"Solo a los incompetentes se les ocurre engalanar la ciudad para combatir una epidemia provocada por un virus altamente contagioso", dijo Lourdes refiriéndose a la segunda nota informativa que emitieron las autoridades sobre la situación epidemiológica de Santiago de Cuba.
Para esta madre, que acurrucaba a su hijo en el cuerpo de guardia del Hospital Infantil Sur, "lo lógico hubiese sido que decretaran la emergencia sanitaria y no que aterrizaran con una jornada de embellecimiento".
La nota oficial confirmó la presencia en la provincia del virus Oropouche, que transmitido por mosquitos y jejenes produce fiebre, dolores de cabeza, musculares, articulares y, en ocasiones, también vómitos y diarreas.
Una nota del Ministerio de Salud Púbica difundida por el periódico oficial Sierra Maestra, indicó que durante el ejercicio Meteoro 2024, fijado del 31 de mayo al 1 de junio, se realizará "la limpieza de centros laborales y escolares, a fin de contribuir al embellecimiento de las instituciones".
El texto se limita a explicar que "dada la proximidad de la etapa estival, ocurrencia de lluvias e incidencia de altas temperaturas, se refuerza la vigilancia epidemiológica en comunidades e instituciones".
En uno de sus párrafos indica que personal médico brindará "asistencia y orientación sobre las medidas de higiene", en clara alusión que el Gobierno no dispone de los recursos para fumigar y para eliminar los microvertederos que contribuyen a la proliferación de mosquitos, jejenes y otros vectores transmisores de enfermedades.
Pacientes y familias afectadas cuestionan cómo la fiebre Oropouche, descrita por primera vez en Trinidad y Tobago, se introdujo en Cuba, y hasta dónde llega el alcance de su contagio, teniendo en cuenta la crisis de salubridad sin precedentes que hay en la provincia, agravada por los problemas de abasto de agua.
La nota oficial aseguró que "existen condiciones precisas para la atención a pacientes que presenten este cuadro clínico", lo que provocó indignación entre los santiagueros. Hace solo unos Yamilé Guerra, directora de la Empresa Comercializadora y Distribuidora de Medicamentos, explicó que más de 200 fármacos del cuadro básico de salud están en falta.
Según las autoridades, el virus, que se está propagando con rapidez, no tiene un tratamiento específico, solo medidas generales para aliviar sus síntomas.
Marta, una abuela que esperaba por el diagnóstico de su nieto, opinó que "minimizar la contingencia es tan grave como desinformar, ignorar los peligros o dilatar la adopción de medidas para contener la infección".
Visiblemente contrariado un padre comentó que "la falta de higiene irrita tanto como el hambre, los apagones, la escasez de agua y el poco poder adquisitivo de los salarios para comprar analgésicos y desinfectantes".
Una doctora que atendía a niños deshidratados, dio la razón a los familiares: "Las autoridades debieran ser más resolutivas ante los problemas sanitarios. 2024 está siendo un año triste y decadente para Santiago, con brotes simultáneos de varias enfermedades y sin medicinas para enfrentarlos".
La contingencia se agrava por la mala calidad del agua. Liudmila Barroso, directora de Aguas Santiago, dijo que la misma "llegaba con un color amarillento debido al magnesio", pero otros especialistas aseguran que también posee altos contenidos de sodio y potasio.
Mientras tanto, Angela Santiesteban publicó en su columna "Santiago en las Noticias" más de una decena de quejas relacionadas con tupiciones de tragantes, averías hidráulicas y otros problemas de insalubridad.
Por su impacto, sobresale la situación del reparto Los Olmos, donde según los vecinos hace cinco meses no se recogen los desechos sólidos y han proliferado los roedores, las moscas y los mosquitos.
Las autoridades sanitarias no han actualizado cifras después de referirse inicialmente a ocho personas hospitalizadas por la fiebre Oropouche. Expertos consultados por DIARIO DE CUBA calculan que son antendidos entre 200 y 250 casos diarios de problemas gastrointestinales en adultos, que podrían responder a varias afecciones.
Otra doctora dijo que solo en los dos hospitales infantiles de la ciudad han sido recibidos "más de 400 niños, y no pocos requirieron de sueros intravenosos".
Tanto en los barrios periféricos como en el Zanjón de la Malaria, ubicado en el reparto 30 de Noviembre, los excrementos y desechos albañales están a la vista pública, como muestra de las negligencias que comprometen la higiene.
En San Pedrito el cuadro es más complejo, porque no cuenta con alcantarillado y las personas están obligadas a evacuar los desechos de sus necesidades fisiológicas en el patio de sus casas.
El virus, aunque sea pasajero y superficial, es muy peligroso. Porque debilita la inmunología del enfermo en un ambiente copioso de viruses y bacterias, parte en dos el poco presupuesto que pueda tener el enfermo, y facilita un cuadro de complicaciones para niños y ancianos. ¿Cuántos litros de químicos para la fumigación se pueden comprar con el presupuesto para el embellecimiento?