"Hacen falta leyes justas, principios hacia una sostenibilidad que tenga resiliencia para el agricultor, que tenga alegría. Todo lo que hay con eso, desde el precio del ganado y de la leche, es prácticamente humillante para el pequeño agricultor", dijo en un video publicado en su cuenta de Facebook el agricultor José A. Casimiro, que denuncia el estado de indefensión en el que se encuentran los campesinos cubanos.
"Con la leche a 20 pesos, tengo que vender 17 litros para hacer un dólar, y el transporte para llevarla al destino cuesta el equivalente de 25 litros", contó Casimiro, dueño de la Finca del Medio, en Siguaney, Sancti Spíritus, donde se dedica a la agroecología y la permacultura.
"No hay cómo obtener ganancias", explicó, y se refirió a la situación con un toro de 1.000 libras que vendió recientemente. Luego de que el animal fuera cebado durante dos o tres años, con todos los gastos de transporte, sanidad, impuestos, viajes para hacer trámites e implicaciones para su comercialización, el Gobierno pagó 14 pesos por cada libra. "Ese toro vale menos que una lechoncita de 47 libras, ¿dónde está la rentabilidad?", se quejó Casimiro, uno de los productores mejor valorados del centro de la Isla.
El ganadero denunció que lleva 30 años en las mismas circunstancias y condiciones, enfrentando obstáculos burocráticos y luchando contra la falta de decisiones serias para el desarrollo del campo y de oportunidades productivas que permitan la movilidad social ascendente de los campesinos cubanos. "Hay algo que está roto hace mucho tiempo, y no veo la luz", dijo.
Las cifras oficiales demuestran que el Gobierno cubano relega al sector agrícola al abandono, mientras privilegia las inversiones para los hoteles y las instalaciones turísticas. Ese es el esquema del Gobierno, en medio de una escasez crónica de alimentos que dispara los precios a niveles impagables para la mayor parte de la población.
El sector ganadero en Cuba ha sido uno de los más golpeados por la desidia del Gobierno y por los hurtos y sacrificios ilegales, que no hacen otra cosa que incrementarse. Para hacer control de daños, a partir del 1 de marzo el Ministerio de la Agricultura (MINAG) realizará una acción de control especial que permitirá disponer de una caracterización de la situación actual del sector ganadero en Cuba, informó a Granma Arián Gutiérrez Velázquez, director general de Ganadería del mencionado organismo.
La nueva estrategia del MINAG para fiscalizar el trabajo de los campesinos, y tratar de imponer orden en los campos cubanos, se encuentra aún en fase organizativa y ya despierta recelos entre los agricultores.
Por su parte, Yudith Almeida Núñez, jefa del Departamento de Registro Pecuario del MINAG, informó que "a partir del 15 de febrero se paralizan los movimientos de compraventa de ganado mayor en el país, quedando solo autorizados el traslado de animales para la entrega a sacrificio para el balance o sacrificio sanitario de urgencia".
Las acciones anunciadas por el MINAG demuestran, una vez más, la insistencia del régimen en controlar minuciosamente la vida de los productores, dejando en un segundo plano el malestar de campesinos como José A. Casimiro, y los incentivos para mejorar los desastrosos índices de la agricultura y la ganadería en la Isla.
