El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) confirmó la presencia de la Fiebre del Oropouche en el municipio de San Nicolás, Mayabeque, que marca la diseminación del virus primeramente detectado en Santiago de Cuba.
Según declaraciones del director de Salud Pública en el territorio, doctor Ramón Aguilar Castillo, el virus fue detectado mediante acciones de seguimiento y vigilancia de síndromes febriles inespecíficos, a partir de muestras estudiadas en el laboratorio nacional del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK).
El especialista dijo que en la localidad comenzaron a desarrollar acciones entomoepidemiológicas para cortar la cadena de transmisión y lograr el control de la enfermedad en el menor tiempo posible.
Dijo que trazaron estrategias para combatir la enfermedad en los consejos populares de la zona urbana Norte y Sur y posteriormente laborarán en asentamientos rurales, específicamente en tareas de fumigación. Sin embargo, no precisó el número de casos ni si hay pacientes hospitalizados.
"Exhortamos a la población a trabajar de conjunto con Salud Pública en cuanto a la higienización, eliminar los hierbazales y los microvertederos", pidió el funcionario, quien agregó que en estos momentos reciben el apoyo de sectores como Servicios Comunales e Hidrología.
Sobre el cuadro clínico que se manifiesta con el virus de Oropouche, Aguilar Castillo recordó que es leve, precedido por un periodo de incubación de cinco a siete días, que se caracteriza por fiebre, dolores de cabeza, musculares y articulares, y en ocasiones también se reportan vómitos y diarreas.
La enfermedad se transmite al ser humano principalmente a través de la picadura del jején, no reportado en Cuba hasta el momento, pero también por el mosquito Culex quinquefasciatus que sí tiene amplia distribución en la Isla.
La semana pasada Carilda Peña García, viceministra de Salud Pública, aseguró que el virus Oropouche se propaga rápidamente y puede rebasar la infestación provocada por el dengue.
La funcionaria, que encabezó una comisión estatal encargada de valorar la situación, calificó de "notable" la expansión del virus en Santiago de Cuba, donde además circulan otras enfermedades con síntomas similares.
En un panel informativo, Peña García llamó a revertir los niveles de trasmisión de la fiebre Oropouche, en un territorio plagado de condiciones propicias para que se expanda.
"El VORO no puede subestimarse porque, aunque sus complicaciones son poco frecuentes, puede derivar en una meningitis aséptica, que consiste en la inflamación de la membrana que recubre el cerebro y la medula espinal, debido a la infección del tejido conectivo, y para detectarla hay que extraer el líquido cefalorraquídeo a través de una punción lumbar", dijo.
Con su intervención, al parecer, la funcionaria intentó atajar la ligereza de las autoridades locales ante la actual crisis sanitaria, la cual pretendían combatir con una "jornada de embellecimiento", ineficaz para frenar el brote y reducir el contagio.
Sin actualizar la cifra de ingresados y pacientes en estudio, dijo que "hasta ahora no existe evidencia de transmisión de persona a persona, y tampoco se han reportado muertes".
Durante su intervención reconoció que la falta de fármacos (como paracetamol), la inexistencia de insecticidas y la suspensión de la fumigación dejan a los residentes "sin un tratamiento adecuado y efectivo".
En diciembre pasado el MINSAP reconoció que en Cuba existía trasmisión de dengue en ocho provincias.