La iniciativa de la sociedad civil cubana Huellas, que reúne y reparte donativos para comunidades y personas en condiciones precarias en la Isla, denunció que el Gobierno de Guantánamo les retuvo el 28 de diciembre pasado una carga de ayuda para los damnificados por el huracán Oscar en varios municipios de ese territorio.
Según el testimonio de Johanna Jolá Álvarez, integrante del proyecto, después de dos semanas reuniendo donativos en La Habana y a punto de realizar su tercer viaje a la provincia oriental para distribuir la ayuda en los municipios de San Antonio del Sur, Imías , Baracoa y Maisí, "con el camión listo y cargado para salir a repartir las donaciones, nos comunicaron que las autoridades del Gobierno de Guantánamo necesitaban hablar con Huellas para documentar y revisar las donaciones".
De acuerdo con la narración de lo ocurrido, los funcionarios citaron a los activistas "en las oficinas del Gobierno Provincial. (...) Ahí nos reciben Daysi Sarmientos y los jefes de Comercio Exterior del Gobierno de Guantánamo, y nos informaron que la donación iba a ser retenida hasta que ellos decidieran, por una supuesta violación del protocolo y de procedimientos".
"Les informamos que este era el tercer viaje de Huellas a la provincia en menos de dos meses, y que era la primera vez que veíamos a estos funcionarios y que oíamos hablar de procedimientos y protocolos. Ni ellos mismos nos supieron explicar sobre ese protocolo o procedimiento establecido, según ellos, recientemente; o sea, en los últimos 15 días. Explicamos que desde el primer instante hemos estado en contacto con las máximas autoridades de Salud Pública, gracias al ministro José Ángel Portal Miranda y a todos los funcionarios del MINSAP (...) expresando nuestro interés de ayudar con insumos médicos y medicamentos para la atención de la población que tantos traumas ha sufrido en todas las zonas afectadas", añadió.
Jolá Álvarez indicó que la carga humanitaria iba a ser entregada a la Escuela Especial de San Antonio del Sur, las bibliotecas de San Antonio y Baracoa, los policlínicos y hospitales de San Antonio, Imías y Baracoa, y "para repartir a esas familias cubanas que lo perdieron materialmente todo, y aún peor, a sus seres queridos. Queríamos darle a esas familias un abrazo lleno de amor de pueblo, para en medio de su dolor ser esa mano amiga que seca sus lágrimas y trae algo de alegría y hermandad en un fin de año extremadamente difícil".
El colectivo asegura mantener contacto desde octubre, cuando el meteoro provocó una inundación que afectó a varios poblados y provocó al menos seis fallecidos, con autoridades del Ministerio de Transporte, Educación y Salud Pública de Guantánamo, además de con los funcionarios del Partido Comunista de Cuba (PCC) en los municipios donde reparten la ayuda.
"Todas esas autoridades sabían de nuestra intención de entregar las donaciones en esas instituciones y dar merecido reconocimiento a nuestro personal de la Salud Pública, de Educación y a nuestros consagrados transportistas. Los trabajadores de Educación y Salud Pública ya esperaban nuestra llegada. y por supuesto, muchas familias damnificadas también. Para ellos traíamos alimentos, ropas, calzados, aseo, juguetes, canastilla, camas, colchones, colchonetas, muebles varios, coches de bebé, etc. Hasta el sillón de ruedas para dar calidad de vida a un niño con necesidades especiales que vive en condiciones paupérrimas fue retenido", precisó la denuncia.
"Nada, absolutamente nada, justifica el bloqueo de donaciones en fin de año. Menos aún de alimentos comprados expresamente para los damnificados que están en supervivencia muy extrema", enfatizó.
Los activistas de Huellas habrían además conversado por teléfono con el primer secretario del PCC de Guantánamo, Joel Pérez García, "y por mucho que explicamos, lloramos, imploramos, nadie se inmutó. El dichoso protocolo se impuso para ellos por encima del bienestar del pueblo", aseguró Jolá Álvarez.
La activista aclaró que "la mayoría de las donaciones que Huellas recauda es mediante el uso de nuestros carros particulares, con nuestro combustible, con nuestro dinero, son nuestros megas destinados al pueblo que pagamos nosotros mismos, porque no recibimos recargas internacionales. Así también la estancia, el hospedaje, lo pagamos de nuestro dinero personal, porque lo que logramos recaudar es para los damnificados, para poderles ayudar económicamente y con donaciones".
Al cierre de esta nota, y ante el interés de un forista en el muro de Facebook de Jolá Álvarez por el progreso de las gestiones para la devolución de la ayuda retenida, comentó: "No la han entregado y no responden las llamadas".
En días previos, Huellas había organizado una cena de Navidad para un centenar de familias damnificadas por el huracán Oscar en Guantánamo. Este colectivo es uno de varios que dentro de Cuba se han organizado para ayudar a las personas más necesitadas, ante la incapacidad del Gobierno para satisfacer las necesidades mínimas de la población, por lo que son vistos con sospecha por el aparato represivo y las autoridades.
Frente a esa situación, las autoridades prefieren vender la ayuda recibida del extranjero, en vez de regalarla a quienes lo perdieron todo.
¡La culpa es del cruel y genocida bloqueo! Y ya habrá algún verraco que se lo crea.
Ya le echaron el ojo los del partido y delegados del MININT a la donación,de seguro de repartirán lo mejor y le darán alguna bazofia inútil de sus almacenes repletos de donaciones chinas.El" Cenizas" hizo lo mismo,con las casas expropiadas para garantizar apoyo a su nociva " Robolución".Por eso no hay que donar comida sino rifles y municiones.
Una vez más los comunistas mostrando su inherente bondad y humanismo para con otros, en especial los más necesitados.