Back to top
REPRESIÓN

Activistas y la CIDH exigen al régimen de Cuba poner fin a la violencia contra las mujeres

'Era constantemente perseguida y me decían que nunca saldría de prisión', contó la activista Yolanda Santana.

Madrid
Policía política reprime a Berta Soler (imagen de archivo).
Policía política reprime a Berta Soler (imagen de archivo). Facebook

Como parte de la campaña ¡Cubanas libres ya!, un grupo de activistas de la Isla y una representante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) pidieron al Gobierno cubano poner fin a la violencia ejercida contras las mujeres opositores y enfatizaron la necesidad de continuar con la documentación de la represión contra los defensores de derechos humanos en el país.  

Las mujeres hacen el trabajo que debería hacer el Estado, promueven los derechos para todas las personas. No hay perspectiva de género en Cuba ni protección para las mujeres detenidas en las cárceles o en las estaciones de policía y "la unión familiar es la más importante para los latinos y estas acciones las destruyen", dijo la comisionada del CIDH Margarette May Macaulay en el evento organizado por el Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad). 

Desde Cuba participaron la representante de las Damas de Blanco, Berta Soler, y la activista Yolanda Santana. Ambas contaron la multitud de detenciones arbitrarias por sus peticiones de libertad, y Santana enfatizó su experiencia en las cárceles cubanas. "Era constantemente perseguida y me decían que nunca saldría de prisión. Me decían mercenaria y asalariada. Me iban a dar con un palo", señaló la activista, pese a los problemas de conexión.

"Me han esposado hasta trancarme la presión de las manos, me han tenido entre 24 y 72 horas en un calabozo. He sido víctima de acoso policial en mi casa. (Quitaron) a mi nieta de maestra de una escuela y han apresado a mi hijo dos veces. Fui a prisión por 12 multas supuestamente no pagadas, pero que sí pagó mi esposo y luego me pusieron más porque dicen que a mí me gusta estar presa. Mis nietos le tienen terror a la Policía porque han visto la represión de la que he sido víctima", resumió en un vídeo grabado.

Por su parte, Soler reiteró al CIDH que instara "al régimen cubano a que ratifique los pactos de derechos internacionales de derechos civiles y políticos" y al cese de la violencia policial contras las mujeres. 

Desde Miami, la activista Xiomara Cruz Miranda —también de las Damas de Blanco y de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU)— señaló que está todavía con problemas de salud por una bacteria que le inocularon en una prisión de Cuba, donde estuvo en dos ocasiones. "Soy víctima de los esbirros de Cuba al igual que mi familia. ¡Abajo la dictadura!", agregó. 

Tanto los representantes de Raza e Igualdad como el CIDH expresaron que seguirán pidiendo al Gobierno de Cuba el respeto para las mujeres opositoras. Las mujeres presas necesitan agua y comida, así como respeto a su dignidad. Cada detención es una victimización a las mujeres cubanas y las autoridades deben tener en cuenta eso. Las mujeres no son peligrosas para la sociedad, lo peligroso es atacar la libertad de las activistas, apuntó la comisionada Margarette May Macaulay.

"Las mujeres en Cuba sufren de marginalización y pobreza. Tienen muchas razones para pedir cambios al Gobierno, pero la falta de libertad lo impide", apuntó Caitlin Kelly, de Raza e Igualdad.

En Cuba hay al menos ocho mujeres en las prisiones por su actividad contra el Gobierno. Sus historias están recogidas en la web oficial de la campaña ¡Cubanas libres ya!

Más información

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.