El caos de la salud pública cubana se mantiene como uno de los temas cotidianos en la Isla, así como la indefensión de los ciudadanos ante el resquebrajamiento del sistema sanitario y la insensibilidad de las autoridades. Dos casos recientes lo demuestran, el de un paciente esquizofrénico, que ha caído en una crisis mental severa debido a la falta de medicamentos, y el de un niño al que el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) le negó la ayuda pedida por su madre para operarlo en el extranjero, luego de asumir que en el país no hay solución para su caso.
El paciente psiquiátrico Jorge Félix Otero Seijas, de 30 años, está deambulando sin control por su vecindario, en el municipio capitalino de Diez de Octubre y, según dijo su tío, Raúl Seijas, a Martí Noticias, "podría agredirse a sí mismo o comportarse de manera violenta con otras personas".
Ante esta situación, la familia ha pedido ayuda en varias ocasiones a las autoridades policiales y a la Dirección Municipal de Salud Pública, quienes han desestimado sus reclamos, que parten de la ausencia de una ambulancia para trasladar a Otero Seijas al hospital Salvador Allende, donde, según su tío, su ingreso estaría garantizado.
"El inconveniente está en la falta de ambulancia para su traslado, pues en su estado actual no puede ser llevado en transporte público", acotó. "¡No funciona el sistema de salud de Cuba! Yo tengo un paciente psiquiátrico y él está en la calle, no tengo cómo llevarlo para el hospital, porque a la fuerza, si le doy un golpe, voy preso. Eso me pasó un viaje. No sé qué hacer. Él estaba desnudo, perdido tres días, perdió el teléfono, vino sin ropa", relató.
"Fui incluso a Fiscalía y no pueden hacer nada, dicen que eso es problema del Ministerio de Salud Pública. Una vez la misma policía llamó 16 veces al SIUM (Sistema Integrado de Urgencias Médicas) y no se presentaron", agregó Seijas.
"Necesito un transporte y un apoyo, porque para cogerlo es horrible, en otra ocasión, dos policías, mi primo y yo no podíamos con él", concluyó, dejando a la vista las crecientes ineficiencias del sistema de salud en Cuba.
Otro caso que apuntala tal afirmación es el de un niño de 11 años quien presenta en la cara un fibroma osificante juvenil psamomatoide, un tumor benigno de hueso muy agresivo, que le ha deformado totalmente el rostro.
"Mi hijo fue tratado por pediatras especialistas en maxilofacial del Juan Manuel Márquez, de los cuales no tengo quejas. Después de la intervención quirúrgica, en el mes de marzo, fue llevado a la comisión de tumores de cabeza y cuello del Instituto Nacional de Oncología, por el rápido crecimiento de esta lesión, poco frecuente pero de alto riesgo de destrucción. Allí se no explicó que existe una única opción para el niño, que requiere de una cirugía de alta complejidad que incluye reconstrucción facial con técnicas y medios con los que no cuentan en nuestro país", escribió su madre, Ana María Sosa Cuesta, en su perfil de Facebook.
Al acudir al Ministerio de Salud Pública en busca de ayuda, para que la pusieran en contacto con alguna clínica internacional que pudiera asumir tal tratamiento, y ella gestionar una visa humanitaria para su hijo, la institución gubernamental se lavó las manos, como ha hecho en casos anteriores, y según relató Sosa Cuesta, afirmaron que no conocían ninguna clínica que tratara este tipo de tumor y, por tanto, no podían ayudarla. "No me conformo con un 'no hay, no tenemos'", concluyó.
Los pedidos de auxilio de cubanos en las redes sociales se han vuelto dolorosamente frecuentes y chocan con la imagen de potencia médica que difunde el régimen. Entre esas llamadas desesperadas, abundan las que abogan para una visa humanitaria o tratamientos fuera de la Isla.
El proyecto Cubadata, a través de una Encuesta de Salud Integral, arrojó luz y cuantificó un drama de gran resonancia en las redes sociales y que las autoridades cubanas, para descargarse de responsabilidad, atribuyen invariablemente al embargo de EEUU.
Cubadata demostró que existe una clara tendencia hacia una mayor dificultad en el acceso a medicinas en Cuba. Más de la mitad de los cubanos encuestados (55,8%) calificó como "imposible" el acceso a medicamentos. Si se suman a ellos los que afirmaron tener "mucha dificultad", el 80,3% de la población consultada enfrenta serios problemas para obtener los fármacos que necesita.
Por sobrevivir, no sobra una campaña para pedir medicamentos a la base naval estadounidense en Guantánamo.
Cuando el loco ese la emprenda a golpes o a mordiscos con algún vecino o un pobre transeúnte hasta matarlo entonces va a aparecer la ambulancia. En Cuba siempre es así, se espera a que ocurra la tragedia primero y luego toman acción. Después lo ponen en la televisión haciendo alarde de "la pronta respuesta de las autoridades". El muerto que se joda.