Un día después de que DIARIO DE CUBA publicara el testimonio de Damián Yacel Hernández Viera, quien participó en la protesta pacífica del 11 de julio en el municipio Quivicán, provincia de Mayabeque, las autoridades de su territorio lo citaron para notificarle que le serían retirados los cargos judiciales que le imputaban.
"Me citaron en la mañana para decirme que retiraban todos los cargos y me devolvieron los 8.000 pesos de la fianza", comentó Hernández Viera, quien al día siguiente de la protesta fue interceptado por oficiales de la policía política cuando se dirigía a donar sangre para su tía.
Tras 15 días en prisión, le imputaron cargos de desacato, desorden público, propagación de epidemias e instigación a delinquir. Hernández Viera aseguró sin embargo en la entrevista con DIARIO DE CUBA que, durante la manifestación, "no se tiró una piedra, no hubo agresiones de tipo alguno contra nada ni contra nadie. No se confrontó a nadie, no se discutió. Tampoco hubo ninguna organización, como en ninguna de las protestas en el país, sino que fue espontánea, porque las personas no necesitan ser 'convocadas' para expresar sus necesidades".
Sobre la retirada de cargos, relató a DIARIO DE CUBA que le advirtieron "nuevamente, que tenía que comprometerme a no cometer más delitos".
"Haré lo que hice hasta ahora, porque demostrado está que no es delito manifestarse pacíficamente como hicimos todos en Quivicán", afirmó.
Horas más tarde, Miguel Hernández, otro de los manifestantes de este municipio, informó que varios acusados de los mismos delitos tras participar en la protesta, también habían sido citados para retirarles los cargos. Entre ellos se encontraban Tomás Beltrán, Wilfredo Hernández y Ian Ritchie Hernández.
"Solamente dejaron acusadas a María Cristina y Angélica Garrido Rodríguez, que todavía siguen presas", dijo Hernández, quien desde el domingo 11 de julio ha estado actualizando a DIARIO DE CUBA sobre la situación en Quivicán. Las dos mujeres están acusadas de instigación a delinquir y de haber organizado la protesta.
"Pero dicen que, si se presentan dos testigos de que ellas no cometieron ni resistencia, ni desacato, ni atentado en el momento de la detención, también las liberen sin cargos. Hay que tener fe", sostuvo Hernández Viera, quien, pese a los 15 días de prisión, durante los cuales se contagió de coronavirus, no se arrepiente de haber salido a manifestarse el 11 de julio.
"Valió la pena salir a protestar y la lucha no queda aquí. Es el comienzo de que las cosas con la verdad se avanzan y se ganan", declara.
