La prensa oficial arremete contra el posible equipo independiente de béisbol cubano y saca del olvido a José Abreu

La prensa estatal cubana tarda, pero no sorprende. Como era de esperar, arremete contra la iniciativa de un equipo independiente integrado por peloteros nacidos en la Isla que juegan en Grandes Ligas para participar en el próximo Clásico Mundial de Béisbol, 20 días después del anuncio del nacimiento de la Asociación de Peloteros Cubanos Profesionales (ACPBP, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, que promueve la idea de crear dicho equipo.

Según Michel Torres Corona, conductor del programa Con Filo, la idea sería parte de esos esfuerzos que "nuestros enemigos no cesan en pos de hacernos cada vez más daño".

El conductor se refiere a los fundadores de la asociación y promotores del equipo independiente como "ciertos entusiastas de Miami" y los acusa de no contar "con la Federación Cubana de Béisbol (FCB) ni con los peloteros que ahora mismo, dan espectáculo en la Serie Nacional", sin mencionar que la FCB ha negado a los jugadores cubanos que se desempeñan en el mejor béisbol del mundo el derecho de representar a su país en eventos internacionales. 

Aunque Torres Corona presenta Con Filo como "un espacio para mostrar, con todos sus matices, las noticias, los hechos, las matrices de opinión que circulan en los medios y las redes, sobre la realidad cubana", no menciona en ningún momento que a esos peloteros cubanos que juegan en Grandes Ligas no solo se les impide representar a la Isla, sino que se les ha privado de entrar a su tierra natal y se les ha tildado de traidores.

El caso más reciente de esta práctica fue la prohibición de entrar a Cuba al primera base de los Astros de Houston Yulieski Gurriel, pese a que entregó sus 15 mejores años como pelotero a la FCB.

Torres Corona asegura que la Confederación Mundial de Béisbol y Softball, "organización que lidera este certamen, junto a las Grandes Ligas, fue muy nítida en su postura. Ellos, y solo ellos, escogerían cuál iba a ser el equipo nacional", por lo que la asociación "no tenía chance alguna", de acuerdo al conductor de Con Filo, lo que pondría fin al asunto.

Sin embargo, para mostrar que la idea generó rechazo incluso entre peloteros cubanos de Grandes Ligas, Torres Corona rescata del olvido a José Abreu, primera base de las Medias Blancas, cuyos resultados han sido olímpicamente ignorados por la prensa estatal de la Isla. Pero ahora venía como anillo al dedo mostrar el rechazo del tres veces Bate de Plata en MLB al Equipo Cuba Independiente.

"Se lo dije a la gente de Miami, que conmigo no cuenten. De hacerlo sería faltarle el respeto a los peloteros que están en Cuba. Solo me pongo el uniforme si es un equipo unificado", dijo Abreu en declaraciones para ESPN.

"Espero que en lo que resta de mi carrera, si Dios quiere aún quedan algunos años, sucederán las cosas necesarias para poder representar nuevamente a nuestra Cuba", agregó.

Sin embargo, días después Abreu se retractó de sus declaraciones y anunció su apoyo a la iniciativa, algo que el conductor de Con Filo presentó como una claudicación a las presiones.

El espacio dedicado a atacar la idea de un equipo independiente integrado por los jugadores excluidos por la FCB también sirvió para quejarse, una vez más, por la suspensión del acuerdo firmado con la MLB, que habría aportado jugosos dividendos a la entidad estatal que el gobierno intenta presentar como independiente.

El subdirector del periódico estatal Trabajadores, Joel García, aseguró que "Cuba no ha estado nunca cerrada a conversar sobre el tema del profesionalismo y sobre todo con el tema de la inserción de jugadores profesionales en equipos cubanos" y ofreció ejemplos de peloteros que, tras incursionar en ligas foráneas sin estar vinculados a la FCB, regresaron a la Isla e integran el equipo nacional, luego de restablecer vínculos con la Federación.

“Ahora, hay que cumplir ciertos plazos, hay que cumplir cierta metodología, hay que cumplir ciertos principios, que como toda federación, ha puesto para estos jugadores”, dijo García sin especificar cuáles serían esos principios.

García también expresa su deseo de que en un futuro haya un equipo "ni unificado ni independiente, sino un único equipo Cuba" con los mejores de las ligas profesionales y de los que juegan en la Isla.

Sus palabras despiertan varias interrogantes: ¿Podrán integrar ese equipo jugadores como Lisbán Correa y Yulieski Gurriel, a quienes el régimen prohibió entrar a Cuba? ¿Podría dirigirlo Antonio Pacheco, a quien también han ninguneado las autoridades de la Isla al punto de que su número fue excluido durante el Juego de las Estrellas, celebrado en Santiago de Cuba, en 2020, donde se rindió homenajes a diferentes figuras de la pelota cubana, pese a sus resultados como director y a que también dedicó sus mejores años como atleta al deporte cubano?

Sin dudas, la FCB, más tarde o más temprano, tendrá que recurrir a quienes se desempeñan en Grandes Ligas. Los mejores peloteros cubanos están fuera de Cuba y esto se confirma con la salida de prospectos, que no ven aliciente en jugar en las Series Nacionales y se sienten estimulados por los contratos millonarios que obtienen sus compañeros en la liga de béisbol más fuerte del mundo. 

El hecho de que muchos salgan de Cuba hacia República Dominicana tras pedir la baja de la FCB y no tengan que recurrir al abandono de selecciones nacionales en eventos extranjeros, los convierte en candidatos a ser convocados por la entidad estatal para vestir los colores de la bandera cubana en torneos internacionales. Esto permitiría a las autoridades deportivas de la Isla seguir discriminando a quienes se fugan de delegaciones en el extranjero o buscan contratos por su cuenta como Lisbán Correa,  y llamar a quienes salen del país por otras vías.