El periodista de DIARIO DE CUBA Yoe Suárez fue liberado por la Seguridad del Estado cubana horas después de haber sido detenido en su propia casa y trasladado hacia la estación de la Policía ubicada en 7ma y 62, Playa, donde fue multado y recibió amenazas por su trabajo.
"Fueron entre dos y tres horas que estuve en la estación de la Policía de 7ma y 62. Fui multado y amenazado por un teniente coronel de la Seguridad del Estado que se hace llamar José", contó Suárez a DIARIO DE CUBA.
Según su testimonio, el oficial le dijo "que comenzarían a tomar medidas conmigo y que en breve comenzaría a ver las consecuencias para mi familia y para mí mismo, cosas de las que uno escucha y nadie quiere vivir".
"Estoy esperando una arremetida en los próximos días, porque me dijeron que de ahora en adelante incrementarían las medidas conmigo", contó Suárez, a quien llevaron esposado desde su vivienda hasta la estación policial de 7ma y 62, en Playa.
Yoe Suárez fue detenido esta mañana por agentes de la Seguridad del Estado que amanecieron merodeando su casa. Inicialmente le pidieron que los acompañara, pero el periodista exigió una citación policial formal, que le entregaron horas después.
"Acaba de irse de la puerta de mi casa el oficial Jonathan, de los Órganos de la Seguridad del Estado. Llegó junto a un miembro de la Policía Nacional Revolucionaria, y demandó que los acompañara. Le exigí una citación oficial, afirmó no necesitarla, insistí. Dijo que, con esta, 'una primera vez' me negaba a acompañarlos. Respondí que le acompañaría solo mediante documento legal. Lo que intentaron hacer no es citarme, sino detenerme", denunció entonces Suárez en su cuenta de Facebook.
"Esta vez sí han traído un documento (…). Yoe acaba de irse con ellos. Caleb y yo quedamos en casa, preocupados, pidiendo a Dios que guarde a papá", escribió su esposa, la también periodista María Antonieta Colunga Olivera.
El pasado sábado 5 de junio Suárez también fue interrogado por agentes de la policía política cubana. Entonces denunció que fue cuestionado por su asistencia a uno de los estrenos clandestinos de la película Plantados, de Lilo Vilaplana; su encuentro con diplomáticos de un país europeo con motivo del Día Internacional de la Prensa; y su participación junto a seis cristianos en una oración pública por Luis Manuel Otero Alcántara.
En esa ocasión el agente policial hizo referencia al reportaje de investigación publicado por Suárez en DIARIO DE CUBA y CONNECTAS dónde documenta a través de 117 casos denunciados entre 2013 y 2021 la tortura a la que someten los agentes a activistas y opositores en patrullas policiales o vehículos durante periodos más o menos largos de tiempo, herméticamente cerrados y bajo el sol.
"No faltaron las amenazas, veladas y una de tipo directa", agregó Suárez. El agente le recordó que tiene familia, incluyendo un niño pequeño, y le aseguró que esta iba a "sentir las consecuencias" de su trabajo periodístico y activismo.
Concretamente, le advirtió de la posibilidad de que la Seguridad del Estado decidiera escalar las medidas represivas contra él, en específico poniendo "un 'cierre' en mi casa, es decir, una patrulla frente a la vivienda".
Yoe Suárez ha sido acosado por el aparato represivo del régimen durante años. Las detenciones e interrogatorios tanto contra él como contra su esposa y madre han sido frecuentes.
En abril último la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) otorgó medidas cautelares de protección a su favor, tras considerar que se encuentra en una situación de gravedad y urgencia de riesgo de daño irreparable a sus derechos en Cuba.
Este jueves 17 de junio varios activistas cubanos han denunciado estar sitiados por la policía política, como es el caso de la historiadora de arte Carolina Barrero, la artista Camila Lobón, la escritora Katherine Bisquet y la curadora Claudia Genlui Hidalgo.
este chamaco es un lince
Hacen todo eso, meterle miedo a los dé a pie porque saben que nadie le ha metido miedo a ellos hasta ahora. A esas personas para meterle miedo hay que, aquí afuera, publicar sus fotos y dirección donde viven y si siguen con los abusos también incluir a la familia de ellos. Aquí en Miami no he visto algo así.