"Creo que que es importante, sobre todo para darle visibilidad al trabajo que he estado desarrollando, que trata de la situación en que está nuestra comunidad cultural en Cuba, de nuestros amigos que están presos, dígase Luis Manuel Otero Alcántara, Maykel Osorbo y los más de 1.000 presos políticos", dice el fotógrafo cubano Leandro Feal a propósito de recibir, junto a la galería El Apartamento, uno de los premios del Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales PhotoESPAÑA.
"Los premios sirven un poco para dar visibilidad y también para uno tener más fuerza para seguir hacia adelante y continuar creando", señala en el programa El Zoom de DIARIO DE CUBA.
Leandro Feal, quien se reconoce como un admirado de PhotoESPAÑA, concursó con su exposición Green Havana, comisariada por Osbel Suárez. "Ha sido la oportunidad de mostrar mi práctica y mis obsesiones en este este lugar tan maravilloso que se llama en Madrid".
Green Havana saluda al público desde el número cuatro de Calle de la Puebla, en el barrio madrileño de Malasaña. Allí está la sede en la capital española de la galería El Apartamento.
La exposición es un ensayo que habita en tres salas. La primera, que da nombre a la obra, es "Green Havana". La segunda, donde coexisten la fotografía y la instalación, se titula "Una resaca sostenida".
"Pienso, efectivamente, que Cuba está una resaca sostenida. Es una metáfora de cómo yo siento esa realidad", explica el fotógrafo. "Esta pieza que está aquí es un instrumento musical que se llama botófono. Según la cantidad de agua que le echas a una botella, puedes llegar a afinar una nota específica. Y, entonces he creado una escala cromática de dos octavas con botellas. Es una pieza interactiva que el público también está invitado a tocar. Me interesa el enrarecimiento que puede adquirir en esta exposición de fotografía. Cuando llegas puede parecer que es el brindis, o una mesa de la fiesta del día anterior, pero no, es un instrumento musical. Me interesa siempre esa idea de que algo parezca una cosa y después te des cuenta de que es otra".
Y la tercera, donde se proyecta una película de foto fija, se llama La fiesta vigilada, en referencia al libro del escritor cubano Antonio José Ponte, vicedirector de DIARIO DE CUBA.
A pesar de ser Leandro Feal, un cubano que ha emigrado hace más de 15 años, la realidad de la Isla sigue alimentando sus procesos creativos. Un rápido paneo por Green Havana basta para ver sus obsesiones: el exilio forzoso, la emigración, los circuitos alternativos del arte en Cuba, la decadencia del país y las posibles vías para escapar física y mentalmente.
"Es un trabajo en parte documental. Y eso tiene el valor de dejar testimonio gráfico de un contexto específico, en este caso de La Habana. También hay un compromiso social. Yo trato de hacer una fotografía que no sea paracaidista. Pertenezco a lo que retrato, es una fotografía desde dentro. Y ahí es donde yo veo el compromiso, en cuanto a un acompañamiento de todos estos procesos que se muestran en la exposición", explica Leal.
Leandro Feal se graduó en Cuba de la Escuela de Bellas Artes San Alejandro. Continuó estudios en el Instituto Superior de Arte. También cursó la Cátedra Arte de Conducta, dirigida por Tania Bruguera.
"Siempre me interesó registrar ciertas escenas al margen de un relato oficial, partiendo de una fotografía muy cercana, muy en primera persona, relacionada con mis amigos, una comunidad de artistas independientes. Siempre me interesó esa Habana al margen de un discurso oficial predominante. Creo que un fotógrafo también es un archivo, un legado que se deja para el futuro".
Green Havana, explica su creador, parte de su círculo más íntimo. Es la documentación de una década de la generación de Feal. Por eso la exposición muestra algunos espacios donde se ha movido determinado grupo de artistas. Green Havana se construye entre los años 2020-2022, a partir del archivo del fotógrafo.
"Creo que es importante dejar constancia gráfica de todo esto porque el poder siempre trata de invisibilizarlo. En gran parte de mi generación, hemos tenido la conciencia de narrarnos a nosotros mismos. Si el poder muchas veces te trata de invisibilizar, también está el otro riesgo: viene alguien de afuera, hace un relato de lo que ve, pero siempre puede ser muy superficial. Hay una conciencia en muchos artistas, escritores, periodistas, de narrarnos a nosotros mismos y que no sea otro el que nos narre".
El ojo del visitante observa una Habana vintage, surrealista, distópica. Las fotos son en negativo, lo que le aporta un enrarecimiento, a la vez que refuerza la idea central de la exposición. Un televisor Caribe, jaboneras en venta, Berlín, la playa de la Barceloneta, un túnel de Nueva York, Ana de Armas, Hamlet Lavastida, Luis Manuel Otero Alcántara, Mykel Osorbo, convergen en las tres salas.
"¿Cuál es la Cuba que yo soñaría y tal vez de ahí puedan salir buenas fotos? La Cuba que yo sueño es una Cuba donde hay libertad, pero sería muy vago dejarlo ahí. La libertad te es regalada, y ¿qué haces con ella? Esa libertad para poder reconstruir Cuba. Pienso en esa Cuba futura, sin dictadura. Creo que todos hemos adquirido conciencia para poder reconstruir con unos ojos buenos y con sabiduría nuestro país".
Agradezco que se le haya dedicado otro espacio a este artista, no había entendido nada en lo que se había publicado hace unos días. En el video se puede apreciar bien su obra y la explicación que él da de ella.