La crisis actual de la leche en Cuba supera la del 'Periodo Especial'

La crisis actual de la leche en Cuba rebasa la del "Periodo Especial" y es fruto de políticas agropecuarias fracasadas que no va a resolver el Programa Mundial de los Alimentos (PMA), consideró el economista Pedro Monreal, quien pidió de la propaganda oficial "un poco de rigor analítico" en torno a la situación.

El lunes, a casi una semana de que la agencia EFE revelara que el régimen de Cuba pidió auxilio al PMA ante su incapacidad para sostener las entregas de leche por la libreta de racionamiento a los niños menores de siete años, embarazadas y enfermos crónicos, la prensa oficial confirmó ese pedido, pero culpó al embargo de Washington contra La Habana de su incapacidad para hacer frente a esos suministros.

En un extenso texto publicado por el sitio oficial Cubadebate, que todo el tiempo evita mencionar la errática política de fomento ganadero y de acopio de leche del Gobierno que han hundido la producción del alimento y hecho depender al país de las compras en el extranjero, se trata de justificar la petición al PMA como resultado de "una relación de larga data".

"Antes de que sigan con el asunto de las 'situaciones' con la leche ('bloqueo', el clima, el PMA, etc.) tomen nota, si no es mucho pedir, de la dinámica comparada de la producción de leche en el 'Período Especial' y en la crisis agropecuaria actual. ¿Adivinen cuál es peor?", escribió Pedro Monreal en X.

Sin explicaciones de los datos, Monreal publicó una tabla extraída de la estatal Oficina de Estadísticas e Información (ONEI). Esta muestra el desplome de la producción de leche a partir de 2017 y un pico de crisis anterior en 1992 que evidencian que el comportamiento actual es mucho peor.  

"La crisis con la producción nacional de leche no se debe a desastres naturales ni es simplemente una 'emergencia'. Refleja una política agropecuaria fallida y es una 'situación' estructural de largo plazo que no va a resolver el PMA. Un poco de rigor analítico no vendría mal", pidió en otro mensaje.

Este fin de semana la prensa oficial culpó a ganaderos cubanos que incumplen sus compromisos con el Estado del déficit de leche que padece Camagüey, una situación que se hace extensiva a todo el país.

De los 7.671 productores contratados para la entrega de leche a la industria en Camagüey, provincia históricamente ganadera y con los mayores potenciales de la Isla para la producción de lácteos, casi 1.800 incumplen los planes.

Los productores de leche en Cuba prefieren vender el alimento en el mercado informal, bajo precios de oferta y demanda. La inflación disparada que sufre la Isla hace que el precio que paga el Estado sea irrisorio para los costos que deben cubrir los productores para mantener su ganado. Asimismo, en numerosos casos, los pagos del Ministerio de la Agricultura por esa recolección demoran y se convierten en enormes deudas.

En febrero, en un video publicado en su cuenta de Facebook, el agricultor José A. Casimiro denunció el estado de indefensión en el que se encuentran los campesinos cubanos.

"Hacen falta leyes justas, principios hacia una sostenibilidad que tenga resiliencia para el agricultor, que tenga alegría. Todo lo que hay con eso, desde el precio del ganado y de la leche, es prácticamente humillante para el pequeño agricultor", dijo.

"Con la leche a 20 pesos, tengo que vender 17 litros para hacer un dólar, y el transporte para llevarla al destino cuesta el equivalente de 25 litros", contó Casimiro, dueño de la Finca del Medio, en Siguaney, Sancti Spíritus, donde se dedica a la agroecología y la permacultura.

El ganadero denunció que lleva 30 años en las mismas circunstancias y condiciones, enfrentando obstáculos burocráticos y luchando contra la falta de decisiones serias para el desarrollo del campo y de oportunidades productivas que permitan la movilidad social ascendente de los campesinos cubanos. 

En Cuba es posible encontrar leche líquida y en polvo en las tiendas online cuyos pagos en dólares se hacen solamente desde el extranjero. También algunas de las empresas del incipiente sector no estatal la venden, pero a precios inaccesibles para la inmensa mayoría de los cubanos. El kilo de leche en polvo puede costar entre 1.500 y 2.000 pesos, cuando el salario medio mensual son 4.200 pesos.