El reconocido músico cubano Paquito D'Rivera ve una "luz de esperanza" en Cuba tras las protestas del 11 de julio y se alegra de que los músicos, especialmente los de raza negra, "hayan sacado la cara" para pedir cambios y libertad, informa EFE.
"Los músicos nunca fueron los más protestones" en la Isla, subraya el compositor y saxofonista, quien estará presentando su música próximamente en Miami en beneficio de la infancia latinoamericana.
D'Rivera, quien se define como un "mulato cubano", dice que en el mundo de la música, donde siempre habían existido más defensores y personas que callan ante el Gobierno cubano, es una buena señal la proliferación de canciones críticas con la situación en la Isla.
Destaca "Patria y vida", nominada a los Latin Grammy y cuyos intérpretes "son todos negros", para apuntar a que supuestamente la Revolución de Fidel Castro iba a beneficiar sobre todo a esa parte de la población cubana.
Nacido en Marianao hace 73 años, D'Rivera pidió la liberación del rapero de "Patria y vida" Maykel Osorbo, que "está preso por cantar", y se congratuló de que hayan "hablado a favor del cambio, incluso los que no hablaban nunca".
Con espíritu guasón, critica a los "turistas de revoluciones ajenas", que defienden para otros lo que, por suerte para ellos, no les toca vivir, y a los que le echan la culpa de todo lo que pasa en Cuba al "embargo" estadounidense.
"Hasta dicen que la culpa de que no se plante yuca o malanga es del bloqueo", exclama el artista, cuyo verdadero nombre es Francisco de Jesús Rivera Figueras.
También les pega duro a quienes guardan un "silencio cómplice" frente a la falta de libertades y oportunidades que sufren los cubanos. Esos son los que más lo "encabronan", según sus propias palabras.
Considerado uno de los grandes exponentes del jazz latino, Paquito D'Rivera será el invitado especial de la Gala Benéfica Panamericana que tendrá lugar el 16 de octubre en el teatro New World de Miami Beach para recaudar fondos que permitan reducir la desnutrición infantil en América Latina.
El músico, que huyó de Cuba en 1980 aprovechando una gira por España con el grupo Irakere, dice que aceptó ser parte del espectáculo "América Viva", que se presenta en la gala, por su admiración por uno de sus músicos, el compositor y pianista cubano-venezolano César Orozco.
También porque los niños de América Latina "lo merecen", dice, antes de pedir al mundo que ayude a los haitianos, que han sufrido un terremoto, el asesinato de su presidente y las penurias de siempre. "Solo falta que les caiga el comunismo", dice.
"América Viva" será una experiencia audiovisual con 25 artistas en escena, más de cuatro pantallas de video y más de 300 piezas de vestuario y accesorios, en la que la música, desde el flamenco hasta los ritmos afro-cubanos y el latin jazz, será el hilo conductor.
Catorce veces ganador de premios Grammy y Latin Grammy, Paquito D'Rivera dice que en la pandemia le fue "como a todos". Perdió "un montón de amigos" por el Covid-19 y tuvo que cancelar proyectos y actuaciones.
"Me ha salvado la vida la escritura", asegura en referencia a que ha recibido muchos encargos para obras musicales.
Paquito D'Rivera hace poco asistió en Alicante, España, a un homenaje al fallecido Chick Corea y, antes de actuar en Miami, estará de gira por el norte de EEUU.
El músico asegura que gustaría regresar alguna vez a Cuba para cantar, aunque sabe que no es el mismo país que él dejó y que los cubanos "ni siquiera hablan igual".
El saxofonista opina que ya era hora de que el pueblo cubano saliera a protestar a las calles. "Cayó el muro, pasó la primavera árabe", enumeró D'Rivera, quien considera que no se puede permanecer "neutral" ante una Revolución que ha convertido a Cuba en "un país de mendigos".
A su juicio, el régimen cubano es un "pedigüeño" internacional, que para permanecer en el poder ha pedido ayuda primero a la URSS, luego a Venezuela y ahora a México.
El músico criticó el recibimiento dado por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a Miguel Díaz-Canel, a quien "no lo eligió nadie".
Sus preferencias son la música clásica, el jazz y la música brasileña.
Sin embargo, alguna vez tuvo que tocar lo que fuera para vivir. Como le ocurrió en sus comienzos en Nueva York, adonde llegó después de pasar seis meses en España.
"Una vez estuve a punto de pedirle perdón a Fidel Castro", recuerda en tono de broma. Fue cuando se vio tocando una flauta prestada a las 5:00 de la mañana en un after hours en Manhattan.