Ha estado sucediendo en las redes una resignada performance o campaña que llama la atención sobre desaparición de la Muestra Joven ICAIC. Bajo diversos hashtags como #Lamuestraempiezahoy, realizadores y gente de cine, mayormente jóvenes, han jugado a la fantasía de que la Muestra ocurre realmente en el cine Chaplin como se esperaba en estos días, y se exhiben películas como Quiero hacer una película de Yimit Ramírez o Sueños al pairo, de José Luis Aparicio y Fernando Fraguela Fosado. También publican recuerdos de Facebook del acontecimiento.
La performance, en verdad, es una despedida y un homenaje al evento que tanto aportó a las carreras de muchos. Nada se ha dicho oficialmente, pero todos saben que la Muestra Joven ICAIC, no será más. La institución la ha abandonado como quien se aburre y pasa a otra cosa. Dicen que ya las oficinas que le pertenecieron han sido designadas para otra cosa, que las plazas no fueron renovadas, y la lona que los anunciaba en la sede de 23 desapareció. La Muestra duró 18 años.
Se entiende que la institución quiera deshacerse de ella. Los escándalos de censura y los forcejeos para legitimar obras rebeldes habían sido el día a día del concurso, y en los últimos años solo habían ido in crescendo a medida que los artistas se atrevían a más. En la oncena edición, Fernando Pérez, su legendario coordinador, había renunciado por eso. En 2018, la batalla por admitir Quiero hacer una película de Yimit Ramírez fue ardua, y aunque no se ganó, los jóvenes cineastas se organizaron en una especie de movimiento llamado El Cardumen, que tuvo como objetivo defender la libertad artística amenazada siempre por la institución.
En 2020 ya la insubordinación juvenil alcanzó la categoría de motín cuando el ICAIC censuró Sueños al pairo, y no solo hubo retirada masiva del evento de muchos realizadores jóvenes, sino que desde la misma junta directiva de la Muestra Joven ICAIC fue condenada la censura. Esto tuvo como consecuencia inmediata la destitución de la joven directora, Carla Valdés, la prorrogación del evento por tiempo indefinido y, a la postre, su aniquilación.
Fuentes cercanas al ICAIC nos cuentan de la posibilidad del lanzamiento un festival nacional de cine cubano, que incluiría una sección dedicada al cine joven pero que ya no sería un evento organizado por jóvenes (cuya junta era elegida democráticamente) y defendido por ellos.
La Muestra Joven ICAIC se va casi en silencio. La triste performance en las redes puede leerse de dos maneras: una, como la dispersión también de El Cardumen, con sus miembros sumados a la estampida de Cuba que padecemos en los últimos meses. Otra (más optimista) como separación de los cineastas de la institución, que ya no esperarían por ella para inventarse un espacio. Esto último, en el contexto del cine cubano, sería un gran paso.
