El Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC), en coordinación con otras organizaciones de la sociedad civil de la Isla, llevará a cabo la jornada "Contra las Siete P's de la Violencia", del 25 de noviembre al 10 de diciembre, informó el CTDC en un documento enviado a DIARIO DE CUBA.
El mensaje resalta que la jornada comienza justo el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
"En Cuba estamos atrapadas y atrapados por la violencia. Matar es casi un acto normal. Todos los días alguien muere en nuestro país. Violentar a las mujeres vuelve a ser una reivindicación de hombres fuertes. La pederastia se castiga menos que la libertad de expresión, las y los jóvenes resuelven sus discordias en violentas gimnasias callejeras con armas blancas, con el suicidio o con la auto violencia de las drogas", dice el texto, que marca el comienzo de la jornada, coordinada además por el Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR), el proyecto cultural Di.Verso; Shanti, la estrategia global contra la violencia; Campo de Girasoles, la Plataforma Femenina, la Red Femenina, la Coalición Feminista, la Red de Líderes y Lideresas Comunitarios, la Asociación Raíces de Esperanza y el Foro Permanente de Derechos Humanos.
El texto recuerda también que en Cuba "el bullying forma parte del matutino escolar, las inseguridades masculinas se compensan por doquier con un mal puñetazo en el rostro de mujeres rebeldes, y el Gobierno ―en nuestro caso la violencia tiene siempre su permiso―, legitima todas las que busquen o permitan blindar su poder. Desde todos los puntos cardinales de nuestra sociedad estamos autorizados a golpear. O a ser golpeados. Las palizas en las prisiones cubanas, a presas y presos de todas las causas, son moneda corriente".
Sobre el nombre de la jornada, el texto explica que se denomina "Contra las Siete P's de la Violencia", porque "la 'tríada de la violencia de los hombres', como la llamó el autor de este concepto, sigue dictando las reglas de nuestra mala convivencia: la violencia de los hombres contra las mujeres, la violencia de los hombres contra otros hombres y la interiorización de la violencia. Esta tríada atraviesa todo en Cuba: desde el Estado, sus instituciones, pasando por la ciudadanía hasta llegar, en muchos casos partir de, las familias".
"La violencia patriarcal; la percepción de tener derecho a ciertos privilegios; el permiso para ejercer la violencia; la paradoja del poder patriarcal; la psiquis como armadura de la masculinidad; la presión psíquica de esa masculinidad y las pasadas experiencias como fuentes de la violencia. Son estas las Siete P's que lo destruyen todo a su paso", añade el documento.
Teniendo en cuenta la violencia que ejerce el Estado contra la sociedad civil y que los promotores de Shanti han sufrido detenciones y amenazas, DIARIO DE CUBA pregunta al politólogo y vicepresidente del CTDC, Manuel Cuesta Morúa cómo esperan desarrollar estas jornadas.
"Las actividades van a ser virtuales y también físicas. Justo por el tema de la represión, las actividades físicas las vamos a ir documentando en el momento. No podemos publicar ampliamente un plan de actividades, en la medida que alertaríamos a un régimen que quiere reprimirlo todo, excepto a sí mismos. Pero, evidentemente, tenemos planificadas algunas acciones físicas también", sostiene el activista.
El documento enviado a DIARIO DE CUBA afirma: "En el Consejo para la Transición Democrática en Cuba nos guía una pregunta: ¿qué puedo hacer por ti? En esta ocasión creemos que podemos trabajar por ti un entorno de paz que te posibilite pensar mejor en el futuro que merecemos".
En ese sentido, DIARIO DE CUBA indaga cómo, concretamente, puede el CTDC trabajar para que los cubanos tengan un entorno de paz que les permita "pensar mejor" en el futuro del país.
"Nosotros estamos retomando dos líneas de acción con la gente para canalizar el hartazgo y la ira que las personas están expresando, cada vez con mucha más fuerza, para convertir la protesta, que es muy importante, en un camino de propuestas", asegura Cuesta Morúa.
Ese camino tendría dos efectos, de acuerdo con el politólogo: "primero, avanzar concretamente en líneas de acción, que puedan ir, no solamente empoderando a la gente, sino situándola y dándole una perspectiva de qué se puede hacer de manera concreta para aliviar para aliviar, por un lado, y mejorar, por otro, y al final, ir cambiando las circunstancias en Cuba".
"En ese sentido, estamos potenciando que la gente acuda al Consejo Electoral Nacional (CEN) y solicite ahí su certificación del elector y apoye las iniciativas que estamos por impulsar. Queremos que primero la gente acuda a esto. Creo que es una vía para canalizar esa carga de presiones que tiene la gente en este país para convertir la protesta en una propuesta y, al mismo tiempo, convertir la rebeldía en una acción positiva para la gente", detalla.
La otra línea de acción, explica Cuesta Morúa, consiste en retomar "los espacios de conversación deliberativa para que la gente proponga qué debemos hacer, de manera concreta y específica, para cambiar la situación".
"No solo protestar", dice el vicepresidente del CTDC, aunque señala que "protestar es un derecho". Sin embargo, considera que la protesta "está teniendo un altísimo costo para la ciudadanía, ya no solo para los activistas, los organizados en proyectos y propuestas, sino para la misma ciudadanía. Está colocando a los ciudadanos y a las ciudadanas frente a una pared demasiado sólida, demasiado fuerte".
Por ese motivo, explica el activista, el objetivo de esos espacios "de conversación deliberativa muy concreta", que aclara que no son "para teorizar", es que las personas empiecen a proponer "qué tipo de iniciativa y de acción puede hacerse en el camino de lo que nosotros llamamos la ruta constitucional".
Felicitaciones por la creatividad; y ahora es más fácil juntar ciudadanos vía “ la Red de Líderes y Lideresas Comunitarios”