La edición número 45 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana habría sido escenario de un nuevo episodio de censura, según denunció este domingo el cineasta cubano Orlando Mora, director del cortometraje Matar a un hombre.
La película, de 12 minutos de duración, estuvo entre las afectadas por los cortes de electricidad que impidieron varias proyecciones durante el evento, que comenzó el pasado 5 de diciembre y concluye este día 15.
Sin embargo, según los hechos narrados por Mora en su página de Facebook, los apagones solo justificarían dos suspensiones de las proyecciones del filme.
El director contó que la inclusión de Matar a un hombre dentro del concurso de cortos y mediometrajes se dio a conocer el 20 de noviembre, durante la conferencia de prensa sobre el Festival.
"El 7 de diciembre, se publicó la Cartelera Cine y Video del ICAIC (Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos), que la señala entre las cintas cubanas participantes en el evento, incluye su cartel en la portada del diario y la destaca entre las 10 recomendaciones latinoamericanas en competencia, según el crítico Antonio Enrique González Rojas", relató Mora.
La primera proyección, prevista para las 5:30 de la tarde del domingo 8 de diciembre en el Multicine Infanta, fue suspendida por falta de electricidad.
Los directivos del multicine le explicaron que, "aun si volviera la electricidad, habían recibido la indicación de no proyectar nuestro cortometraje — de 12 minutos de duración— para no retrasar la siguiente tanda", escribió el cineasta.
"Informé al programador Alberto Ramos, quien se dispuso a reprogramar el filme", añadió.
La siguiente proyección, que debió producirse al día siguiente en el Cine 23 y 12 y fue frustrada por otro corte del servicio eléctrico. El programador del evento se comprometió reprogramar ambas proyecciones.
"El martes 10 de diciembre, en horario del mediodía, recibí una llamada del programador Ángel Pérez donde me confirmaba una primera reprogramación para ese mismo día, a las 8:00 PM en el Cine Acapulco", contó Mora. Sin embargo, menos de una hora después, "la programadora Elvira Rosell hizo una segunda llamada y me expuso razones para la suspensión de esa proyección".
El realizador no refirió dichas "razones" en su publicación. Sí relató que al día siguiente la productora del filme le escribió a Tania Delgado Fernández, directora del Festival, y le pidió ayuda para que el público cubano pudiera ver la película. "Hasta el día de hoy, no recibimos respuesta", afirmó Mora este domingo.
El jueves 12 de diciembre, Orlando Mora se dirigió al Hotel Nacional y le preguntó directamente a Delgado Fernández qué sucedía con su película. La respuesta que recibió fue "absolutamente nada. Hemos tenido dificultades con esos bloques por los apagones, pero esas películas se van a reprogramar durante el fin de semana".
Este viernes, los programadores Alberto Ramos y Elvira Rosell le explicaron a Mora que habían incluido dos pases de Matar a un hombre "en la propuesta de programación para el fin de semana posterior a la clausura", pero dicho programa aún no estaba autorizado.
"El sábado 14 de diciembre, se publicó el programa correspondiente. No incluía nuestra película", lamentó el realizador cubano. Este domingo, a las 12:35 PM, le película tampoco aparecía en el programa.
Orlando Mora dijo intuir que Matar a un hombre había sido "censurada" por "razones esencialmente homofóbicas, por poner en relieve un discurso crítico sobre diferentes manifestaciones de violencia, dominación o control que se pueden ejercer sobre nuestros cuerpos".
Según una sinopsis publicada por el portal oficial Cubasí el 1 de diciembre, Matar a un hombre cuenta la historia de Javi, "quien se presenta por última vez en un club nocturno después de trabajar durante mucho tiempo como bailarín erótico. Sin embargo, la historia se complica cuando el joven tiene que lidiar con Castillo, un cliente habitual, quien se resiste al hecho de no verlo nunca más".
El filme está protagonizado por Eduardo Martínez Castillo, casualmente el actor principal de otra película censurada en Cuba, Santa y Andrés, del director Carlos Lechuga.
Del elenco también forma parte la actriz y activista por los derechos de la comunidad LGBTI Kiriam Gutiérrez.
"El Festival de La Habana ha sido significativo y relevante para las cinematografías de la región. Sin embargo, se ha visto convertido en un escenario propicio para que se produzcan atropellos tales como los que han enfrentado mi película y las de tantos otros en situaciones similares", criticó Mora en Facebook.
Para el realizador, el evento cinematográfico más esperado del año en Cuba "se ha convertido en un festival incoherente: un festival de excesos, en tiempos que claman austeridad. Un festival de encuentros deshonestos entre partes que hace mucho no miran de frente a la realidad".
Si el cortometraje trata de mariconeria varonil deben mostrárselo a La China, Pamela es loca a esa clase de escenas gays.