Los casos de personas con diarreas se han disparado en Sancti Spíritus, reconocieron las autoridades locales del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), que achacaron esa situación sanitaria a los problemas de suministro y saneamiento del agua potable, un inconveniente que padecen muchos cubanos.
De acuerdo con Yurien Negrín Calvo, subdirectora de Epidemiología del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, también existen casos de hepatitis viral A, sobre todo en el municipio cabecera, aunque no mencionó la cifra de enfermos de esta última dolencia.
En declaraciones a Radio Sancti Spíritus, la funcionaria precisó que la provincia tiene una tasa de incidencia de 277,6 casos de enfermedad diarreica por cada 100.000 habitantes. Por encima de esa cifra "se encuentra el municipio cabecera, además de Jatibonico, Taguasco y La Sierpe, con las mayores tasas de incidencia", agregó, sin referir la cantidad de enfermos en esas demarcaciones.
En el municipio de Sancti Spíritus la mayor cantidad de casos se localizan en las áreas norte y centro, así como en el reparto Los Olivos. Esta situación ha generado "un aumento de la cantidad de atenciones médicas, sobre todo en los dos hospitales provinciales", citó el reporte.
Pese a lo anterior, Negrín Calvo aseguró que "no se registran brotes" de enfermedades diarreicas agudas por transmisión alimentaria en las últimas dos semanas. En cambio, "la incidencia de los casos aislados y, sobre todo, los casos familiares, no deja de resultar preocupante", dijo.
La funcionaria reconoció que en este incremento de enfermos son determinantes los problemas con el suministro y tratamiento del agua consumida por la población, un problema que afecta a numerosas ciudades y poblados de la Isla. La potabilización siempre ha sido deficiente en Cuba, mientras que hay poblaciones que apenas reciben agua una vez al mes. Son decenas de miles los habitantes de la Isla que apenas tienen acceso al líquido a través de pipas.
Según Negrín Calvo, "hoy en la provincia se encuentran afectadas unas 80.000 personas por el deficiente suministro y tratamiento de las aguas de consumo", a lo que se suman "problemas ambientales, como los salideros de agua potable en las redes de distribución y el vertimiento de residuales líquidos, que complejizan la situación higiénico-epidemiológica".
En agosto de 2023, la prensa oficial reportó más de 200 casos de enfermedades gastrointestinales en apenas una semana en Sancti Spíritus. La semana anterior, 160 niños fueron atendidos con idénticos síntomas en el Hospital Pediátrico Provincial José Martí Pérez, y los funcionarios de salud aseguraron que el problema remitiría, pero lo que hizo fue aumentar.
En marzo último, los medios oficiales de Ciego de Ávila indicaron que las enfermedades diarreicas agudas se habían incrementado en un 86% en esa provincia respecto a igual mes de 2023.
"En todos los municipios, excepto Chambas y Bolivia, se han incrementado los casos de enfermedades diarreicas y la mayor incidencia está en los menores de 15 años y en los lactantes de hasta un año de edad, lo que hace saltar las alarmas, por los riesgos de deshidratación en ese grupo de edades", dijo el subdirector de Epidemiología local, José Luis López González.
Las causas de esas afecciones están allí relacionadas con el parasitismo intestinal, precisó el funcionario. "En los estudios que se han hecho, más del 38% de las muestras analizadas han sido positivas a protozoos y, en algunos casos, se ha aislado la salmonela, causante de la salmonelosis, una enfermedad bacteriana común que afecta el tubo intestinal y puede provocar diarrea, fiebre y calambres abdominales", dijo.
El especialista precisó también que la calidad del agua es un de los factores principales que propician el aumento de estas enfermedades. El bombeo es inestable en la provincia, dijo, "debido a las interrupciones eléctricas y las irregularidades de los ciclos de entrega del líquido potable debido a la sequía".
"Cuando se detiene el bombeo y hay salideros o contaminación con aguas residuales, se produce una presión negativa y el fluido que está, que salió de la tubería, vuelve a entrar hasta que vuelva a arrancar la turbina, y todo eso se arrastra y puede contaminar el agua potable", explicó.
Los cubanos son como niños chiquitos y tienen que esperar a que Papá Gobierno les dé permiso para hacer las cosas. Como cuando se formó la cagazón del Covid y aprendieron por la televisión que había que lavarse las manos, porque antes de eso nadie lo hacía. Ahora lo que hace falta es otra pandemia donde se transmita algún virus mortal por agua, y entonces van a aprender la importancia de hervirla cuando lo digan por televisión, porque ahora bien pocos en todo el país lo hacen.
Pero si no hay electricidad, ¿como la van a hervir?