Deportistas cubanos convencionales y paralímpicos en París 2024: ¿una comparación justa?

Los 21 paratletas que representaron a Cuba en los Juegos Paralímpicos de París 2024 conquistaron seis medallas de oro, tres de plata y una de bronce para un total de diez preseas. Con ese desempeño, no solo escalaron 11 puestos en el medallero por países con respecto a Tokio 2020 y terminaron en el lugar 24, sino que también lograron la cuarta mejor ubicación histórica de una comitiva cubana en citas paralímpicas desde que participó por primera vez, en Barcelona 92. Pero, además, superaron en eficiencia a la delegación integrada por 61 deportistas convencionales, que semanas antes obtuvo dos oros, una plata y seis bronces, para firmar la peor actuación de Cuba en Juegos Olímpicos desde México 1968. 

¿Es real o aparente esa mayor eficiencia de los paratletas, que lograron también la cuarta mejor actuación ? ¿Se trata de una comparación justa? ¿Enfrentan los mismos desafíos los deportistas convencionales y los paralímpicos?

"Hubo más eficiencia, si hablamos de que 21 paratletas consiguieron más medallas de oro que 61 deportistas convencionales", dice a DIARIO DE CUBA el periodista deportivo Aliet Arzola Lima, quien enseguida aclara que prefiere no comparar.

"Se trata de dos movimientos deportivos muy diferentes", sostiene. "En el deporte convencional hay más países y un mayor número de atletas con posibilidades. El nivel es muy superior".

"La cantidad de competidores en el deporte paralímpico es mucho menor", afirma Arzola Lima y pone de ejemplo el caso de la velocista Omara Durand, quien acaba de ganar tres medallas de oro en París en la categoría T12 (débiles visuales profundos) y de completar la cifra de 11 metales dorados en citas estivales a lo largo de una carrera deportiva a la que puso fin en la capital francesa.

"En una carrera, Omara tiene tres o cuatro competidoras. En el atletismo convencional, hay 40 rivales de altísimo nivel", explica el periodista, quien considera que la comparación tampoco es justa para los convencionales.

"Con 21 atletas, lo normal es ganar tres o cuatro medallas. La delegación fue muy eficiente, pero pudo no ser así. Y sería injusto no reconocer el esfuerzo de los atletas, si no hubieran sido eficientes", señala.

El licenciado Daniel Gómez, especialista en luchas, considera que en los resultados de Cuba en los Juegos Paralímpicos de París 2024 influyen varios factores.

"En el deporte paralímpico no existe el mismo nivel de patrocinio y deporte profesional que en el deporte convencional, por lo que a nivel deportivo es más amateur. Por tanto, el nivel deportivo y competitivo es más bajo, dándole mayores posibilidades a Cuba", dice el también administrador de la página de Facebook "La Lucha Wrestling".

"Si es un deporte más amateur y en Cuba los atletas se mantienen entrenando el año entero, eso garantiza que los atletas cubanos tengan una preparación igual o superior al resto de los atletas que participan en estos Juegos Paralímpicos", añade y destaca la "gran incidencia de la calidad de los entrenadores cubanos".

"No sé puede dejar de mencionar el talento deportivo de los atletas cubanos", acota el licenciado Gómez.

El periodista de DIARIO DE CUBA Enrique del Pozo califica la actuación de la delegación cubana en los Juegos Paralímpicos de París como "fenomenal" y subraya que "no solo por superar lo logrado en la pasada cita estival, de Tokio 2020".

"Más allá de descender en el medallero general, del puesto 35 al 24, y cosechar seis medallas de oro, tres de plata y una de bronce (4-1-1 en la capital japonesa), la mayoría de los deportistas superó sus marcas personales y llegó en buen estado físico a la competencia", celebra.

En cuanto a los elementos que, en su opinión, influyeron en que "esa corta delegación de 21 paratletas superara con creces a los convencionales, que asistieron a los juegos con casi el triple de atletas y apenas pudieron alcanzar un par de metales dorados, una de plata y seis de bronce", Del Pozo destaca "el tema de las fugas".

"Son mucho más escasas en el caso de los deportistas con discapacidad. No hay pérdidas de figuras de primer nivel, como sí ocurre en el caso de los convencionales", afirma el periodista.

"Otro punto importante es la preparación. Los paratletas, al existir pocos eventos internacionales, entrenan con el objetivo de hacer un buen papel en la Olimpiada, algo que no ocurre con los convencionales".

"Estos, muchas veces en el afán de obtener premios en metálico en otros torneos (ligas de Diamante, peleas profesionales, etc.) en muchas ocasiones no llegan a la supuesta competencia principal en plenitud de facultades", explica.

"Los paratletas son pocos y pueden aprovechar mejor los pocos recursos que los directivos cubanos les destinan; no tienen esa presión mediática y, como ocurre en otros países, tienen una carrera deportiva mucho más larga. Esto permite que los talentos que surgen con habilidades extraordinarias puedan mantenerse en la élite por mucho más tiempo", concluye Del Pozo.

Aunque las fugas golpean menos al deporte paralímpico cubano que al convencional, ese movimiento no ha estado completamente exento de abandonos durante competencias internacionales. 

En 2022, se fugaron al menos cuatro paratletas: la bicampeona paralímpica de judo Dalidaivis Rodríguez, los velocistas Christian Carlos Guillén y Elvis Nules, y el saltador Lázaro Yarlo Rodríguez.

En 2023, el nadador invidente Yunerki Ortega Ponce escapó durante los Juegos Parapanamericanos de Santiago de Chile 2023.

En los Juegos Paralímpicos de París no hubo una cantidad significativa de cubanos compitiendo bajo otras banderas como ocurrió en la competencia de atletas convencionales, en la que 21 atletas nacidos en Cuba o de padres cubanos representaron a otros países.

Sin embargo, al menos un compatriota subió a lo más alto del podio vistiendo los colores de otro país. Se trata del discóbolo invidente Oney Tapia, de 48 años, nacionalizado italiano quien ganó el título en la categoría F11.