El Tribunal Municipal de Arroyo Naranjo sentenció el miércoles a un año de privación de libertad a Javier Rodríguez Santana, hijo de la Dama de Blanco y exprisionera política Yolanda Santana Ayala, por el presunto delito de "tenencia de arma blanca", una acusación que la organización opositora calificó como "fabricada".
De acuerdo con Yaima González, hija de la Dama de Blanco, a pesar de la presencia en la sede del tribunal de agentes de la Seguridad del Estado y de la Policía, su madre consiguió entrar a la corte.
Yolanda había recibido amenazas de la policía política de que le impedirían asistir, pero finalmente los represores la admitieron como el único familiar asistente, dijo González a DIARIO DE CUBA.
Javier Rodríguez Santana estuvo detenido en la unidad de procesamiento penal conocida como El Vivac.
La jefa del Tribunal Municipal dijo a Santana Ayala que, debido a que el juicio que le celebraron a su hijo fue sumario, no le entregarían constancia firme de la sentencia en su contra, denunció en su muro de Facebook la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler.
La represión contra el grupo opositor femenino no se ha detenido, a pesar de que este interrumpió sus acciones desde el inicio de la pandemia del Covid-19.
De acuerdo con Soler, durante todo este tiempo permanece aislada en celda de castigo y sin comunicación con sus familiares la prisionera política Aymara Nieto Muñoz, que está recluida en una prisión de Las Tunas, a más de 600km de La Habana, donde viven ella y su familia.
Por su parte, la Dama de Blanco Martha Sánchez González estuvo una semana en huelga de hambre en prisión en protesta por las violaciones a sus derechos. Según denunció, las autoridades carcelarias la amenazaron con sufrir represalias si se comunicaba con Soler u otra Dama de Blanco.
En este mismo periodo Gladis Capote Roque fue detenida y multada en varias ocasiones; mientras que las activistas matanceras de la propia organización Mercedes Figueroa Rodríguez y Luz Águila Pino fueron amenazadas por la policía política con arrebatarle la custodia de su nieto y con expulsar a su esposo de su centro laboral, respectivamente, de continuar militando en la organización.
Asimismo, la activista Oylin Hernández Rodríguez fue detenida en plena vía publica por represores de la Seguridad del Estado, quienes le anunciaron que estaba regulada.
