Cada vez resulta más evidente que para los jóvenes peloteros cubanos no es una opción quedarse en la Isla y que su horizonte son las Grandes Ligas. Con el objetivo de alcanzar un contrato en ese béisbol llegó a Estados Unidos el pelotero Miguel Camacho, tras perder a su padre durante la travesía hacia la nación norteña, según informa en su página de Facebook el periodista deportivo Francys Romero.
El padre de Camacho falleció a principios de febrero, en un accidente de tránsito en Nicaragua, cuando se encaminaban a México. La primera publicación del joven en redes sociales al llegar a Estados Unidos estuvo dedicada él.
"Creaste un guerrero. Esos que jamás se rinden. Te amo y te extraño más, pero te voy a cumplir lo que te prometí… gracias por todo, papá", escribió el prospecto de 22 años.
Miguel Camacho jugó en cuatro Series Nacionales con los Huracanes de Mayabeque. En la temporada pasada, anotó tres hits en 11 turnos al bate, impulsó una carrera y su average fue de 273. Aparecía en la nómina de la selección de Mayabeque para la presente edición 61 de la Serie Nacional. Antes de partir, conectó dos hits en dos turnos al bate, de ellos un triple y un jonrón, e impulsó dos carreras.
Algunos comentarios en Facebook a la publicación del periodista Romero lo describen como "un verdadero guerrero" de "mucho talento" y un "excelente prospecto".
Sigue subiendo el número de prospectos cubanos del béisbol que obtienen contratos en Grandes Ligas.
Mientras Miguel Camacho pisaba suelo estadounidense otro prospecto nacido en Cuba, Karell Paz, obtenía un contrato con los Mets de Nueva York en República Dominicana, según informa en su blog el periodista Romero, lo que envía a los jóvenes peloteros que están en la Isla el mensaje de que pueden dar el salto.
Paz, de 22 años y natural de Ciego de Ávila, es un jardinero de 6,3 pies y 215 libras, que batea a las dos manos y posee contacto y poder. Salió de Cuba en 2017 y, explica Romero, estuvo en varios países como Guyana, Brasil y Uruguay en una travesía que duró 11 meses. De ahí, viajó a Panamá y luego a Haití hasta que llegó finalmente a la República Dominicana.
Lo perjudicó la demora de su documentación en Quisqueya y luego la pandemia de Covid-19 que prácticamente paralizó el mercado, pero finalmente logró su objetivo y de acuerdo a Romero es el vigésimo cubano que obtiene contrato en el presente período de firmas internacionales que comenzó el 15 de enero y se extenderá hasta el 15 de diciembre.
La calidad se va de Cuba
Francys Romero informa también de la llegada a EEUU del prospecto Luis Enrique González, a quien un scout de MLB consultado por el periodista considera con potencial suficiente para llegar al "Big Show".
Durante las dos Series Nacionales que jugó con los Elefantes de Cienfuegos, González dejó línea ofensiva de .324/.414/.403 en 117 juegos. Mostró disciplina en el cajón de bateo al recibir más boletos (46) que ponches (44) y su producción de extrabases fue de 13 dobles, cinco triples y dos cuadrangulares. A la defensa exhibe excelentes habilidades.
González, que salió de Cuba en febrero de 2022, pidió la baja tanto de la selección de su provincia como de la Federación Cubana de Béisbol (FCB), en octubre de 2021.
Debía desempeñarse como primer bate y jardinero del equipo cubano que participó en el Mundial Sub-23 de México, pero a última hora fue sustituido por Reynaldo Iznaga, debido a que dio positivo al Covid-19 en una prueba de PCR. González comprobó luego que no era positivo al coronavirus. En cuanto a Iznaga, fue uno de los 12 peloteros que abandonaron la selección cubana, que en México quedó reducida a la mitad.
Junto a González llegó a EEUU otro prospecto cienfueguero, Daniel Pérez, inicialista que intervino en siete temporadas del campeonato cubano de béisbol con los Elefantes y que, al tener 25 años, no debe estar sujeto a las restricciones del mercado internacional de firmas una vez sea agente libre.
En la edición 60 de la Serie Nacional de Cuba, Pérez dejó números para tener en cuenta: línea de .352/.447/.452, 95 hits, con siete dobles, cuatro triples y cuatro jonrones. En el cajón de bateo les ganó 46 boletos a los lanzadores rivales y se tomó solo 34 ponches. Aunque la primera base es su posición natural también puede desempeñarse en los jardines.