La galería donostiarra Cibrián, en San Sebastián, exhibe una muestra en la que el fotógrafo cubano Leandro Feal denuncia el Decreto 349, reportó El Diario Vasco.
Según la nota, el escaparate de la galería reproduce en gran tamaño el texto del Decreto 349, que plantea "crear la figura de un inspector que decidirá qué es arte o no, con la potestad de censurar o cerrar una exposición", según resumió Feal.
"Es nuestra 'ley mordaza', y con esta exposición quiero denunciar la amenaza que supone para los creadores de mi país", afirmó.
Leandro Feal (La Habana, 1986) es un artista especializado en la fotografía y ha bautizado su exposición de Donostia El intrusismo del inspector.
"Propongo al visitante que se convierta en 'inspector' en su recorrido por mi muestra", declaró. Quien entra en la galería se encuentra con el carnet oficial de artista de Feal expedido por el Gobierno cubano y con un ejemplar de la Gaceta Oficial en que se incluye el polémico decreto.
Después esperan las imágenes, de gentes y escenarios habaneros, algunas encadenadas como una secuencia de película. Es una inmersión más conceptual que real en la actualidad cubana, con alguna pieza especial como las fotografías del Hotel Roma, bar nocturno de La Habana por donde desfilaban las tribus urbanas de la ciudad, y curiosidades como una foto minúscula en la que dos jóvenes muchachas participan en el funeral de Fidel Castro desconectadas del momento histórico que están viviendo.
Feal ha pasado largas temporadas fuera de su país pero sigue viviendo en La Habana, "siendo crítico desde dentro, con voluntad de que cambien las cosas. El propio Silvio Rodríguez se ha sumado a las críticas contra este decreto", explicó.
El fotógrafo cuenta que "cuando vivía Fidel Castro no hacía falta legislar porque su palabra era ley, pero ahora sus sucesores se ven obligados a reglamentar todo y se cometen excesos como éste: el inspector en teoría trabajará contra la pornografía o la vulgarización, pero los términos son ambiguos. Por ejemplo, ahora hay varios raperos en prisión y se combate el reguetón, que se ha convertido en un elemento popular, masivo e incontrolable".
Leandro Feal recordó que "Castro dejó escrito que después de su muerte no quería que se bautizara con su nombre hospitales o escuelas, ni se que le dedicaran estatuas. Parecía humildad, pero a mí me parece lo contrario: por un lado, así su legado parece espiritual y total, y por otro se evita el hipotético derribo de esculturas, como ocurrió con Lenin."
"El imaginario del castrismo son las fotografías de los años 60, aquellas bellas imágenes del principio de la revolución, cuando Fidel decía que la revolución sería verde. Luego llegó el acercamiento a los soviéticos y todo cambió", explicó el artista.
Feal participará en una feria en México y en abril tomará parte en la Bienal de La Habana.