"Cine cubano sin fronteras" es la muestra fílmica que entre el 23 de octubre y el 16 de noviembre próximos acogerá en EEUU el Berkeley Art Museum and Pacific Film Archive (BAMPFA), institución cultural perteneciente a la Universidad de California.
Patrocinada por el Festival de Cine INSTAR y el Instituto de Artivismo Hannah Arendt, que lo organiza, así como por el Departamento de Cine y Medios de la Universidad de California en Berkeley, se trata de la primera muestra de su tipo en esa institución referencial de la costa oeste de EEUU, en la que se exhibirán obras del nuevo cine independiente cubano desconocidas allí, donde Cuba es un objeto de estudio académico en general desconectado de la situación actual de su cultura.
El realizador cubano Lázaro González (Villa Rosa, Sexilio), quien estudia en Berkeley, fue el encargado de curar una muestra que ofrece la visión de su generación de cineastas sobre el cine nacional. Para él, los criterios centrales de la selección son, aparte de ofrecer títulos desconocidos para los espectadores locales y de producción reciente, escapar de la cuestión cubana como algo excepcional.
"Creo que el propósito fundamental detrás de todo esto es visibilizar el cine contemporáneo cubano de hoy, el cine independiente, al menos las obras que a mi parecer son más interesantes. Creo que también en el trasfondo hay una intención muy marcada de no solo visibilizar este cine, que está un poco en los márgenes de la academia estadounidense y de espacios cinematográficos más consolidados de Estados Unidos, sino también de romper un poco algunos de los imaginarios que persisten sobre la sociedad cubana y sobre la revolución cubana", comenta González para DIARIO DE CUBA.
"El hecho de estar en un lugar como Berkeley, que es esta universidad de élite, que se vanagloria de ser la universidad más liberal, la más progresista, y donde hay toda esta, como define la filósofa Wendy Brown, 'melancolía a la izquierda', implica que siempre es interesante cuando uno habla del tema cubano, porque hay un grupo de personas que no tienen ni idea de lo que está pasando en Cuba y tampoco creen en el criterio de los pocos cubanos que están acá", advierte
Por eso, exhibir juntos cinco de los documentales recién restaurados de Nicolás Guillén Landrián con Landrián (Ernesto Daranas, 2023), largometrajes de ficción como La mujer salvaje (Alan González, 2023), filmada en la Isla, o Llamadas desde Moscú (Luis Alejandro Yero, 2023), vetada en su país, o las de Eliecer Jiménez Almeida, significa poner a circular una nueva cinefilia que explica mejor la Cuba de los pasados 20 años.
"Eso está conectado con romper con esta ilusión, con este espejismo, esta utopía y de lo que representa Cuba como ese faro imaginario de la izquierda latinoamericana. Porque he podido percibir en otras muestras curatoriales que he hecho acá que siempre hay un deseo de acercarse a Cuba, pero siguen conectados con una Cuba vinculada con el ICAIC de los años 60", señala González.
Para ilustrar lo anterior, el curador señala que en el BAMPFA se exhibe a menudo el cine de Landrián, de conjunto con el de Santiago Álvarez, o de Fresa y chocolate (1993) y De cierta manera (Sara Gómez, 1975). Y cuando Lázaro propuso la muestra, la primera sugerencia fue que hiciera una selección más "apegada a los clásicos", por decirlo
"Eso está justamente atentando contra mis principios y contra mis políticas en este momento, y creo que esa es parte de la justificación por la que quiero hacer la muestra. Y cuando hablo de políticas me refiero a políticas curatoriales, porque creo que compartimos una noción de que el cine cubano hoy se ha hecho mucho más global, que se produce en muchas ocasiones desde la diáspora, desde el exilio, y un poco esa multilocalidad del cine cubano contemporáneo es lo que más me interesaba resaltar a grandes rasgos".
Por ejemplo, en la nota introductoria de uno de los programas de cortometrajes que conforman "Cine cubano sin fronteras" González enfatiza que estas piezas exploran "la cultura de resistencia de Cuba". Y la selección reúne para demostrarlo Now! (Eliecer Jiménez Almeida, 2016); Casa de la noche (Marcel Beltrán, 2016); Tundra (José Luis Aparicio, 2021); Persona (Eliecer Jiménez Almeida, 2019) y Hapi Berdey Yusimí in Yur Dey (Ana A. Alpízar, 2021), esta última, la única del grupo realizada en EEUU.
Luego, hablando de la situación trasnacional del cine cubano actual y de lo exílico que lo atraviesa, están Ángela (Juan Pablo Daranas Molina, EEUU, 2018); Souvenir (Heidi Hassan, España, 2023); Petricor (Violena Ampudia, Bélgica, 2022); Parole (Lázaro González, EEUU, 2024), y La historia se escribe de noche (Alejandro Alonso, Cuba, Francia, 2024).
Se suman a esa selección Mafifa (Daniela Muñoz Barroso, Cuba, 2021) y Camino de lava (Gretel Marín, Cuba, 2022). La primera, ganadora del premio Nicolás Guillén Landrián del IV Festival de Cine INSTAR, celebrado en 2023; la segunda, unas de las obras más profundas realizadas en la Isla en los últimos años.
González viene de organizar en Cuba, mientras trabajaba en la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV), el espacio público Confluencias del Lente, o de impulsar la red de producción audiovisual Encuadre. Por ese entonces, también estuvo vinculado como colaborador de la Muestra Joven ICAIC, cuya disolución considera un parteaguas para los cineastas de su generación.
Por ello, en "Cine cubano sin fronteras" quiere "mostrar una suerte de renacimiento del cine cubano a pesar de la pandemia, la crisis económica, política, social, que existe en Cuba. Un cine que más conscientemente buscar burlar la censura, que es más políticamente comprometido sin temer por las consecuencias que implica tener una mirada critica sobre la realidad nacional. Hay un hilo conductor que conecta muy bien el deseo de estas películas de responder a una falta de libertad de expresión y a la persecución política desde soluciones muy creativas", señala.
"Y por otro lado, no puedo mirar al cine contemporáneo sin detenerme en esos archivos que se mantuvieron en el olvido, sepultados, como es el cine de Landrián. Me gusta pensar en él como una suerte de ángel de la Historia, en el sentido de Walter Benjamin, porque mirar hacia el pasado, hacia esos archivos, es una manera de seguir hacia delante. De ahí que tenga todo el sentido conectar la obra de esta figura imprescindible para nuestra generación, uno de los cineastas que más claramente han sido de los fundadores de este cine de la gran Cuba, siguiendo la definición de Ana López", enfatiza.
"Cine cubano sin fronteras" comienza el 23 de octubre, cinco jornadas antes de que el V Festival INSTAR se despliegue en salas de Madrid, Barcelona, Múnich y París, así como en Cuba a través de la plataforma online Festhome. A través de esa opción los cubanos de la Isla podrán ver películas que las autoridades prohíben o no desean difundir. Pese a ello, los espacios para ellas son cada vez más abundantes.