El triplista cubano Jordan Díaz, quien a principios de febrero obtuvo la nacionalidad española, confiesa que en Cuba lo obligaban a competir lesionado, en una entrevista con Runnersworld, en la que aborda, entre otros temas, las causas que motivaron su decisión de abandonar la delegación cubana a finales de junio de 2021.
El joven, quien días antes de cumplir 21 años se adueñó del récord nacional de su patria adoptiva y del mejor registro del año en el triple salto a nivel mundial, no pudo competir en el Campeonato de España de Ourense y el Mitin de Madrid debido a una lesión.
Se trata de una lesión "dolorosa" en ambas piernas que ha frenado su evolución –en el Campeonato Sub-23 de España, estableció el mencionado récord con un salto de 17,27, sin realizar todos los pasos de la carrera de impulso, debido a las molestias– que trae de Cuba, donde la presión le impedía curarse bien.
"Es una fibrosis que tenía en las piernas de varias lesiones que no se curaron bien por la presión que me ponían en Cuba. Te obligaban a competir y saltaba vendado, estando lesionado y me hacía mucho daño y nunca podía competir bien. Aquí me lo están quitando para llegar bien a la temporada", cuenta Díaz, quien hasta el momento no ha concedido entrevistas a medios independientes cubanos y prefiere no hablar de política a la hora de explicar las razones que lo llevaran a abandonar la delegación cubana durante un torneo en la ciudad española de Castellón, a finales de junio de 2021.
"Me ponían más presión de la que un atleta lleva, y necesito tranquilidad para que las cosas salgan bien, sin entrar en cuestiones políticas, que no me quiero meter en eso, aunque el país está un poco mal. Fueron varias cosas", dice.
Aunque se quedó en España en 2021, la idea se había formado en su cabeza tres años antes. Ya había registrado la mejor marca para un saltador menor de 18 años, 17,30, durante el Mundial Sub-18 de Nairobi, Kenia, en 2017. La mentalidad le había empezado a cambiar, porque pese a ser pequeño, lo trataban "como un atleta de élite" y le ponían "más presión". Entonces, empezó a planficar su huida de Cuba.
"En el verano 2018 vine de concentración a España y me encantó. Las personas, el ambiente, cómo trataban aquí a la gente...pero era muy pequeño para quedarme. Pasaron los años y cosas dentro de Cuba que si hablo nos tiramos un siglo. Y llegó el virus y la cuarentena y me da más tiempo a pensar, porque en temporada solo pensaba en deporte y esto no es algo que decidas de la noche a la mañana. Piensas 'qué hago aquí' y es cuando me planteo que me tengo que ir a España. Tienes que saber lo que va a pasar, porque no vas a ir a tu país en ocho o diez años".
El régimen cubano prohíbe la entrada a su tierra natal durante al menos ocho años a cubanos que abandonan una misión en el exterior o una delegación deportiva.
No obstante, la restricción no ha logrado frenar las fugas de atletas, como demostraron las protagonizadas por 12 peloteros –la mitad del equipo– durante el Mundial Sub-23 de Béisbol en México, en octubre de 2021.
Recientemente, abandonaron delegaciones cubanas en el exterior el boxeador Kevin Brown, el saltador de longitud Léster Lescay y el canoista campeón olímpico de Tokio 2020 Fernando Dayán Jorge, a quien el Instituto Cubano de Deporte, Educación Física y Recreación (INDER) había obsequiado un vehículo.
"Es una decisión que tienes que tomar con tiempo, más con la edad que tengo", sostiene Díaz, que recibió la nacionalidad española menos de seis meses después de haberse quedado en España.
Por ese proceso pasó también su compatriota Orlando Ortega, sub campeón olímpico en el evento de 110 metros con vallas de Río 2016, cuya nacionalización desató polémica y provocó el disgusto de otros vallistas. Díaz tuvo un poco más de suerte en ese sentido, pues hasta el momento no han existido quejas sobre su naturalización. Sin embargo, está consciente de que la decisión puede parecer injusta para personas que llevan años en España sin que se les haya concedido la ciudadanía.
"Si en mi país tuviera las oportunidades del primer mundo créeme que me hubiera quedado en Cuba. Dejar fuera a mi familia es algo muy duro y lo tuve que hacer para llevar adelante a mi familia. Es verdad que por la parte del deporte no lo han criticado mucho, ha sido más la velocidad de que me lo dieran en tres meses cuando hay gente que lleva diez años viviendo en España y no se la han dado. Y estoy muy de acuerdo con eso, pero no es mi culpa, será del alto mando y toda esa historia. No tengo nada que ver, solo hago mi trabajo. Me puse entrenar e hicieron los trámites".
El objetivo del actual recordista de España y todavía dueño del mejor salto de un triplista menor de 18 años es rebasar los 18 metros.
"Cada atleta tiene una barrera y un objetivo. El mío es saltar más de 18 metros, como cualquier atleta de élite quisiera. Si fuera por mi quiero batir el récord del mundo, pero eso se verá a medida que vaya pasando el tiempo, pero el objetivo sí es pasar de 18 metros", afirma el atleta, que aspira a ganarlo todo con España, desde campeonatos europeos hasta mundiales hasta unos Juegos Olímpicos, pero quiere ir "poco a poco".
