Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la dimensión ambiental para el futuro de Cuba son cruciales. Integrarlos es esencial para la sostenibilidad económica y social del país, pero la prioridad de los cubanos encuestados por Cubadata en su segundo panel multidimensional es cubrir necesidades básicas y urgentes en medio de condiciones críticas de vida.
Así recoge el estudio Explorando futuros posibles para la democratización en Cuba, de la encuestadora independiente, fruto de seis sondeos realizados entre septiembre de 2023 y febrero de 2024, en los que participaron 10.248 personas de toda la Isla, de ellas 4.552 individuos a los que se preguntó cada mes.
El informe señala que el 70,1% de los entrevistados reconoce fenómenos climáticos extremos como huracanes, sequías e inundaciones y su impacto devastador en la infraestructura, la agricultura y las comunidades, que empeora las condiciones de vida ya precarias.
Los participantes son conscientes además de que la frecuencia creciente de estos fenómenos en Cuba pone en riesgo la seguridad alimentaria y la estabilidad económica del país, y de la necesidad urgente de estrategias de adaptación y mitigación.
Cuba alberga una rica biodiversidad y ecosistemas únicos que están amenazados por la actividad humana y el cambio climático. Un 60,4% de los encuestados reconoce la pérdida de biodiversidad y daño a los ecosistemas, que tienen efectos negativos en la resiliencia del medio ambiente y la capacidad del país para sostener sus recursos naturales.
Un 54,2 % de los participantes en las encuestas de Cubadata también admite que la escasez de recursos, como el agua y la tierra fértil, junto con problemas de gestión, agravan la situación ambiental de Cuba. El estudio advierte que la mala gestión de los recursos naturales puede llevar a su agotamiento y degradación, lo que a su vez afecta la producción agrícola, la disponibilidad de agua potable y la salud pública.
Para el 53,3% de encuestados, es preocupante el aumento del nivel del mar y la erosión costera, consecuencias directas del cambio climático, que impactan en áreas vitales para la economía del país, ya que albergan importantes infraestructuras turísticas y comunidades pesqueras. La erosión costera y la inundación de tierras bajas conllevan a la pérdida de hogares, desplazamientos de comunidades y daños a la infraestructura.
En cuanto a la vulnerabilidad a la subida de precios de los alimentos, el 32,9 % la reconoce y es consciente que está vinculada a la dependencia del Gobierno de Cuba de las importaciones de alimentos. Las fluctuaciones en los precios internacionales pueden tener un impacto significativo en la seguridad alimentaria del país.
"La promoción de la agricultura sostenible y la diversificación de las fuentes de alimentos pueden ayudar a reducir esta vulnerabilidad y mejorar la autosuficiencia alimentaria", señala Cubadata, pero esto en la Isla está muy lejos de concretarse en medio de las ataduras que padecen las fuerzas productivas, la escasez de recursos y políticas agropecuarias fracasadas.
La contaminación del aire, agua y suelo es otro asunto que identifican el 21,7 % de los encuestados. Es un hecho que afecta la salud pública y la calidad de vida y sus fuentes fundamentales son la industria, la agricultura y el transporte, que funcionan con tecnología obsoleta y sin cumplir las regulaciones ambientales.
En últimos lugares, los participantes reconocen la deforestación y degradación del suelo (16,9%) como problemas significativos que afectan la biodiversidad y la productividad agrícola de Cuba y la invasión de especies exóticas y enfermedades (8,9%) como factores que alteran los ecosistemas y amenazan la biodiversidad local.
Pero pese a tener conciencia de estas problemáticas, las condiciones críticas de vida hacen que los encuestados prioricen para el futuro de Cuba objetivos económicos y sociales por encima de los ambientales, subraya el autor del estudio Arístides A. Vara Horna..
Los resultados muestran un claro enfoque en las necesidades básicas y urgentes, como salud, trabajo, educación y reducción de la pobreza, prioridades que reflejan las condiciones actuales de vida en Cuba, donde las dificultades económicas y sociales son prevalentes.
La alta prioridad asignada a la salud y bienestar (62,2%) subraya la necesidad urgente de mejorar el sistema de salud, que ha sido duramente afectado por la falta de recursos y la crisis económica.
Las prioridades más bajas, como vida submarina (5,3%), acción por el clima y vida de ecosistemas terrestres (8,6% y 5,7%, respectivamente), reflejan una percepción de urgencia menor en comparación con las necesidades básicas.
Para Vara Horna, "esto evidencia una priorización de problemas inmediatos y tangibles sobre cuestiones ambientales de largo plazo, lo cual puede tener un impacto negativo en la construcción de un futuro sostenible en temas ambientales para el país".
Aunque el 71,5% cree que es necesario un cambio profundo de políticas ambientales en el Gobierno, solo el 9,2% de los encuestados imagina a Cuba en el futuro como un país líder en innovación y soluciones verdes.
"La baja prioridad asignada a los ODS relacionados con la dimensión ambiental en Cuba, junto con el hecho de que solo el 18,4 % refiere estar bien informado y consciente de los problemas relacionados con el cambio climático, tiene varias implicaciones preocupantes para el futuro del país. Sin una atención adecuada a estos desafíos, el país puede enfrentar un deterioro ambiental que comprometa su desarrollo económico y social a largo plazo", advierte el estudio.
"Un enfoque en la sostenibilidad ambiental puede contribuir a la estabilidad económica a largo plazo, al reducirse los costos asociados con la degradación ambiental y los desastres naturales. Además, mejora la calidad de vida de la población, especialmente de las comunidades más vulnerables que dependen directamente de los recursos naturales", concluye.
Con todo el desastre y la agonia en la vida diaria de los cubanos de la isla; (que por cierto ni son pocos ni son de ahora) entonces un cubano agobiado y agotado por tanta desgracia de vivir sometido por el regimen mas represor y explotador de la historia de Cuba; que cojines le importa "el medio ambiente o el cambio climatico" si lo primero que tiene que pensar es romperse la cabeza en ver que va a comer! en como va seguir subsistiendo en su amargada y precaria vida, sin medicinas, sin transporte, sin agua, sin electricidad, insalubridad con basura y escombros en cada esquina, sin esperanzas de nada y viendo como su unica vida se desgasta dia a dia bajo el machacante mantra ideologico que lo ha llevado a arruinarle la vida; por un grupo malvado, mentiroso, mafioso castrista atornillados en el poder, ellos y sus complices. Por tanto, quien se va a preocupar del medio ambiente donde se van acomer hasta el leon del zoologico.
Hablarles a los cubanos de medio ambiente, calentamiento global y todos estos temas que afectan a largo plazo, es como decirle a una persona que se está desangrando, que tiene que cuidar su colesterol. Quien puede hablarle de futuro a alguien que no ve presente. La situación del cubano es de sobre vivencia, no de calidad de vida.No es pensar como va a morir, sino como va a vivir.
Si a esto se suma que en Cuba nunca ha habido una consciencia de cuidar al medio ambiente, ni antes y mucho menos después de la Revolución, donde la deforestación, los residuales albañales e industriales se han vertido sin tratamiento a los ríos, ei aire contaminado con la combustión de autos e industrias, donde el principal destructor ha sido quien debió ser el velador principal y los pocos ambientalistas, son vistos como disidentes . Que cultura ambiental puede existir?