Back to top
Opinión

11J: Un águila por el mar

Tan acostumbrado está el castrismo a las fechas históricas, que piensa que sus oponentes funcionan de la misma manera. Por ende, ha creado sus propias fechas 'histéricas', en las cuales despliega sus huestes de forma preventiva.

Miami
Protesta en La Habana el 11 de juli ode 2021.
Protesta en La Habana el 11 de juli ode 2021. Diario de Cuba

El tercer aniversario del 11J pasó, recordando a Martí, como un "águila por el mar". Raudo y veloz buscando tierra firme donde posarse. El régimen cubano desplegó su consabido arsenal de detenciones, citaciones y amenazas a figuras de la oposición y la sociedad civil independiente, en busca de prevenir una nueva rebelión popular que en realidad no sabe cómo ni cuándo se va a producir, pero grita, por si acaso. Como un perro que le ladra a la oscuridad porque le teme a algo que no ve pero presiente, y vocifera para ahuyentar sus propios demonios. Cada cual hace lo que puede, o lo único que sabe hacer.

Tan acostumbrado está el oficialismo a las fechas históricas, que piensa que sus oponentes funcionan de la misma manera. Por ende, ha creado sus propias fechas "histéricas", en las cuales despliega sus huestes de forma preventiva. El 11 de julio, el 10 de diciembre, el 5 de agosto... En cualquier momento serán tantas las efemérides de la oposición que van a sobrepasar la capacidad represiva del sistema. Que el horno no está para galleticas, ni los carros patrulleros para tanta gasolina. El contrincante más fuerte del régimen es su propia ineficacia. Como mismo se han suspendido las jornadas "revolucionarias" Camilo-Che, o las movilizaciones de la "Escuela al Campo", tendrán que limitarse los operativos de vigilancia y represión. Moscú no cree en lágrimas y pide efectivo contante y sonante para el petróleo.

Lo más significativo del despliegue gubernamental contra los activistas el pasado 11 de julio de 2024 es precisamente, su dinámica absurda. Porque no fueron los líderes conocidos quienes articularon o convocaron a las protestas de 2021, sino una ciudadanía que ya no cree en la mitología del castrismo, mucho menos en la falsa proyección de su invencibilidad y omnipresencia. Uno de los mayores logros del 11J fue mostrarle al mundo, pero especialmente a los propios cubanos dentro de la Isla, que el pueblo era capaz de manifestarse de forma masiva y organizada, no violenta, en reclamo de sus derechos. Derribó el mito de que los cubanos no tenían capacidad para protestar.

Esto fue un parteaguas en la sociedad cubana, una sacudida sin precedentes en las relaciones de poder dentro de la Isla. Durante las jornadas del 11, 12 y 13 de julio de 2021, la gente supo que tenía el poder, y experimentó cómo ejercerlo. Una vez hecha esta elección, no hay marcha atrás. La gente ya no acepta la represión como un hecho consumado y acostumbrado, como demuestran los familiares de los arrestados por las manifestaciones en El Cobre, yendo a protestar a la estación de Policía local para pedir su liberación. El concepto de protesta llegó para quedarse.

Por ello, resulta un ejercicio en futilidad y hasta un error en términos estratégicos, intentar contener un peligro atacando a quienes fueron participantes, pero no protagonistas. Nadie sabe a ciencia cierta, al menos públicamente, quien envió el primer mensaje el 11 de julio de 2021, avisando de las protestas en San Antonio de los Baños y convocando a otras localidades a sumarse, hasta llegar a las más de 50 en todo el país, según conteos de ONG dentro y fuera de Cuba. El mundo virtual es una zona demasiado amplia y pantanosa, con una infinidad de actores, escenarios y plataformas, que dificulta sobremanera la viabilidad de los patrones acostumbrados de intimidación del sistema. El palo y la zanahoria están siendo derrotados por el Tik y el Tok.

Esto determina que el régimen no disponga de muchas opciones, puesto que el terreno de juego se ha ampliado de forma extraordinaria con el arribo de las redes sociales y la conformación de un mundo tecnológico dentro del cual los ciudadanos se empoderan y encuentran nuevas vías de expresarse y hasta articular zonas de desafío que comienzan en el escenario virtual para después trasladarse a los espacios físicos. Esto fue lo que sucedió el 11J, y esas herramientas siguen a disposición de los ciudadanos, que, de hecho, las han seguido usando sistemáticamente desde 2021 y años anteriores. En julio de ese año cuajaron una serie de procesos que venían sucediéndose desde meses y años anteriores.

En consecuencia, disparar al aire como lo hace el régimen no va a espantar sus demonios o detener a la muchedumbre, porque se trata de una turba inteligente, lo que se conoce en términos de estrategia noviolentas como smart mob, un grupo de personas (cualesquiera que sea su tamaño) organizadas para llevar a cabo una acción específica (cualesquiera que pueda ser su magnitud). Por otra parte, las causas de la revuelta, la crisis económica y el desmoronamiento de la credibilidad del sistema, no solo siguen vigentes, sino que incluso han empeorado, en lo que resulta una conjunción de factores que apunta a la repetición del fenómeno. Se trata de un postulado científico, la Tercera Ley de Newton, aplicada a fenómenos sociales: "Para cada acción hay una reacción igual y en el sentido opuesto".

Así que valga el símil, que aplica a todos los factores de esta ecuación. El aniversario del 11J pasó para el régimen como un águila por el mar, puesto que no sabe dónde posarse y no puede hacerlo sobre el agua, en una posición mucho más endeble de lo que intenta aparentar con su vuelo. Para el pueblo cubano pasó como tenía que pasar, raudo y veloz, pero sin aferrarse, puesto que no necesita de fechas históricas o histéricas determinadas para manifestarse, lqqd (lo que queda demostrado). Es cuestión de tiempo y sigue sonando el tic tac (o tok), como el del reloj que se tragó el cocodrilo o caimán (vaya con las metáforas) de Peter Pan, el niño que nunca envejece. A diferencia de las dictaduras, las ansias de libertad nunca se tornan obsoletas.

Archivado en
Más información

Sin comentarios

Necesita crear una cuenta de usuario o iniciar sesión para comentar.