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Dolarización

Fumadores cubanos temen que los cigarros también sean 'dolarizados'

Durante los últimos meses el precio de algunos cigarros se ha cuadruplicado en el mercado informal. Una caja de H. Upmann puede costar 1.600 pesos.

La Habana
Colillas de cigarro en un cenicero.
Colillas de cigarro en un cenicero. Diario de Cuba

La política de "parcial dolarización de la economía" que implementa el régimen mantiene en vilo a la población de la Isla y propicia todo tipo de rumores y especulaciones entre los más de siete millones de cubanos que no son beneficiarios de remesas enviadas desde el extranjero y, por ende, no tienen acceso a divisas extranjeras como dólares o euros.

Tras el anuncio de que la gasolina sería comercializada en dólares, los habaneros consultados dijeron temer que los cigarros también sean incluidos en el listado de productos y servicios que solamente podrán adquirirse en dólares. Durante los últimos dos meses el precio de los cigarros se ha cuadruplicado en el mercado informal.  

"Luego de cada temporada de escasez, sea el producto que sea, regresa dolarizado, lo que quiere decir más alejado del bolsillo y de las esperanzas de millones de cubanos", dice Edel Chacón, vecino de Guanabacoa y fumador de la marca H. Upmann, que ha alcanzado el astronómico precio de 1.600 pesos la cajetilla.

"No podemos olvidar que anteriormente ya los cigarros de mejor calidad y factura comenzaron a comercializarse en las tiendas en MLC, es decir, en divisas extranjeras convertidas en moneda virtual por obra y gracia de la Revolución. Ante aquella distinción y alguna que otra queja desde la población al respecto, el Gobierno decidió racionar estos cigarros y venderlos en moneda nacional dentro de los mandados de la libreta. Ese fue el primer proceso de alza de precios en los cigarros en el mercado negro", recuerda Chacón.

El racionamiento e inclusión de los cigarros en la categoría de "productos liberados pero normados" fue desigual. Las autoridades, contra todo raciocinio, decidieron establecer la venta de diez cajetillas de cigarros por cada cartilla de racionamiento, sin importar si el núcleo familiar lo integraban tres o diez personas, o si sus miembros eran fumadores o no.

Julia Margarita Guanche, vecina de una barriada en Arroyo Naranjo, fuma la marca Criollos, el cigarro de peor calidad, que llegó a superar los 500 pesos y que antes de la última temporada de escasez no costaba más de 100.

"Los rumores entre la población hablan sobre la deuda del Ministerio de Comercio Interior a la empresa Brascuba. Rumores que no son descabellados, ya que el Gobierno y sus instituciones se caracterizan por deberle a las 'oncemil vírgenes'. Ese rumor también se basa en que durante al menos los últimos seis meses los cigarros no se incluyeron en el módulo del mes. Módulo que, dicho sea de paso, cada vez es menos módulo. Así que tampoco es descabellado que nos levantemos mañana y nos digan que los cigarros solo podremos comprarlos en dólares, pero en las tiendas del Gobierno, no en los mercados informales", critica.

Habaneros como Mario Vizcaíno, vecino de Regla, se niegan a dejar el vicio de fumar pese a la escasez y los precios. Aun cuando reconoce los riesgos para la salud que implica el tabaquismo, consideran que dejar el cigarro debería ser consecuencia "de una elección personal y no de la imposición de un Gobierno que solo transita de crisis en crisis".

"El Estado ya no garantiza condones ni íntimas, y no por eso la gente va a dejar de tener relaciones sexuales, ni las mujeres dejarán de tener su período de menstruación. No es malo el consejo de abandonar el tabaquismo, lo malo es que ese consejo le salva la vida a un Gobierno acostumbrado a pedir sacrificios al pueblo y a cambio solo da escasez y amenazas si se te ocurre abrir la boca", fustiga Vizcaíno, fumador de la marca Popular Roja, con un precio actual que varía entre 600 y 700 pesos la cajetilla.

El salario mínimo en Cuba es de 2.100 pesos mensuales, mientras que los salarios medio y máximo están fijados en 4.648 pesos y 9.800 pesos, respectivamente. La pensión mínima ronda los 1.528 pesos mensuales. Salarios y pensiones con los que, hasta el propio régimen admite, es imposible sobrevivir.

El vicepresidente del régimen, Salvador Valdés Mesa, admitió recientemente que en Cuba no se vive con el salario medio, mucho menos con una pensión mínima.

"Nuestros jubilados con pensiones mínimas, 1.525 pesos… con eso no se vive. Con un salario medio de 5.000 pesos no se vive, ni de 6.000 pesos se vive, no se vive a como están los precios. Entonces, tenemos que tener en cuenta todos esos factores y todas esas coyunturas, estoy seguro que las vamos a tener presentes", afirmó ante la televisión nacional. Sin embargo, no ofreció soluciones ni admitió la responsabilidad del régimen en la crisis económica del país y el empobrecimiento de las familias cubanas.

Para nadie es un secreto que históricamente la moneda fuerte dentro de las prisiones son los cigarros. Todo trueque o venta entre los reclusos está establecido y se cotiza en cigarros. Familiares con miembros en prisión saben que, incluso con más prioridad que los alimentos, deben garantizar en cada visita los cigarros.

"Mi esposo no fuma, y como en los últimos años llevar a un familiar preso la jaba mensual de comida está fuera de cualquier economía familiar, él prefería que yo le llevara seis o hasta diez ruedas de cigarros, y dentro de la cárcel cambiaba los cigarros por comida y así pasaba el mes", relata Belkis Monzón, madre de dos menores de edad.

"Pero imagina que ahora la cajetilla de Criollos está entre 400 y 500 pesos. Antes las conseguía en 80 o máximo 100 pesos. Eso quiere decir que ahora ni comida ni cigarros. Mi esposo prefiere a toda costa que, en términos de alimentos, la prioridad sean los niños. Pero todos sabemos que cualquier preso que no tenga comida para respaldar la que dan en prisión se pone al borde de la desnutrición. Los cuentos sobre la comida en prisión, podrida y hasta con bichos, no son mentiras, es la realidad. Solo me imagino a esos presos que son fumadores. Son presos y están allí por cometer delitos, pero eso no significa dejarlos morir de hambre o del estrés para los que fuman. La Revolución no tiene piedad con este pueblo, así que imaginemos qué queda para los presos", concluye Monzón.

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4 comentarios

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Este fenómeno no es nuevo, mas bien ha sido cíclico o repetitivo durante todo este tiempo que lleva la Robolucion. Hasta que yo salí de Cuba en 1993, nunca se vendió a la población, los llamados cigarros de exportación y cuando teníamos acceso a ellos en contadas ocasiones eran en el mercado negro, producto de robos en las fábricas. Recuerdo que en mi primer año en la CUJAE (1976-1977) tuve un contacto que me vendía los H Hupmann a $1.60 igual al precio de los Populares en el llamado Mercado Paralelo y tuve que empezar a llevarlos camuflados en cajas de Populares, pues llamó la atención de un compañero de clases, que por cierto no terminó la carrera y todos sabiamos que era un chivato de la SE.
Estas crisis cíclicas sirvieron al gobierno para aumentar los precios y recaudar exceso de circulante, en principio de los 70’s cuando la cajetilla alcanzó los 20 pesos, el gobierno comenzó la venta a 1.60 en lugar de 0.20 que valían entonces oficialmente, pero no había, con esta medida ( cont)

junto a la subida de las bebidas alcohólicas, el gobierno recaudó gran cantidad de dinero que circulaba en la calle y que provocó la llamada Danza de los Millones, ocasionada por la Ofensiva Revolucionaria de 1968 donde la falta de todo tipo de bienes y servicios, trepó todos los precios a niveles exorbitantes. En la otra etapa de Danza de Millones, provocada por las escaseces del Periodo Especial, también los cigarros fueron protagonistas en la recaudación de dinero, cuando los desaparecidos Populares de 1.60 reaparecieron, pero a $8.00. Asi , con estos antecedentes puede esperarse una subida considerable en el precio del mercado oficial, o como dice el artículo aplicar la nueva moda de venderlos en la moneda del enemigo.

Antes de 1959 1 peso cubano valía más que 1 dólar gringo. Una mañana nos levantamos con la noticia del cambio de moneda; había que cambiar los dólares por papelitos que nada valián fuera de Cuba. Ese fue el robo del siglo. Todo el dinero de los bancos se lo robó el HP en jefe.

Profile picture for user padre Ignacio

Cuba era la tierra del azúcar, tabaco y ron , cuando los come vacas de la Sierra Maestra llegaron para salvarnos se acabaron los tres. Al final los mulatos terminan haciendole caso a Diaz Canel, con aquello de la resistencia creativa y empezaran a fumar hojas de guayaba o Mar Pacífico y no faltarán los patriotas que hasta haga apologías de estas.