Carolina Barrero luego de visitar el frente de guerra en Ucrania: 'Se puede constatar muy claramente el desastre'

La activista cubana Carolina Barrero viajó recientemente al frente de guerra en Ucrania, para participar en el Foro de Seguridad del Mar Negro, en la ciudad de Odesa, a través de una invitación del miembro del Parlamento ucraniano, Oleksil Goncharenko, según detalló la historiadora del arte en conversación telefónica con DIARIO DE CUBA.

"El viaje a Ucrania ha sido una experiencia que me ha cambiado la vida. Todos los que han estado en un conflicto bélico saben que presenciar los desastres de la guerra te da una nueva perspectiva de la vida y de las relaciones entre las naciones y del sentido del poder", dijo y valoró de muy positivo el hecho de que las autoridades ucranianas hayan invitado a participar en dicho evento a miembros de la sociedad civil de la Isla.

"Que hayan reconocido la necesidad de que estuviera Cuba en este foro habla de la preocupación que tienen, no solo con Cuba, sino con todos los aliados de Rusia en esta guerra", dijo y agregó que, con esta invitación, "las fuerzas democráticas cubanas quieren dejar muy claro que el apoyo a Putin es solo del régimen, que nosotros estamos con Ucrania".

Sobre su visita a la ciudad de Nikolaev, que está en la frontera sureste del país, dijo que esta fue organizada por el propio Foro de Seguridad del Mar Negro y, al respecto, detalló: "Esta es una ciudad que hasta abril de este año estuvo siendo constantemente bombardeada. Los rusos usaron incluso armas prohibidas contra la población, y aunque Nikolaev sigue estando, digamos, en la frontera sur del frente, los combates se han desplazado más al sur, hacia el río Dniéper… Hasta hace muy poco allí sucedían enfrentamientos en la calle, o sea, dentro de la ciudad, entre las tropas rusas y los ucranianos".

"Los militares nos invitaron a algunas personas del foro y ellos mismos nos hicieron una visita por los lugares más afectados, emblemáticos, donde se puede constatar muy claramente el desastre, pero también la resistencia heroica de los ucranianos, que siguen con su vida diaria con un talante y una dignidad que verdaderamente son de otro mundo", agregó.

La activista se refirió, igualmente, a las reacciones en las redes sociales, en las que "hubo mucha gente que cuestionó, por ejemplo, que por qué yo no tenía armamento, ropa militar, casco, protección", dijo y destacó que "en una guerra todo el armamento militar cuenta, y es para los militares, las personas que más lo necesitan. Cuando uno está en una situación así, por lo menos yo, desde luego, no voy a aparentar".

"Ni siquiera los militares que nos acompañaron estaban usando ese tipo de equipamiento, porque es una región que, en este momento, aunque está muy cerca y todo puede pasar, es ligeramente más segura que, por ejemplo, quienes estaban en Herzog, que está justamente en la trinchera. Y todo lo que sea protección militar debe de ir para ellos… Es que en una guerra uno no va a ponerse los labios rojos ni los tacones, uno va a lo que va y es una situación de muchísima realidad, de los pies en la tierra y de ser lo más real posible, sin filtro de apariencia".

Dijo, además, que "del otro lado del frente, es decir, de la parte rusa, hay un número significativo de reclutados cubanos, a los que el régimen ha facilitado su salida para que se incorporen a esta guerra, en un esquema que incluye también engaños por parte de los contratos que han firmado... Estos son jóvenes cubanos que consideramos víctimas, porque ellos están siendo enviados al frente mismo, o sea, a ser carne de cañón. Incluso la mayoría de ellos han muerto, o un número significativo de ellos han muerto, aunque de esto no tenemos los números exactos".

Mientras Barrero estaba en Ucrania, una flotilla de buques de guerra rusos, entre ellos un submarino nuclear, estaba atracado en el puerto de La Habana. Sobre el tema, la activista indicó que, en su opinión y en la de otras personas con las que conversó en Ucrania, "no es simbólica ni es menor". "Primero, no hay manera de saber realmente si un submarino nuclear porta armas nucleares o no. Y luego, es una amenaza directa, es decir, es una forma en la que Putin puede estar a menos de 90 millas de EEUU, pero además de países de América Central. Es decir, tener una presencia militar en un conflicto bélico que, en mi opinión, ya no es solamente un conflicto entre Ucrania y Rusia", sostuvo.

"Es una manera de presionar también en las posiciones de los ucranianos. Y esto es una cosa que se dijo durante el Foro", donde, según Barrero, sus participantes especularon a partir de esta conjetura: "Ahora mismo podría suceder que Putin llamara a la Administración Biden y decirle, pues o nos ceden nuestras posiciones en el Donbass y se acaba esta guerra, o nuestras posiciones que hemos conseguido hasta ahora en Crimea y fuerzan una paz con nuestras condiciones, o ahora mismo tengo un misil que voy a disparar".

Sobre este tema Barrero subrayó: "Es un planteamiento extremo que puede también ser revisado, pero efectivamente podría ser usado para presionar, y eso es una realidad que afecta directamente a Ucrania y de la que ellos (los ucranianos) están muy conscientes".

"A nosotros los cubanos, y creo que a muchos de los que están en la Isla, nos pareció anacrónica y siniestra, la presencia de ese submarino en las aguas del puerto de La Habana. A mí, desde luego, ver esos videos y esas imágenes de esa forma anfibia, gris, tenebrosa del submarino, es algo que me produce mucha repulsión y rechazo. Creo que ese rechazo es el de la mayoría del pueblo cubano, y nosotros, la mejor manera de demostrarlo es estando allí, en tierra ucraniana", destacó.

Relaciones Cuba-Unión Europea

Más allá de su visita a Ucrania, DIARIO DE CUBA preguntó a la activista, muy vinculada al Parlamento Europeo, sobre las recientes elecciones en el bloque regional y las perspectivas de un cambio de política hacia Cuba a partir de la nueva conformación de la Cámara.

Se sabe que Borrell no continuará, dijo al respecto, "cosa que yo celebro y le deseo lo mejor, pero bien lejos siempre de todo lo que tenga que ver con Cuba. Al parecer, el nombre de la candidata que se baraja es la ministra estonia Kaja Kallas, que esperamos tenga otra visión, al venir de un país en la frontera con Rusia, haber sido parte de la Unión Soviética, haber vivido el totalitarismo en primera persona".

"Yo veo el pronóstico con esperanza. Creo que la Cámara es parecida a la anterior, pero con un ligero desplazamiento hacia las fuerzas liberales, las fuerzas conservadoras, las fuerzas también de derecha y ultraderecha, pero que en el caso de Cuba suelen tener más disposición a plantear el tema con más honestidad y condena del régimen. Esto puede ser muy bueno para nosotros, ya lo veremos, ya veremos finalmente quiénes son los puestos ratificados y hasta qué punto están dispuestos a darle prioridad e importancia a Cuba. Desde luego nosotros aquí haremos todo lo posible para seguir forzando que así sea nuestra misión en Europa", concluyó.