La oficialista Federación de Mujeres Cubanas (FMC) informó que ha identificado a través de sus mecanismos de monitoreo nacional más de 16.000 casos de mujeres y niñas, de un total de 9.579 familias, "que viven en situación de violencia".
Así lo declaró la secretaria general de la organización, Teresa Amarelle Boué, en una entrevista con el diario oficial Granma en la que señaló que esa cifra responde a la actualización de lo que denominó la Estrategia Integral de Prevención y Atención a la Violencia de Género y en el Escenario Familiar.
Según la funcionaria, la identificación de esos casos es "una herramienta clave para la prevención a nivel comunitario".
La FMC, según cifras oficiales, incluye en sus filas el 91,47% de las cubanas mayores de 14 años. No obstante, su funcionamiento tiene poco o nulo impacto en las vidas de las mujeres de la Isla, más allá de cobrarles una cuota mensual para el sostenimiento de su estructura burocrática y citarlas a reuniones en las que se orientan políticas oficiales.
Amarelle Boué aseguró, no obstante, que la organización "trabaja en evaluar el impacto de la legislación y las políticas públicas", así como en perfeccionar los servicios de atención desde las Casas de Orientación a las Mujeres y las Familias (COMF), existentes en todos los municipios del país.
"Se han instaurado consejerías que garantizan la atención a las mujeres, lo más cercanas posible a la comunidad en que viven", dijo la funcionaria, quien es miembro del Comité Central y del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC).
Anticipó que, de conjunto con la Fiscalía General de la República, la FMC trabaja en la puesta en marcha de un Registro Administrativo Interoperable de seguimiento, monitoreo e información en tiempo real de los femicidios, desagregados por indicadores, lo cual "contribuirá a fortalecer los mecanismos que garanticen la atención y detección de los casos de violencia de género y en el escenario familiar".
La jerga oficial sigue utilizando el término femicidio, en vez de feminicidio, que emplean los grupos de la sociedad civil independiente que monitorean la violencia machista en Cuba. El régimen trata de negar la impunidad de esta clase de hechos, pese a que ha hecho oídos sordos a las demandas por una Ley Integral Contra la Violencia Machista y no tiene protocolos de protección para mujeres en riesgo por ese flagelo.
A inicios del actual mes de agosto, el oficialista Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género confirmó que en 2023 al menos 110 mujeres fueron asesinadas en la Isla por sus parejas o exparejas. Los casos superaron en 21 a los verificados por los observatorios de Yo Sí Te Creo en Cuba y de la revista Alas Tensas (OGAT), lo que hace la situación aún más preocupante. Al cierre de esta nota, la cantidad de casos comprobados en lo que va de 2024 es de 34.
La cifra oficial solo recoge aquellos casos en los que los victimarios fueron juzgados durante el año pasado y en los que la víctima tenía más de 15 años. Además, el observatorio estatal separó los asesinatos procesados por los tribunales "por motivos de género", un total de 60, de aquellos que, pese a que fueron cometidos por las parejas o exparejas de las víctimas, no fueron juzgados con ese agravante, que sumaron 50.
Las autoridades expusieron, asimismo, que Cuba cerró 2023 con una tasa de 2,16 feminicidios por cada 100.000 mujeres, lo que convierte al índice cubano en el sexto más alto de América Latina y el Caribe, si se compara con los registros de asesinatos machistas del Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de 2022, último año disponible.
Pese a lo anterior, Amarelle Boué aseguró a Granma que, a 64 años de la fundación de la FMC, cuya promotora fuera la fallecida Vilma Espín, esposa de Raúl Castro, esta "continúa en el sendero por la igualdad de género y de derechos, representando a las mujeres cubanas".
"Se requiere continuar trabajando en la educación de toda la sociedad para eliminar estereotipos y prejuicios que están en la subjetividad que reproducen a nivel social, laboral y familiar desigualdades. También fortalecer los mecanismos que garanticen la atención y prevención oportuna, sobre los casos de violencia de género y en el escenario familiar", comentó la funcionaria.
Sobre el otro flagelo que las autoridades no han podido frenar, como es el embarazo en niñas y adolescentes, y que la FMC circunscribe a las segundas solamente, Amarelle Boué dijo que esta es "una problemática social y de salud que impacta en la calidad de vida de muchachas y muchachos", de ahí que la organización busque "consolidar la educación integral de la sexualidad, flexibilizar el acceso de las y los adolescentes a los espacios de orientación, perfeccionar los servicios de salud sexual y reproductiva, y promover la responsabilidad parental".
"En ese sentido, desde la FMC se realizan las Jornadas de Educación Integral de la Sexualidad, con el eslogan 'Que no se rompan tus sueños'. Asimismo, se ampliaron los espacios para el trabajo persona a persona con adolescentes embarazadas y sus familias, en hogares maternos, centros estudiantiles, comunidades y a través de las redes sociales", añadió.
"Desde la comunidad también se atienden las jóvenes desvinculadas del estudio y del trabajo, y se realizan diferentes ofertas para su inserción. Un ejemplo son los programas de adiestramientos en las Casas de Orientación a las Mujeres y las Familias, que agrupan a 53.437 personas, de ellas el 79% jóvenes", indicó, sin ofrecer otras cifras que permitan entender el alcance del problema.
Al finalizar, en un mensaje a las mujeres cubanas, la funcionaria tuvo que recurrir a Miguel Díaz-Canel, al citar una de las frases de la jerga oficial que coloca a las cubanas como parte del mecanismo de control social, en vez de empoderarlas: "Las mujeres cubanas tienen mucho que aportar y la Revolución necesita de las mujeres cubanas, no solo resistiendo, sino, más que todo, combatiendo".