'El agua que llega es un fango': una epidemia de diarreas afecta a cientos de niños en Sancti Spíritus

Más de 200 casos de lo que el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) cubano cataloga como "enfermedades gastrointestinales", que se resumen en personas con diarreas, han sido atendidos en apenas una semana en Sancti Spíritus.

De acuerdo con un reporte del periódico oficial local Escambray, durante la tercera semana de agosto ha habido un incremento de pacientes que requirieron atención médica por esa causa en la provincia. La semana anterior, 160 niños fueron atendidos con idénticos síntomas en el Hospital Pediátrico Provincial José Martí Pérez, y los funcionarios de salud aseguraron que el problema remitiría.

Pero en los pasados siete días el número de enfermos pasó de 200, según el reporte, la mayoría de ellos menores de edad.

Yurien Negrín Calvo, subdirectora de Higiene del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología (CPHEM) espirituano informó que los municipios con mayor cantidad de enfermos son Sancti Spíritus, Jatibonico y La Sierpe.

"Debido a este comportamiento, según el corredor endémico de las enfermedades diarreicas agudas, estos tres municipios se hallan en epidemia, mientras que Yaguajay, Taguasco y Trinidad se encuentran en zona de alarma y solo Cabaiguán y Fomento en seguridad", admitió la funcionaria.

Negrín Calvo aseguró que las razones de la expansión de la enfermedad son "la amplia circulación de rotavirus en las áreas de mayor incidencia, así como en la calidad del agua de consumo y en las condiciones de almacenamiento, conservación y tratamiento de este líquido por parte de la familia".

Escambray detalló que aunque la mayoría de los enfermos pasan la enfermedad sin mayores complicaciones, un número no precisado de casos sí presentan signos de gravedad.

Las autoridades, que casi nunca atajan el problema hasta que se produce una crisis, dijeron tener bajo "vigilancia estricta al abasto de agua por parte de Salud, lo cual ha arrojado deficiencias en la cloración, persistencia de salideros, insuficiencias en la limpieza de las válvulas en red y de los sedimentadores de la planta Yayabo".

Asimismo, la Dirección Provincial de Acueducto habría clorado por goteo los tanques de Rancho Hatuey y ubicado un tanque de mayor capacidad para este proceso. Además, habría limpiado tales tanques, así como el desagüe de la conductora de nueve kilómetros desde la planta hasta los tanques.

Dada la incapacidad de las autoridades para proveer a los cubanos con agua potable de calidad, los funcionarios dijeron a Escambray que es importante extremar las medidas higiénicas, hervir el agua de consumo o administrarle hipoclorito, así como velar por la adecuada conservación de los alimentos.

Pero en el muro de Facebook de la publicación, la internauta Lizzy Lefont aseguró: "Al parecer Acueducto tiene serias violaciones y mucha falta de higiene en sus instalaciones. Lo cual ya sabíamos, porque lo que viene por la tubería es prácticamente fango y no agua potable. Lo recomendable es hervir el agua. Pero la calidad con la que llega es tal que en casa no solo hay que hervir, sino colar, separar lo sólido de lo líquido, hervir y clorar, y aún así hay grandes posibilidades de que siga contaminada".

Hace pocos días, el MINSAP en Guantánamo lanzó una alerta ante la posibilidad de que se produzcan brotes de cólera, luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtiera del incremento de casos de esa enfermedad en una veintena de países, incluido el vecino Haití.

Aimeé Blanco Chibás, jefa del departamento de Enfermedades Trasmisibles del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología, indicó que ante cualquier síntoma (diarrea acuosa, líquida y profusa, blanquecina y con olor a pescado, así como vómitos y fiebre) causado por el bacilo Vibrio cholerae, "se activa un sistema de respuesta rápida para el control del foco y se realiza el test rápido, hoy disponible en el sistema hospitalario de la provincia".

Ese mismo criterio se aplica a todos los casos de pacientes que llegan a los cuerpos de guardia con síntomas similares, en especial diarreas, y con deshidratación, aseguró.

La nueva crisis sanitaria se produce mientras los cubanos enfrentan una grave escasez de medicamentos y el saneamiento de las ciudades y pueblos está en pésimas condiciones. 

Por si no bastara, las interrupciones en el suministro de agua potable se han convertido en otro problema en la ya larga lista de calvarios que padecen los cubanos. Este verano, numerosas personas en ciudades como La Habana han debido recibir el líquido en pipas ante la incapacidad de las autoridades para garantizar ese servicio.

Este problema generó al menos una protesta pública en Alamar, en la Habana del Este, cuando decenas de vecinos salieron a la calle a manifestarse tras permanecer, dijeron, 15 días sin agua.