Un total de 1.709 productores incumplen sus contratos con el Estado y no entregan un solo litro de leche a la industria, informó el medio estatal Granma, que atribuyó a esa infracción la falta de leche para los niños y los ancianos en la provincia.
El medio citó los testimonios de tres cubanos que, tras conocer la cifra de incumplidores en la provincia, "entendieron" por qué falta el lácteo.
La abuela de un menor "comprendió" por qué el Estado cubano distribuyó solo medio litro de leche por niño en la provincia una semana atrás, y la razón del "exorbitante precio del yogur y el queso". Una pareja de ancianos aquejados de gastritis aguda "dedujo" por qué no reciben hace meses la leche que les toca por su enfermedad.
Granma dijo que no es solo en Villa Clara donde muchos productores de leche incumplen sus contratos con el Estado y afirmó que esto sucede en toda Cuba.
Tras incluir la coletilla del embargo estadounidense y la pandemia, a los que el régimen y los medios oficiales culpan de todas las penurias de los cubanos, el medio estatal citó datos proporcionados por el subdelegado provincial de la Agricultura para el reino animal en la provincia, el ingeniero pecuario Miguel Rodríguez Gálvez. El problema más grave al que se refirió este funcionario fue el hurto y sacrificio ilegal de ganado.
"Por esas y otras razones, se perdieron más de 18.000 animales, una buena parte de los cuales eran vacunos, tendencia que se ha mantenido durante el año en curso, en el que la cifra supera los 12.000, de ellos más de 5.000 vacas que debían estar aportando leche", explicó Rodríguez Gálvez.
"Solo en un lapso de apenas cinco años se han perdido 64.467 animales, ya sea por muerte, hurto y sacrificio ilegal, faltantes u otras razones".
Sobre las vacas, dijo que cinco años atrás existían 153. 903. Hoy quedan 114.030, 39.873 menos. Esto se traduce, de acuerdo con el potencial, en 21.132.000 litros de leche que no se entregarán, detalló el funcionario.
"Solo en un lapso de apenas cinco años se han perdido 64.467 animales, ya sea por muerte, hurto y sacrificio ilegal, faltantes u otras razones".
El funcionario no hizo referencia a las quejas de los ganaderos cubanos ante la indolencia policial, cuando denuncian el robo de sus animales.
La Policía exige varios testigos para procesar a un ladrón que puede haber sido sorprendido in fraganti. En un reportaje publicado por DIARIO DE CUBA varios campesinos contaron cómo eso dotaba de cierta impunidad a los ladrones.
Sobre la cifra de productores de leche que no cumplen sus contratos con el Estado, el subdelegado villaclareño dijo que en agosto había 2.432 productores que no satisfacían el plan de entrega. De ellos, 1.400 no aportaba ni un solo litro a la industria.
El funcionario enfatizó que la tendencia se ha acentuado y que "la cifra de transgresores que no contribuyen en nada a la alimentación de niños, embarazadas y al consumo social, asciende a 1.709".
Según Rodríguez Gálvez, "con iguales penurias y limitaciones" unos territorios incumplen todos los indicadores y manifiestan mayor compromiso en la observancia de lo pactado, o al menos se acercan a los propósitos fijados de antemano.
En el primer grupo están Placetas, Manicaragua, Camajuaní, Santa Clara y Ranchuelo, y en el segundo, Caibarién, Remedios, Encrucijada y Corralillo. El funcionario señaló que donde impera el orden, la disciplina y la exigencia, las cosas funcionan mejor.
Según el coordinador de programas y objetivos del Gobierno en Villa Clara, René Bacallao Figueroa, el incumplimiento es uno de los grandes problemas del territorio.
Sin embargo, opinó que la contratación "nació con problemas" y admitió que la Empresa Láctea "no tiene ni el conocimiento ni las condiciones necesarias para hacer cumplir con éxito una labor que le debe corresponder a la base productiva y a toda la estructura que la rodea, llámese las delegaciones municipales de la Agricultura, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños u otros entes que conocen mejor al productor".
De acuerdo con el funcionario del Gobierno, a los productores que incumplen se les penaliza con diez pesos por cada litro de leche dejado de entregar. Esto, citó Granma al funcionario, es "algo irrisorio porque, como se conoce, con el actual precio de la leche en el mercado informal, entre 50 y cien pesos, resulta muy fácil asumir esa penalización".
El funcionario consideró que ha faltado exigencia y control de la actividad por parte de las personas que deben hacer cumplir lo establecido. Recordó que existe el Decreto 358, que norma la entrega de tierras, y se preguntó a quién se le ha quitado ese derecho por no producir y entregar la leche comprometida.
También mencionó el Decreto 35, de 2021, sobre la comercialización, que en su Capítulo 9, Artículo 53.1, dispone que se consideran infracciones vender producciones agropecuarias a otros destinos diferentes de los contratados, sin la autorización que corresponde.
A quienes incurran en incumplimiento se les debe imponer una multa cuya cuantía equivale a multiplicar por tres el volumen de la producción al mayor precio del mercado agropecuario en el momento en que se comete la infracción, explicó el funcionario. Consideró irresponsable que la medida no se haya aplicado hasta el momento.
Aunque culpó a los productores de la falta de leche, Granma solo entrevistó a uno, que aseguró que siempre le ha gustado cumplir con el Estado, pero últimamente le ha sido muy difícil. Explicó que ya quedan muy pocos acopiadores de leche, porque, "según ellos, lo que les pagan es muy poco, que apenas les da para herrar el caballo o comprar lo que necesitan para mantener a su familia".
Él mismo se quejó del precio fijado por el Estado cubano para el litro de leche. "Otro problema es que el precio actual de la leche a 20 pesos el litro no nos da solvencia para poder encarar la galopante inflación presente en todas partes. ¿Usted sabe cuánto debo dar por un rollo de alambre para mantener el control del ganado?: 24.000 pesos. Así, por un kilogramo de grampas: 1.000 pesos; por no hablar de los 500 y más que debo pagar a diario a quienes me ordeñan las vacas, entre otros gastos".
El medio estatal no hizo alusión a las frecuentes quejas de productores por las demoras del Estado para pagarles la leche, a los bajos precios que el propio Estado fija.
En febrero, un campesino matancero se quejó de que el Estado llevaba meses sin pagarle y aseguró al medio estatal Girón que si pudiera buscaba otro comprador para la leche que produce.
En octubre de 2022, un reporte de la Televisión Avileña reconocía que la provincia no tenía producto fresco suficiente para cubrir las dietas médicas de los enfermos y la ración que corresponde a los niños debido a incumplimientos en los pagos en Moneda Libremente Convertible (MLC) a los productores que sobrepasan sus planes.
En junio de ese año, la estatal Empresa Láctea de la provincia acumulaba 60.000 dólares de deuda con los productores de leche. Algunos llevaban cuatro meses esperando su dinero.
Ante los fracasos hay que crear culpables; cualquiera es culpable, pero nunca el régimen.