'Lo duro será que quizás no pueda ver a mi familia en ocho años', lamenta el triplista cubano Jordan Díaz

El triplista cubano Jordan Díaz, que acaba de obtener la nacionalidad española por carta de naturaleza, lamentó no saber cuándo verá de nuevo a su familia, en una entrevista concedida al diario especializado Marca.

El cubano de 20 años abandonó en julio de 2021 la delegación cubana con la que participaba en un torneo atletismo en Castellón y se quedó en España. De esa forma, perdió toda posibilidad de intervenir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, para los que estaba clasificado como parte del equipo cubano y para los que se perfilaba como un fuerte aspirante al título con el mejor salto de la temporada,17,46 metros con 3,4 m/s de viento en contra.

Sin embargo, ante la pregunta de si le había dolido que su decisión de abandonar la delegación cubana le costara perderse la cita estival, Díaz respondió que lo duro es no saber cuándo volverá a ver a su familia.

"La gente se fija en lo deportivo, pero a mí eso me da lo mismo. Lo duro será que quizás no pueda ver a mi familia los próximos ocho años. Y eso si los vuelvo a ver. Eso es lo duro. Porque solo tengo 20 años".

El régimen de la Isla prohíbe la entrada a su tierra natal durante al menos ocho años a cubanos que abandonan una misión en el exterior o una delegación deportiva.

Numerosos profesionales de la salud y deportistas son víctimas de esta medida. La ONG Prisoners Defenders estimó recientemente en un informe que históricamente más de 40.000 cubanos han sido privados de entrar su país por al menos ocho años.

Sin embargo, la restricción no ha logrado frenar las fugas de atletas, como demostraron las protagonizadas por 12 peloteros –la mitad del equipo– durante el Mundial Sub-23 de Béisbol en México, en octubre de 2021, y la del propio Díaz.

Sobre su fuga también habla el triplista cubano y aclara que no fue en Barajas, Madrid, sino en Valencia, y que recibió ayuda de la medallista de bronce en Tokio 2020 Ana Peleteiro.

"Tenía que volar al meeting de Oslo, de la Diamond League. Pero cogí mi pasaporte y me fui de allí. Me marché a Zaragoza, donde vive uno de mis tíos al que estoy muy agradecido por todo lo que me ha ayudado. Me dio techo y comida y gracias a él pude sobrevivir", contó Díaz, quien había viajado a España varias veces desde los 17 años y desde el primer día supo "que este era el lugar en el que quería vivir".

El siguiente paso fue contactar a Peleteiro, a quien ya conocía, para que lo ayudara a encontrar a alguien que le realizara los trámites para obtener la ciudadanía española.

"Le escribí porque ya nos conocíamos. Es una chica sensacional y una superatleta y le pedí ayuda. Le dije que me ayudase a encontrar un mánager que me ayudara a solicitar la nacionalidad española. Yo tenía claro que quería ser español. Me aconsejó el suyo (Alberto Suárez) que ahora es también el mío", explicó Díaz.

El joven, considerado por Marca la mayor promesa mundial del triple salto no se inició en esta disciplina hasta los 15 años, tras haber practicado el salto alto desde los 13 y haber batido el récord de la categoría.

"Con 15 años saltaba en altura 2,02 y mi primer entrenador dijo que tenía que probar con el triple salto. El cambio era difícil. En el triple avanzas hacia adelante siempre, en la altura, pues, sobre todo, vuelas hacia arriba. Pese a todo me fue yendo bien y gané el Nacional", recuerda Díaz, quien a los 16 años ganó título de la disciplina en el Campeonato Mundial Sub 18 de Nairobi, Kenia, en 2017.

“Ya estaba con Ricardo Ponce. Llegué con una marca de 16,66, que era la mejor de todos, y tenía como objetivo saltar pues 16,80 o así. Mi entrenador me decía que quizás 17. Pero ese día me sentí que todo salía, que fluía. '¿Qué me está pasando?', me preguntaba. Ni en el mejor de nuestros sueños podíamos imaginar que iba a llegar a 17,30, que fue la marca que hice".

En Tampere, Finlandia, dos años después, Díaz repitió el oro en el Campeonato Mundial Junior, aunque considera que no saltó "bien".

"La razón por la que no salté bien (fueron 17,15, tres centímetros menos de lo que es el actual récord de España absoluto) fue que tenía mucha presión sobre mí. Se decía que ganaba el oro seguro, que iba a batir el récord mundial sub 20. Y eso no me permitió hacer una mejor marca".

Su resultado de 17,30 conseguido en Nairobi, en 2017, constituye la mejor marca de todos los tiempos para saltadores menores de 18 años. Aunque podría representar a España en los Juegos Olímpicos de París 2024, pues para entonces habría cumplido los tres años sin competir que exige World Athletics para quienes cambian de nacionalidad, Díaz aseguró que le ilusiona cualquier competencia en la que pueda representar a su país de acogida.

"Yo me ilusiono con cualquiera de las competiciones en las que puede representar a España. Quiero hacerlo bien y llegar bien. Ojalá pueda antes competir con los colores de España".

Díaz debutará el sábado en una competencia en Madrid. En En estos momentos, lo entrena el cubano Iván Pedroso, campeón olímpico en Sidney 2000 y cuatro veces campeón mundial, y entrenador de la venezolana Yulimar Rojas y la española Peleteiro, oro y bronce olímpicos respectivamente en el triple salto de Tokio 2020.

Para Díaz, Pedroso como un "superatleta", una "superpersona" y el entrenador ideal.

"Es un ídolo, un superatleta y una superpersona. Estar con él es increíble. Entrenarme a sus órdenes es un plus que necesitaba en mi carrera. Es muy ambicioso. Es el entrenador idea".

"En realidad, lo fantástico es entrenarse con este grupo, uno de los mejores del mundo. Es más, me tiro al agua y digo que es el mejor grupo de entrenamiento del mundo. Sin ninguna duda, es el Dream Team de los concursos de saltos del mundo. Más que un grupo somos una familia", expresó sobre el grupo de atletas que entrena bajo las órdenes de Pedroso en el estadio Fuente de La Niña en Guadalajara.