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Salud

Un joven cubano casi inválido pide ayuda para comer y comprar medicinas

Dayán Sotolongo García, aquejado de linfedema, no recibe pensión del Gobierno y es una 'víctima colateral' de la DANA que golpeó España.

La Habana
El cubano Dayán Sotolongo García.
El cubano Dayán Sotolongo García.

El cubano Dayán Sotolongo García, imposibilitado de trabajar por su padecimiento de linfedema en grado cuatro y carente totalmente de recursos, pide ayuda desesperadamente para alimentarse y comprar los medicamentos que necesita.

El joven se comunicó con DIARIO DE CUBA para dar a conocer la situación en la que se encuentra, tras el agravamiento de su enfermedad y sin haber podido volar a España, donde esperaba someterse a las cirugías y al tratamiento posterior, que constituyen su única esperanza de cura. Se trata de un procedimiento que no se realiza en la Isla.

El linfedema es un tipo de edema producido por una obstrucción en los canales linfáticos del organismo. Obedece, por lo general, a un fallo o a una insuficiencia en el sistema linfático. Los casos graves pueden aumentar los riesgos de infecciones cutáneas.

En estos momentos, el grado de inflamación que presenta Sotolongo García en sus extremidades inferiores lo convierte prácticamente en un inválido; depende para todo de la ayuda de su esposa.

Luego de que le fuera negada la visa para viajar a tratarse en Estados Unidos en tres ocasiones, y de que se le frustrara dos veces el viaje a España, Sotolongo García se convirtió en una víctima colateral de la DANA o gota fría que golpeó a varias comunidades españolas, principalmente Valencia, a finales de octubre de 2024.

"Ya lo tenía todo listo para ir para allá, pero entonces, la doctora que me iba a atender perdió a su esposo y a su hija en la DANA, y ahora está dándose terapia psicológica. Entonces, me dijeron que tengo que esperar hasta marzo, que en marzo se iba a definir lo que iban a hacer con mi caso, si lo va a coger otro médico o qué va a pasar", explica el joven de 20 años.

Mientras espera, Sotolongo García no cuenta con recursos para mantenerse. En febrero, poco después de que su caso se hiciera conocido, contó a DIARIO DE CUBA que recibía una ayuda de la Asistencia Social de 1.500 pesos, equivalente a menos de cinco dólares en el mercado informal cubano y a poco más de diez, según la tasa de cambio oficial fijada por el Gobierno (1x120 CUP).

En estos momentos, no estaría recibiendo ni siquiera esa ínfima suma, lo que atribuye a sus publicaciones en redes sociales, que contradicen la propaganda oficial de que Cuba es una potencia médica.

"Yo no puedo trabajar, por mi situación. Dependo de las personas que me ayudan, porque el Gobierno no me da ayuda".

Sotolongo García contrajo matrimonio el año pasado, con una joven que conoció en la iglesia. Ella trabajaba, pero al agravarse la enfermedad del joven, tuvo que dejar su empleo para dedicarse a atenderlo.

"Ella no puede trabajar porque ya yo dependo de que ella me cargue el cubo de agua y me haga las cosas. Casi no puedo caminar. Tuvo que dejar de trabajar para atenderme, porque me hice una luxación en el pie estando solo en la casa. Por eso pido la ayuda, para comprar los alimentos y las medicinas. Este Gobierno no ayuda en nada. A mí, desde que yo estoy publicando en las redes y haciendo cosas que a ellos no les conviene, no me ayudan".

"Pido de favor que las personas que puedan me ayuden para poder comprar los alimentos y las medicinas. Hace poco pasé dos semanas tirado en la cama, porque no tenía pastillas ni los medicamentos para comprarlas. Aquí en Cuba los medicamentos están supercaros. Un blíster de pastillas te cuesta 1.000 y más de 1.000 pesos".

En las últimas dos semanas, Sotolongo García ha comido gracias a que la iglesia lo ha ayudado "con unas sopas y pan".

El joven reitera que agradece "de corazón cualquier ayuda" que reciba. Las personas interesadas en ayudarlo pueden ponerse en contacto con él, a través del número +53 5078 1272.

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