariel participó de las protestas del 11 de julio, pero no se encontraba en el barrio cuando comenzó la protesta del 17 de agosto.
"Él estaba en casa de unos amigos compartiendo. Cuando regresaba a la casa escuchó la algarabía al otro lado del pueblo y se dirigió hacia allá. Lo acusan de desorden público, pero después cambian la acusación por instigación a delinquir, incitar u organizar la protesta".
"Fue conducido desde la Policía de Madruga al técnico de San José de las Lajas, donde después lo trasladaron a la prisión de Melena del Sur. Ha estado prácticamente incomunicado porque no ha podido hablar con su familia, solo una llamada de menos de tres minutos cuando estuvo en San José para decir que estaba bien".
Dariel Ruiz García tiene una discapacidad física que lo obliga a llevar una prótesis en una de sus extremidades inferiores. Las autoridades carcelarias no le permitieron ingresar a prisión con sus muletas, que necesita para poder bañarse porque con la prótesis no puede sostenerse .
Su abogada le comunicó a su familia que no existe ningún agravante para el desorden público. El cargo de instigación a delinquir se basa en las alegaciones de la Seguridad del Estado, que insiste en acusarlo de haber organizado tanto la manifestación del 11 de julio, como la del 17 de agosto.
"Ella pidió un cambio de medida (cautelar), pero se lo denegaron. Mi hermano no pertenece a ninguna organización opositora y el único dinero que recibe se lo envío yo. No sé por qué me lo quieren enredar; lo único que se me ocurre es que lo quieren como chivo expiatorio para dar un escarmiento porque el pueblo de Aguacate se le ha calentado al Gobierno", dice Janiel Ruiz García.
En el caso de las protestas del 11 de julio en Quivicán, el chivo expiatorio parece ser María Cristina Garrido Rodríguez, que permanece en prisión después que varios participantes fueran excarcelados, se les retiraran los cargos y se les devolviera el dinero de la fianza.
La joven, madre de dos niños, está acusada de desacato, resistencia e incitación a delinquir, como presunta organizadora de las protesta en su municipio. Fue golpeada y obligada a gritar "Viva Fidel" por policías en la prisión, según denunció su esposo en agosto.
Eso si lo entiendo bien ,golpeada hasta hacerla gritar "Viva Fidel " porque a golpes o amenzas es la unica madera que consiguen un grito asi ,,hacen lo mismo que en Corea del Norte ,vaya que es como un socialismo obligado.Ellos (el gobierno) saben que el 90 % de la poblacion esta en contra del sistema,si no logran a la fuerza ,con miedo los adeptos ,se les cae la buena vida,esto es tipo esclavitud del siglo 18.